FÚTBOL / REAL VALLADOLID
Narváez ve como "un privilegio" jugar en el Real Valladolid
El sorprendente último refuerzo blanquivioleta está dispuesto a actuar "en la posición de ataque que me diga el entrenador" / Asegura "ilusión, humildad y trabajo" / Luce dos cicatrices en la cabeza, producto de una operación en la que le desplazaron la piel de la cara
Lo dijo hasta en tres ocasiones. «Estar en el Real Valladolid es un privilegio». Y no es para menos. Juanjo Narváez ya tenía hechas las maletas para marcharse a Málaga cuando Toni se fue del Real Valladolid y una llamada de su representante le hizo cambiar de rumbo. De Andalucía a Castilla. Y, lo que es mucho más importante para él, de Segunda a Primera.
Las veleidades del mercado provocaron que el Pucela atase un jugador que no figuraba en los puestos principales de su lista de refuerzos, pero que viste de blanquivioleta por la imposibilidad de firmar a jugadores ya comprometidos horas antes de cierre del mercado. Uno de ellos podía estar ahora a las órdenes de Pacheta si la marcha de Toni se hubiese cerrado antes.
Narváez, que prácticamente ha perdido el acento colombiano tras muchos años en España, se mostró muy feliz de regresar a Primera «y más aún en un club como éste».
El suramericano es delantero centro pero puede jugar en ambos extremos (el club le ha traído para actuar preferentemente por el izquierdo) y no le importa dónde le ubiquen, con tal de jugar.
«Vengo con las pilas cargadas y muchas ganas de aportar al equipo en la posición de ataque en la que le necesite el entrenador. Lo importante es aportar al máximo, mostrar mi mejor versión. Llego con ilusión, humildad y ganas de trabajar para aportar al equipo».
El colombiano explica así su salida. «La negociación con el Málaga iba bien encaminada pero a última hora se cayó. El Zaragoza no me dijo que no contaba conmigo. Hablé con el míster y me manifestó que estaba contento conmigo».
El Pucela lo ha traído eminentemente como extremo zurdo. Él jugará donde le toque pero no es su posición preferida. «Me gusta estar un poco por el medio: mediapunta, delantero, pero aportaré lo máximo posible donde decida el míster».
Narvaéz luce dos visibles cicatrices en ambos parietales. Son consecuencia de una entrada al mentón del fuenlabreño Flores en 2020, que le desplazó los huesos por debajo del cráneo. Narváez fue operado, desplazándole la piel de la cara para colocar los huesos.