Diario de Valladolid

BALONMANO / LIGA GUERRERAS IBERDROLA

El Caja Rural Aula, también líder en la locura

El Caja Rural Aula se hace con el cinco de cinco en la Liga Guerreras Iberdrola tras doblegar al Atlético Guardés en un duelo jugado a velocidad de vértigo y marcado por el control de la ansiedad

Las jugadoras del Aula celebran otra defensa del liderato. / J. M. LOSTAU

Partido entre caja Rural Aula y el Atlético Guardés de la Liga Guerreras Iberdrola. / J. M. LOSTAU

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Este Caja Rural Aula está maduro, está hecho. El tiempo no ha hecho sino dar razones al todavía convaleciente Miguel Ángel Peñas, ayer testigo de excepción en primera fila de la grada de Huerta del Rey,  que vio el cinco de cinco del líder (sí, líder) de la Liga Guerreras Iberdrola. 

El conjunto vallisoletano, por fin con una segunda unidad de garantías, supo aguantar la embestida de un Atlético Guardés con caras conocidas (la ex Cristina Cifuentes) y de apellidos ilustres en el balonmano español (las Sempere, Cacheda...) que intentó jugar a lo que juega el Aula. Y Aula, permítanme la expresión, solo hay uno. Al menos uno que propugne ese balonmano meteórico jugado a velocidad de vértigo en el que los errores por precipitación pasan desapercibidos porque también  son contagiados al rival.

EL MUNDO

EL MUNDO

 

En un partido igualado, de fuerzas similares, el equipo ayer dirigido de nuevo por un alumno, SergioEscudero, que aprende muy rápido las enseñanzas de su maestro, supo aguantar el ímpetu del Guardés. Y lo hizo apoyado en su portería, donde Carmen Sanz resultó determinante para desnivelar la igualada balanza. Ese poso de serenidad y el liderazgo asumido en ataque por Jimena Laguna en la primera mitad y por O’Mullony y Elba Álvarez tras la reanudación, fue clave para atar en corto a un rival que se marchó al descanso con un gol arriba sobre la misma bocina tras sacar provecho de una doble inferioridad de las vallisoletanas (12-13).

Precisamente las inferioridades numérica iban a acabar siendo el factor diferencial del partido porque en la segunda mitad el ácido láctico desbordado en ambos equipos terminó por arruinar el triunfo a un Atlético Guardés totalmente desquiciado que perdía en el tramo final a su entrenadora Cristina Cabezas, descalificada con tarjeta roja coincidiendo caprichosamente con el último sprint vallisoletano, ese al que pocos muy pocos (hasta le fecha, ninguno esta campaña) pueden seguir.

El Caja Rural Aula se marchó en el marcador con una ventaja de cuatro goles que supo administrar con cabeza pese al último intento de las gallegas. Un triunfo (31-29) que vale su peso en oro para un equipo con madera de campeón.     

tracking