El Real Valladolid busca el repóquer

El Real Valladolid se ha transformado en los últimos partidos en una especie de muñeco tentetieso, esa figura de fondo abombado y contrapeso en su base que parece inestable, se mueve para todos los lados y, si se la empuja fuerte, hasta toca con su parte superior en  la superficie en que se posa... para recobrar inmediatamente la verticalidad.

El Pucela no es una figura firme e inamovible sobre una peana sólida. Aspira a serlo. Pero por ahora, al igual que ellas, se tiene pie.

Los de Pezzolano han ofrecido por ahora gotas de brillantez, pero han  ganado muchos enteros en oficio y eficacia. De ahí su racha de 12 puntos seguidos, la mejor de los 22 equipos de Segunda en los últimos cuatro partidos, ampliable a 13 de 15 puntos con el empate ante el Elche. Los blanquivioleta llevan cinco partidos consecutivos sin perder y cuatro sin encajar gol, tras firmar tres derrotas seguidas.

Lo mejor de este Real Valladolid es el futuro que se le adivina si continúa creciendo. Cada vez controla mejor los partidos y concede escasas ocasiones, si bien le falta construcción, llegar más veces y con más claridad a la puerta rival y cerrar los partidos. Su prueba del algodón llegará  a partir de la próxima jornada. Tras enfrentarse a rivales de la zona media-baja de la tabla, excepto el Burgos, deberá medirse a Espanyol,  Éibar, Tenerife, Racing de Santander y Leganés, con la única isla del Andorra entre catalanes y vascos. 

Pero la actualidad se llama Mirandés, un equipo más complicado de lo que indica su clasificación. En su último desplazamiento ganó 0-1 al Zaragoza y fue el primer líder de la Liga, tras ganar 4-0 al Alcorcón. Pezzolano sabe de su peligro y ha alertado a sus jugadores contra el exceso de confianza. Incluso en Segunda, el Pucela necesita su mejor versión competitiva, aun carente de brillantez, para ganar.

La alineación inicial es como siempre un arcano, ya que no hay ni lista de convocados. Las únicas bajas seguras son Javi Sánchez y Moro. El club confirmó que el extremo sufre una lesión muscular grado II en el bíceps femoral izquierdo, por lo que estará cuatro semanas de baja según la estimación de los servicios médicos del club. El periodo de ausencia es el doble del estimado por Pezzolano en su rueda de prensa del viernes.

El encuentro debe suponer el retorno ante uno de sus ex equipos de Marcos André, una vez solventadas las molestias que le impidieron jugar en Elda, donde Sylla fue el goleador para la victoria. Será difícil sentarlo. También es posible que Escudero recobre la titularidad, mientas que Montiel, ya recuperado, puede esperar su oportunidad en el banquillo. 

En el caso de que Pezzolano se decante por una formación  en  4-4-2, un posible once es el formado por John en la portería; Luis Pérez, Boyomo, Torres y Escudero en defensa; Juric y Monchu como mediocentros; Iván Sánchez y Kenedy en los extremos; con Sylla y Marcos André en la delantera. 

Si el técnico uruguayo se decide por una línea de cinco defensas, Henrique entraría en la zaga; Monchu e Iván flanquearían a Juric, y Kenedy jugaría por detrás de Marcos André o Sylla. Por suerte para el Pucela, hay base suficiente para el tentetieso.