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BALONMANO / LIGA ASOBAL

Debut atragantado para el Recoletas

Un Recoletas Atlético Valladolid totalmente irreconocible y verde, muy verde, sucumbe por 27-33 en el arranque de la Liga Asobal ante un BM Cuenca liderado por su central Simonet y su portero Grbabac

Tarsicio Freitas intenta penetrar por el centro ante la defensa del Rebi Cuenca. / PHOTOGENIC

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Mucho, mucho trabajo por delante para un   Recoletas Atlético Valladolid  totalmente irreconocible y aún en fase de reconstrucción . El equipo de Pisonero fue un mero juguete en manos de un Rebi BM Cuenca más rodado pero que venía de ser apeado y ‘bailado’ de su eliminatoria europea jugada sin ningún poción (33-22) en Dinamarca. 

Irreconocible porque a las primeras de cambio el recoletas mostró su más que evidente cojera en el pivote, la llave del todo, y una defensa blanda, hundida y que ni siquiera fue capaz de ‘tocar’ a la primera línea conquense. 

EL MUNDO

 

Los dos primeros minutos (0-3) con tres pérdidas consecutivas dejaron claro que el debut en plenas Ferias podía atragantarse. Y así fue porque el BM Cuenca bailó al son que tocó el central Pablo Simonet, que no solo jugó a su antojo repartiendo sino también anotando (7 goles).

La inoperancia defensiva hizo que el Recoletas siempre fuera a rebufo en el marcador. Los 18 goles encajados al descanso eran la mejor prueba de su impotencia.

Pero el ataque tampoco funcionó. Sin la añorada y reconocida llave de la escuela vallisoletana, con la conexión con el pivote, el Recoletas fue un equipo lento, con una primera línea totalmente estática y previsible a los que se sumó errores en los seis metros desde ambos extremos que convirtieron al joven portero del BM Cuenca, el croata Grbabac en protagonista y cerrojo de su portería con 15 paradas.

Sin continuidad y sobre todo sin la opción de poder correr (apenas cuatro contragolpes) el Recoletas se ahogó en su mediocridad. La excesiva rotación de banquillo tampoco sirvió para aportar lucidez, todo lo contrario.

La entrada y salida de jugadores del banquillo no dio tranquilidad ni mesura a un equipo precipitado, mal dirigido y lastrado por su primera línea.

Recoletas-BM Cuenca. / PHOTOGENIC

La reacción no llegó, ni con el cambio de portero , con un César Pérez inspiorado en el inicio de la segunda mitasd que con sus paradas ejerció de flotador de su equipo cuando debió ejercer de trampolín. Cuenca, ordenado, con las ideas muy claras  liderado por sus centrales Simonet y Mach y su lateral derecho Pizarro, no dudó en sentenciar y de paso sacar los colores a su imberbe rival vallisoletano, aún con pañales

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