Diario de Valladolid

BALONMANO / LIGA ASOBAL

Y el Recoletas sigue siendo Blancanieves hechizada

Alerta roja en un Recoletas que da otro paso hacia el precipicio tras encadenar su séptima derrota consecutiva ante Cangas, rival directo, que le roba además el golaverage particular (27-26) GALERÍA DE FOTOS DEL PARTIDO

Martín Gayo vuela y lanza de forma acrobática entre líneas ante Rosell y Dimitrievski./LOF

Martín Gayo vuela y lanza de forma acrobática entre líneas ante Rosell y Dimitrievski./LOF

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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El gozo en un pozo. El Recoletas Atlético Valladolid sigue sumido en un profundo sueño, más bien en trance. Su incapacidad para sumar un mísero punto se prolonga una semana más.

Siete jornadas consecutivas con el mismo guión, repetido, casi calcado, en el que logra competir de tú a tú a cualquier rival, ayer a un Cangas espoleado por un O’Gatañal ‘caliente’ y lleno hasta la bandera, que sabía lo que se jugaba su equipo.

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 Logra competir pero no es capaz de ganar. Sus últimos minutos le llevan a la condena por enésima vez con jugadores necesarios para la guerra pero que parecen estar ya pensando en la próxima temporada y por supuesto lejos de Valladolid. Solo hay que echar un vistazo a la productividad, ínfima,  de sus centrales, con un Borja Méndez, otrora líder y buque insignia del equipo totalmente desdibujado que juega a otra cosa. Y el Recoletas Atlético Valladolid, sin esa filosofía histórica de juego marcada por la ‘escuela vallisoletana’ en la que el central es el principio del todo, la casa se derrumba. Como ayer en Cangas. Como ante Puente Genil, como ante Huesca.

El Recoletas necesita que un príncipe le despierte de ese hechizo que le ha hecho olvidarse de lo que es una victoria. Pero... ¿quién es capaz de asumir en este cuento de Blancanieves la condición de príncipe salvador? Ayer ni siquiera las paradas de César Pérez, que ejerció de valioso flotador (menos mal), sirvieron para que los ‘gladiadores azules’ salieran airosos de una batalla decisiva ante un rival directo que también le adelanta en la clasificación (15 por 13 puntos) y que además le roba el golaverage particular de cara a hipotéticos empates al final de campaña (tras el empate en Huerta del Rey).

De nuevo otro mal comienzo le hizo ir a remolque al Recoletas, muy blando en defensa sin lograr tocar. La fuerza de O’Gatañal catapultó de salida a Cangas (3-0), con un Javi Díaz espectacular. Tocaba remar, y de la mano de Freitas y Toledo, el equipo de Pisonero fue metiéndose en partido poco a poco en la batalla aunque sin la consistencia necesaria para ganar la guerra. Porque sus regalos, como el último minuto en superioridad, otorgó alas a un Cangas previsible en su juego entre líneas (14-13).

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En la segunda mitad, tras un buen comienzo, el equipo de Pisonero volvió a desconectarse para ponerse cuatro goles abajo (23-19) con 13 minutos por jugarse. Pero el partido y César Pérez concedió una oportunidad al Recoletas con su defensa abierta y 5-1 para  empatar el encuentro (23-23) cuatro minutos después. 

Era el momento de pausar el encuentro, de los centrales, de un jugador como Diego Camino, al que sigue echando de menos. Pero el Recoletas no lo tiene y la precipitación se adueñó de él por enésima vez para seguir dormido, hechizado, a la espera de ese beso que nunca llegó. Una falta en ataque y un lanzamiento errado de Oriol Blanco (el único que falló) que llevaban al empate le acabaron sepultando también en Cangas (27-26).

 

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