FÚTBOL / REAL VALLADOLID-SEVILLA
El acta recoge protestas de Fenaert y Fran Sánchez en el túnel de vestuarios
En el túnel de vestuarios tanto el consejero delegado como el director deportivo elevaron su queja a Ortiz Arias al descanso y al final y se exponen a una sanción / Gonzalo Álvarez, preparador físico, fue expulsado por las protestas
La acción polémica del partido en la que Ortiz Arias no dio validez al gol de Sergio Escudero al filo del descanso va a acarrear consecuencias, aparte de las deportivas, económicas y en materia de sanciones para el Real Valladolid. A las protestas de Ronaldo, en redes sociales, también hubo quejas en el estadio.
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El acta recoge, en el apartado de otras incidencias, protestas de Matthieu Fenaert, consejero delegado, y de Fran Sánchez, el director deportivo. Ortiz Arias, indica, que «u na vez finalizada la primera parte y también una vez finalizado el encuentro, se encontraba en el túnel de vestuarios dos personas sin acreditar , la primera persona se trata de: D. Matthieu Andre Jacones Fenaert teniendo que ser identificado por la fuerza pública personada en el estadio. El cual se dirigió al equipo arbitral aplaudiéndonos en repetidas ocasiones en clara actitud de mofa, dirigiéndose a nosotros con palabras ininteligibles ».
Por otro lado la otra persona, identificada por la fuerza pública, fue Fran Sánchez, el director deportivo, que fue advertido «hasta en tres ocasiones por mi persona para que abandonara la zona en la que se encontraba, haciendo caso omiso a mi petición».
En el propio terreno de juego tras las protestas fue expulsado el preparador físico, Gonzalo Álvarez, que «entró al terreno de juego corriendo con actitud intimidatoria hacia mi persona, gritándome a escasos centímetros de mi cara y dirigiéndose a mí en los siguientes términos:" sos un hijo de p..., sos un hijo de p...". Por lo que fue expulsado en el terreno de juego. Una vez expulsado continuó insultándome, en actitud violenta».
Los tres se exponen a fuertes sanciones por sus protestas, motivadas por un error del colegiado, que como señaló Pezzolano generó dos partes diferenciadas con su equipo «anímicamente» tocado.