BALONMANO / LIGA ASOBAL
Pasaporte a la salvación para el Recoletas Atlético Valladolid
Otro baño de autoestima para el equipo del paciente Pisonero ante un BM Sinfín al que parece tenerle cogido la medida y que sirve para escalar a la décima plaza, lejos del descenso
Un triunfo que vale oro. Un triunfo que bien vale una permanencia. El Recoletas Atlético Valladolid, por fin, respira. Y lo hace tras ganar otro duelo directo, de nuevo, cuando peor pintaban las cosas. Es lo que tiene el equipo de Pisonero, capaz de sobreponerse a los numerosos problemas que ha tenido a lo largo de la temporada en forma de falta de acoplamiento o sobre todo lesiones en su línea de creación y en su flanco derecho. Pero era una cuestión de tiempo, de saber esperar el momento para, con su mejor caligrafía, hacer la rúbrica que sella una temporada mas en la máxima categoría del balonmano español.
El Recoletas, con el recuerdo presente de su oda a la resiliencia en la Copa del Rey ante el Blendio Sinfín, supo llevar el partido al terreno que le convenía para aprobar esa asignatura que tantos disgustos le ha dado en la presente campaña como es sacar el mejor provecho a los minutos finales. Y ahí, los de Pisonero, contra natura, lograron poner el sobresaliente gracias a un parcial de 6-1 en el tramo final, en ocho minutos, ente el ecuador de la segunda mitad y el minuto 53, para noquear al siempre incómodo y pegajoso Sinfín, el rival que le hizo sudar la gota gorda en los épicos e inolvidables cuartos de final de la Copa del Rey en Santander.
Con el partido nivelado al descanso (12-13), como vaticinó Pisonero en la previa, detalles como la aportación de la portería decantaría para un lado u otro el partido. Y así fue, Si en la Copa Mohamed Ali sujetó al Sinfín poniendo el candado a su portera al igual que César Pérez a la suya, en esta ocasión no hubo duelo de porteros. Solo César cumplió y apareció con 12 intervenciones, por las cuatro de Ali. Un dato significativo y decisivo.
El Recoletas, vigilante sobre el lateral cedido por el BM Logroño Josip Zaja, supo aguantar las embestidas de su rival con paciencia. El trabajo de Miguel Camino, posiblemente en su mejor partido de la temporada pidiendo a gritos la renovación, propició que el Recoletas hiciera ese último parcial de 6-1 para romper la igualdad y desquiciar a un Blendio Sinfín que apostó a todo o nada sus ataques con el famoso 7 contra 6.
Así, con el marcador roto (28-24), los últimos cinco minutos de partido se convirtieron en una fiesta para una afición sufridora a lo largo de la temporada pero paciente que celebraba junto a su equipo la salvación en la Liga Asobal para comenzar a pensar ya en un proyecto de continuidad para la próxima campaña.