Un espectacular Lima enseña el camino al Recoletas en Torrelavega

El arte nace en el cerebro y no en el corazón. Al menos en Valladolid, en el balonmano vallisoletano, que por tradición todo, absolutamente todo, empieza y acaba en la posición de central. Ya lo decía Pisonero . «Hemos fichado a un grandísimo jugador con todo un futuro por delante». Eran palabras en la pretemporada, antes de que comenzara el nuevo proyecto del Recoletas Atlético Valladolid, un proyecto sujetado por los jóvenes y por jugadores con cabeza. Se refería al portugués Afonso Lima , toda una perla por pulir en la factoría de Huerta del Rey.

Y partido a partido el central portugués, al igual que Pisonero Jr. comienzan a llenar el vacío dejado en una posición por historia determinante y vital en el juego de Valladolid.

 

Afonso Lima no dudó en echarse el equipo a la espalda en la siempre complicada pista de Torrelavega. Si lo hizo en el comienzo del partido para abrir la primera brecha (1-4) y ceder el testigo de la responsabilidad de creación a Pisonero y Freitas, y la anotadora a un activo De Toledo (4 goles), tras la reanudación se vio el gran potencial entre líneas que tiene este jugador que como Alejandro Pisonero no hacen sino recordar al gran Chema Rodríguez.

Todo un filón para alumbrar a una primera línea que por momentos desaparece, se desactiva o se esconde. Así, su raza a prueba de bombas sirvió para generar juego y situaciones de gol provocando penaltis que él mismo se encargó de convertir ante los errores de sus compañeros y primeras opciones  desde los siete metros como son D’Antino, Freitas y Álvaro Martínez, que desperdiciaron hasta...4 penaltis.

El central portugués se convirtió en el líder ofensivo del equipo para frenar el ímpetu de los locales, que se metieron en el partido castigando al contragolpe cada error de los gladiadores azules. Nueve goles, siete de penalti, muchos a él mismo en sus envenenadas penetraciones entre líneas, para  enseñar el camino de una laboriosa victoria de prestigio, sí de prestigio en pleno Tourmalet (calendario complicado). Un triunfo que invita a pensar por fin en cotas mayores.

El Recoletas supo aguantar el despertar de Torrelavega, que se puso por delante (24-22) a ocho minutos para el final. 

La buena cabeza del equipo con el siempre impasible David Pisonero a la cabeza, que solicitó tiempo muerto, unido a dos providenciales intervenciones de César Pérez en su 200 partidos en la Liga Asobal sirvieron para reaccionar y amarrar dos puntos que en otras ocasiones se hubieran escapado (26-28).