El Aula se aleja de Europa

El Caja Rural Aula, el equipo que acostumbra a hacer volar a sus aficionados por entre las nubes del balonmano de élite español, no llegó ni siquiera a despegar en Elche. Las jugadoras de Miguel Ángel Peñas ofrecieron su cara B, la que aparca la magia y la electricidad sobre la pista, para ofrecer un partido insulso y sin alma ante las locales, que las igualan en la clasificación. 

Europa se coloca más lejos de las vallisoletanas, que no aprovecharon este partido aplazado de la undécima jornada para adelantar al Málaga (20 puntos, quinto), ni igualar al  Guardés (21 puntos, cuarto). Ahora es al Elche a quien se le abre la espita de la lucha por un puesto continental.

 Al Aula el partido se le hizo bola desde el inicio. Nunca tuvo su control. El Elche se sobrepuso a sus importantes bajas y entró con fuerza al partido. Las dos primeras acciones de ataque de cada equipo fueron definitorias de lo que iba a ser el encuentro.  El Elche convirtió sus dos lanzamientos inciales, mientras que Morales emergió en la portería para neutralizar los tiros de Amaia y Elena Cuadrado. El 2-0 marcaría la pauta del encuentro. La portera local paró todo menos un disparo en los primeros ocho minutos (4-1) y las diferencias fueron creciendo. 

El Elche era muy rápido en ataque y la defensa pucelana se veía incapaz de controlar las penetraciones de las laterales y, sobre todo, el juego con la pivote Zhukova, que hizo un roto de consideración en los seis metros. O marcaba, o la hacían penalti. 

Las franjiverde acababan prácticamente siempre con tiros sus acciones de ataque, de modo que una de las grandes armas del Caja Rural Aula, su supersónico contraataque, quedaba anulada. En ataque estático el equipo no estuvo mal, encontrando buenas opciones de tiro, pero chocó con su mala puntería y con una portera en estado de gracia. El mal día se completaba con las constantes pérdidas de balón de las castellanas (acabaron con 13).

Una tímida reacción pucelana fue cortada con un 8-4. El tiempo muerto de Peñas no aclaró nada y   el marcador se convirtió en 15-8, máxima diferencia del partido. Al descanso se llegó con 16-11 y la impresión de que el signo del encuentro estaba decidido.

En la segunda mitad hubo momentos en que dio la impresión de que no era así. El Aula aumentó su velocidad de ataque, llegaron las exclusiones de las locales y surgió la figura de Amaia para apretar el marcador.  

Del 18-12 se pasó al 21-18. El Elche estaba cansado, tuvo unas cuantas pérdidas y el Aula olió la sangre, afinando el contraataque. El tiempo muerto de Rocamora con ese marcador sí surtió efecto. El Elche serenó su juego y apareció la figura de Nuria Andreu para controlar el partido. Marcó tres goles, pero en momentos clave.

El Aula confió su ataque a Jimena y Elba, además de Amaia, pero las diferencias ya oscilaron entre los cuatro o cinco goles , pues Morales volvió a mostrarse como una puerta de acero, al igual que en el inicio del encuentro. El partido concluyó con un 28-23 justo y una lucha por Europa que se pone a contracorriente.