Medio millar de ciclistas recuerdan a la joven Estela Domínguez: «Nos han robado la vida»
La Plaza Mayor de Valladolid se ha llenado de bicicletas este domingo para recordar a la joven ciclista que perdió la vida el pasado 9 de febrero / El homenaje se ha trasladado al monolito al ciclista, donde su nombre aparece con el de otros malogrados de amantes de la bicicleta
‘Te fuiste, Estela’. Es el fiel y duro reflejo de la marcha de la joven ciclista Estela Domínguez atropellada el pasado 9 de febrero en Salamanca. Así se titulaba el poema que el filólogo José Luis España, también aficionado al ciclismo, y amigo a la familia, recitaba en la Plaza Mayor de Valladolid este domingo en recuerdo de la joven corredora de 18 años de edad.
Estela desde el cielo estará orgullosa del cariño que los amantes de las dos ruedas le han vuelto a profesar en un sencillo acto donde se ha reivindicado respeto al colectivo ciclista. El momento álgido se vivía en el monolito al ciclista, en la confluencia entre las Avenidas de Salamanca y Zamora, donde se depositaba un ramo de flores en la estatua, donde una chapa recuerda a Estela Domínguez . Ojalá sea el último nombre que se ponga en este monolito que recuerda a los que ya no están y profesaban un amor íntimo con el mundo del ciclismo. Abrumados por tanto cariño sus padres Juan Carlos y Begoña agradecían a los asistentes el apoyo mostrado, y depositaban una rosa roja, ofrecida primero al cielo junto a un beso al aire, «a su niña».
Previamente en la Plaza Mayor de Valladolid casi 500 ciclistas se concentraban para vivir un minuto de silencio en su memoria . La apertura la daba el párroco Jesús Oterino que ofrecía un responso, antes de que se recitase el poema ‘Te fuiste, Estela’. Un atronador aplauso rompía el silencio en una fría mañana de recuerdos de lo que pudo ser y no será porque su padre Juan Carlos Domínguez, reconoce sentirse «apenado. No tienes consuelo. Un día estás enrabietado, pero hagas lo que hagas no va a volver». Quiso pedir públicamente «precaución y respeto al ciclista» porque es una profesión bonita «pero de riesgo cada día que sales a entrenar. Hay que mentalizar a los conductores, yo sí que percibo que hay más respeto, sobre todo en Valladolid y también en otras zonas de España donde voy».
Y solicitaba que «mucha gente que se sube al coche sin estar en condiciones» no lo haga porque «el descuido lo pague alguien es muy duro», lamentaba, asegurando que a ellos «nos han robado la vida». El pelotón multicolor inició el recorrido por las calles de la ciudad hasta el monolito, allí Estela estuvo en alma, que no en cuerpo presente. Ojalá nunca más tengan que volver a este espacio para la memoria de los que ya no están.