Diario de Valladolid

FÚTBOL / REAL VALLADOLID

Empate trabajado del Real Valladolid

Los blanquivioleta no traducen su dominio en ocasiones y arrancan un punto en casa del líder / Cordero obvió dos penaltis a favor del Pucela / Prometedor debut de Amath

Acrobático despeje de Jorge Sáenz ante Sylla y Kenedy, con Undabarrena de testigo .LALIGA

Acrobático despeje de Jorge Sáenz ante Sylla y Kenedy, con Undabarrena de testigo .LALIGA

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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¿Puede realizar un papel digno un equipo que empata a cero sin tirar una sola vez entre los tres palos? Por supuesto. Lejos del mundo del resultadismo que explica los partidos desde su final, el Real Valladolid supo plantar cara al líder y hacerle pasar por problemas en su campo. Por muchos. Le faltó el gol y sobre todo su antesala, el disparo certero, pero el Pucela estuvo bien armado en defensa y asumió el mando del encuentro durante la mayor parte del tiempo sin complejos ni vacilaciones.

Es cierto que las ocasiones más claras fueron pepineras, sobre todo en unos 20 minutos finales en los que los locales metieron el turbo y crearon  demasiados problemas a la zaga pucelana, pero los de Pezzolano pueden reivindicar que los árbitros (sobre todo el de VAR) les madrugaron dos penaltis. El primero, por un claro rodillazo en el área por detrás con derribo incluido a Sylla. El segundo, por unas manos en el área tan estúpidas como evidentes de Jorge Sáenz. 

Cordero, a menudo superado por los acontecimientos en un partido de no de guante blanco, pero sí gris perla, tampoco vio un empujón por detrás de Tárrega que desequilibró a un rival que hizo todo por caer. Hubiese sido demasiado.

Pezzolano introdujo dos novedades en su once, ambas obligadas. Anuar fue baja por lesión y Amath se estrenó como titular nada más llegar. El senegalés pareció no haber salido del club desde juveniles, pues fue el mejor en ataque por sus incursiones y centros, aunque acabó fundiéndose por su falta de ritmo de juego. El equipo lo notó, pues aguantó hasta el final.

Tárrega, como se esperaba, tomó el puesto del sancionado Boyomo y estrenó titularidad. El valenciano también destacó junto a Torres. Un dúo de jóvenes zagueros impidió marcar al líder, lastrado también por su falta de puntería. Luis Pérez apareció también a un excelente nivel, mientras que De la Hoz y Meseguer se afianzan por fin en un equipo que necesita relevos.

Monchu no es ni la sombre del que era hasta hace menos de un mes y Juric, que salió en la segunda mitad, estuvo desconocido. No sólo fue incapaz de añadir cemento al mediocentro sino que lo diluyó, propiciando los mejores minutos del Leganés. Arriba, Sylla careció de puntería e Iván fue más efectista que efectivo.

El choque comenzó con un Pucela mandón que vio enseguida por qué el Leganés es el equipo menos batido. Costaba un mundo traducir la posesión en ocasiones claras. Iván dio el primer aviso con un tiro al exterior de la red que fue contestado por un cabezazo de Diego y un tiro alto de Sergio. Casi de la nada, sin apenas llegar, el Leganés creaba ocasiones. Lo contrario de un Pucela rocoso hasta pisar al área, donde se volvía efervescente. Su último cuarto de hora del primer tiempo rozó el gol. El tiro de Amath rebotó en un defensa y casi entra. Como los cabezazos de Monchu y Sylla, muy cercanos al travesaño. Miramón avisó en la última jugada de la primera mitad que el líder estaba vivo, con un tiro cruzado cercano al palo.

El inicio de la segunda mitad prolongó el dominio pucelano, pero ya era incruento. No se generaban ocasiones claras. Los cambios acabaron por desarbolar al Pucela pese a las ganas de Moro, ya que Kenedy es una sombra. Muy cara, pero sombra. El Leganés se estiró al final tras oler el conformismo pucelano. Miramón y el ex blanquivioleta Miguel, éste en dos ocasiones, desviaron sendos disparos por escasos centímetros en las postrimerías del encuentro. 

El Pucela no supo rematar al Leganés y acabó pidiendo la hora, con un Pezzolano cuya última versión consiste en atar empates fuera y no jugársela con derrotas. Para que funcione, hay que ganar en casa.

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