FÚTBOL / REAL VALLADOLID - BARCELONA (EL ANÁLISIS)
Real Valladolid-Barcelona: este muerto está muy vivo
El conjunto blanquivioleta reacciona (3-1) ante un Barcelona voluntarioso, pero sin tensión por momentos, y sale del descenso al menos por unas horas tras adelantar al Getafe con 38 puntos en el casillero
En el estadio José Zorrilla todo sucedió en apenas 120 segundos. El homenaje a Miguel Delibes con su frase ‘Anteponía al espectáculo el triunfo de mi equipo… Real Valladolid’, desde el Fondo Norte se pasaba a una protesta multitudinaria: ‘ Solos contra todos’ , y gritos de ‘Corrupción en la Federación’ a los cánticos de gol, a los abrazos y los saltos en las gradas del estadio.
El centro de Machis que Christensen enviaba a su propia portería desataba el delirio de una afición necesitada de estímulos positivos. Un pasillo previo, un rechazo conjunto al racismo en el fútbol había preludiado ese inicio fulgurante que sorprendía a muchos que no habían accedido aún al campo.
Los siete cambios de inicio llegaban con un guiño a la era Pacheta con un 4-5-1 en el que Óscar Plano formaba por detrás del punta, en ese interlineado que el de Salas se hartaba a destacar en sala de prensa. Mientras le duró la gasolina fue un incordio en el marcaje sobre Eric García, un falso cabecero que se perdió en esta posición. El marcaje en el flanco interior de Mesa a De Jong y de Aguado a Gavi neutralizaba el juego ofensivo de los de Xavi Hernández sorprendidos por un Real Valladolid vertical con Machis y Plata en bandas y con una marcha más, a tenor de las necesidades acuciantes para eludir el descenso.
Los primeros 20 minutos fueron un monólogo local frente a un Barcelona noqueado que caería a la lona con el gol de Larin, tras un penalti de Eric García a Plata. Octavo gol para el canadiense en Liga. A partir de ahí el capitán Masip sería protagonista. Respuesta a tiro de Raphinha, salvador con el pecho a remate de cabeza de Christensen , otro paradón a tiro de Raphinha. Un recital que mantenía al equipo vivo.
El aspecto físico volvería a ser un hándicap para Pezzolano que agotaba dos ventanas por lesiones y luego agotaría los cincos cambios en el minuto 69. Primero de Joaquín en la primera mitad y luego de Mesa, que hizo un trabajo físico importante. Hasta Xavi retiró a su guardameta al descanso para evitar perder el Trofeo Zamora, y el poste sería su aliado en un envío lateral de Plata.
El ecuatoriano se desquitaba, VAR mediante, con el 3-0 y gritos de ‘Sí se puede’ en Zorrilla .
El huracán blanquivioleta pudo incrementar la renta, Lucas Rosa al palo, o Plata, desviado de cabeza, frente a un rival sin intensidad y que hizo un flaco favor a su vecino el Espanyol, aunque enfrente tuvo a un equipo con alma y acierto. Acierto que había echado en falta en los últimos duelos donde el juego había desaparecido. El que no fallaba es Lewandowski, que fiel a su cita con el gol para atar el pichichi, aprovechó una salida tardía de Masip, sólido durante el resto del choque.
Todo se encamina a la final de las finales ante el Getafe en una última jornada de infarto. Aunque antes los de Pezzolano deberán hacer parada en Almería, ahí puede haber más de media salvación en juego, o otra espada de Damocles sobre su espalda. Este muerto está muy vivo, al menos respira, y evita superar la racha negativa de derrotas consecutivas de hace medio siglo.