Diario de Valladolid

BALONMANO / LIGA ASOBAL

El Recoletas y la tercera ley de Newton

Los 'gladiadores azules' salen de la zona de descenso bajo el paraguas del principio de acción y reacción tras doblegar a Cangas (31-26) / Serrano y César Pérez, determinantes GALERÍA FOTOGRÁFICA

Jorge Serrano ejecuta un lanzamiento. / PHOTOGENIC

Jorge Serrano ejecuta un lanzamiento. / PHOTOGENIC

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Todo o nada. Todo. El Recoletas apeló a su orgullo herido para dar un golpe encima de la mesa y salir de la zona de descenso tras su laborioso triunfo ante el Cangas Frigoríficos Morrazo, casualidades de la vida uno de los equipos revelación de la presente campaña. 

El equipo de Pisonero se agarró a la tercera Ley de Newton para sacar los dos valiosísimos puntos en juego. El partido fue un toma y daca constante reflejando como pocos el principio de acción y reacción. Porque al esperanzador inicio de los ‘gladiadores azules’ (3-1 y 6-3) tuvo respuesta de inmediato por el conjunto gallego de la mano del internacional de nuevo cuño David Iglesias, que sacó petróleo con sus penetraciones por el eje central sacando goles y exclusiones. Como la tercera Ley de Newton,  si existe una fuerza externa, tal fuerza será contrarrestada por otra igual, pero en la dirección opuesta. Así, el Cangas con un parcial de 0-5 cogió las riendas del encuentro (8-11) ante el desconcierto local.

E.M.

E.M.

Pero el principio de acción y reacción no finalizó aquí porque, casi de inmediato, tras oportuno tiempo muerto de Pisonero, cambiando de defensa (abierta con el siempre efectivo y final a la causa defensiva Miguel Camino de avanzado), opuso una fuerza que interactuó sobre la otra partícula, Cangas, con mayor intensidad para devolverles el parcial y enseñar el camino de la victoria a su equipo   con un 7-0 de parcial (con Serrano y el portero César Pérez de protagonistas) que les llevó al descanso tres arriba (15-12).

E.M.

E.M.

E.M.

E.M.

En la reanudación el guión físico no sería modificado un ápice. Porque cada golpe de uno u otro equipo tuvo respuesta inmediata de su rival. La tarjeta roja por tres exclusiones a Fischer igualó el partido (23-23) a diez minutos para el final. Sin embargo a Cangas, que posiblemente echó de menos la ausencia de su cerebro Brais, se le hizo largo el partido con el despertar de una portería vallisoletana que acabó siendo determinante para encadenar sin fallos el tramo final hasta el 31-26.

tracking