BALONCESTO / PLAYOFF DE ASCENSO A ACB (CUARTO PARTIDO)
El Real Valladolid Baloncesto muere con las botas puestas
El extasiado UEMCReal Valladolid sucumbe ante la lógica y calidad de un imperial Estudiantes en la cuarta batalla de los playoffs para poner los cimientos del próximo proyecto
… Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Fue bonito, muy bonito, mientras duró. Pero la brava y osada resistencia del UEMC Real Valladolid Baloncesto tenía, por desgracia, fecha de caducidad. Era una cuestión de tiempo. Porque cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado el tiempo en que se pudo.
El cuarto partido de la serie entre el Real Valladolid y el Estudiantes fue un querer y no poder . El equipo de Paco García no dudó en volver a tirar de testiculina con ese corazón que no le cabe en el pecho pero esta vez, pese a su noble intento, más de deseo que de piernas, no pudo doblegar a la calidad del Estudiantes, de los Larsen, Dee y Beirán, definitorios en el día de ayer. Pero la calidad vale dinero. Ahí está la diferencia de una eliminatoria que pese a la esperanza vallisoletana tenía un final asignado más tarde o temprano con el favorito accediendo a la codiciada Final Four.
El Real Valladolid buscó la épica, otra heroicidad como la del viernes aún sabedor de que su depósito de gasolina señalaba la luz roja de la reserva. Al contrario de lo que sucediera entre el segundo y tercer partidos, esta vez los morados apenas tuvieron tiempo para recuperarse de la tercera batalla, muy dura y tremendamente exigente físicamente.
Y para colmo se topó con el Estudiantes más serio de toda la eliminatoria, con una batería exterior digna de envidia, con Dee, Nacho Martín, Beirán y Fangiano, martilleando el aro vallisoletano sin piedad para firmar unos más que sobresalientes 12 triples de 21 intentos.
En esta ocasión no hubo batalla entre otras cosas porque el partido no se planteó, no se pudo plantear pese al deseo de querer hacerlo (otra cosa era poder) a jugarlo a campo abierto, donde sin duda más sufre el Estudiantes. En las situaciones de cinco contra cinco en medio campo el Estudiantes se sintió muy cómodo no solo por su mayor envergadura sino sobre todo por su envidiado fondo de armario. Y para colmo si las fuerzas estaban justas, el pequeño Wintering se unió al hospital de campaña cayendo lesionado en el tercer cuarto.
La resistencia vallisoletana duró concretamente 22 minutos. La salida en tromba del tercer cuarto, con un parcial de 8-1 apretó el marcador hasta el 37-38 y destapó viejos fantasmas del pasado más cercano para el Estudiantes. Sin embargo ese aliento fue el último arresto de vida de un Real Valladolid que tenía claro que su adiós a la temporada era una cuestión de tiempo, de minutos. Y es que tres triples consecutivos del Estudiantes abrieron de nuevo en canal al conjunto vallisoletano para poner la directa hacia la lógica en la que el pez grande acaba comiéndose al pez chico.
En un abrir y cerrar de ojos el marcador se estiró de nuevo hasta los diez puntos (39-49), diez puntos que en cualquier otra situación hubiera supuesto un reto pero sin embargo ya parecían todo un mundo. El partido, pese al intento de la grada de que hubiera batalla hasta el final, estaba totalmente roto. Gilbert, Sergio, Puidet, Pantzar estaban agotados, con la lengua fuera.
El Estudiantes, solo por desgaste, fue un rodillo para en el último cuarto (49-59) poner la puntilla ante un rival extasiado, con las pilas totalmente agotadas, muerto y ya sin capacidad de respuesta. El marcador, cruel, no se apiadó de los vallisoletanos y se estiró hasta la máxima del encuentro con el 59-85 tras un último parcial, sangrante, de 10-26.
El Real Valladolid Baloncesto, aplaudido por una grada sin duda agradecida al esfuerzo titánico, moría con las botas puestas poniendo punto y final a una temporada de oscuros y claros tras la llegada de su General Custer.
- "POCOS PEROS SE PUEDEN PONER A ESTE EQUIPO".- Paco García se mostraba satisfecho del esfuerzo de su equipo. "Pocos peros se nos pueden poner. Hemos luchado y lo hemos dejado todo hasta donde ha durado la gasolina. Lo hemos intentado todo y hemos llegado hasta donde hemos llegado. Como le he dicho a los jugadores, llegué el 17 de marzo para luchar contra un descenso que estaba ahí y con un calendario muy exigente, pero dos meses y medio después, la gente ha visto jugar a su equipo a un buen nivel y se ha quedado a aplaudirles hoy por su esfuerzo. Solo puedo darle las gracias a los jugadores por su tremendo esfuerzo porque lo normal era haber acabado la temporada hace dos semanas y hemos llegado hasta aquí".