Diario de Valladolid

BALONCESTO / LEB-ORO

El UEMC Real Valladolid Baloncesto, víctima de su montaña rusa en Cáceres

El UEMC Real Valladolid vuelve a las andadas y paga sus desconexiones en Cáceres / Con un acertado Wintering no bastó GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL PARTIDO

Sergio de la Fuente en el partido en Cáceres. / LOF

Sergio de la Fuente en el partido en Cáceres. / LOF

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Con el paso totalmente cambiado por culpa de ese Covid que no respeta a nadie, el UEMC Real Valladolid , solo tres días después de haber recuperado por la vía rápida uno de sus cuatro duelos aplazados ante el Juaristi en el partido posiblemente más plácido de su historia, tuvo que regresar al barro, a sudar, competir y sufrir hasta el último segundo. En poco, en nada, se pareció el partido en Cáceres al disputado en Azpeitia.

En esta ocasión el hambre y mayor deseo del conjunto extremeño jugó un papel decisivo ante un UEMC, blando, lejos de su mejor versión y que, como antaño, volvió a pagar sus terribles desconexiones .

Desconexiones como en el arranque de partido donde cada balón dividido quedaba, casualidad o no, en manos de su rival. Ese falta de dureza defensiva dejó a Cáceres llevar el peso del partido con ventajas  cercanas a los 10 puntos.

Pero la desconexión comenzó desde el banquillo y en esa confianza ciega en jugadores que siguen sin aportar, que ni miran ni siquiera al aro por miedo a fallar y que se presionan en exceso como el joven García-Abril, de nuevo titular y otra vez espectador de lujo en el campo. Pero sería injusto cargar las tintas sobre un canterano al que quizás le queda mucho trabajo por delante, trabajo de verdad tras vivir una acelerada efervescencia. El problema está en otros jugadores que por unas razones u otras siguen sumidos en un profundo y preocupante letargo de activación y... acierto. Y ante esto, los rivales, como ocurrió en Cáceres, se aprovechan para sacar la guadaña.

Así, con las cartas marcadas el UEMC quedó a merced de un Cáceres que firmaba su cuarta victoria consecutiva a base de arreones. El inicial (19-12 y 47-37 al descanso) y sobre todo en los inicios del tercer periodo, marchándose por hasta por 17 puntos (56-39) y en el cuarto y decisivo tras ver perdida su ventaja en un increíble abrir y cerrar de ojos. Porque el UEMC, haciendo la goma y apoyado única y exclusivamente en la magia (ofensiva) de Wintering, el único capaz de ver el aro, fue capaz de hacer lo más difícil como era empatar el partido con diez minutos por jugarse (63-63).

Pero la reacción fue un espejismo, entre otras cosas porque el UEMC , de nuevo, estuvo subido en la montaña rusa y en el último cuarto, el de la verdad, incomprensiblemente tocaba bajar otorgando galones a Duncan, Toledo, Lobo y Schmidt, que aprovecharon la mala, la nula defensa hombre-balón.

Así , Cáceres, que se había metido en un lío perdiendo una renta de 17 puntos, metió la directa ante la negación de los Raffington (otra vez), Sergio (caricaturizado ayer),Pantzar (frío) y Kuipper (ansioso). Solo con Wintering y con pinceladas de Geks y Pippen, no bastó para sumar un triunfo que encienda la luz de la esperanza. Lamentablemente el partido en Azpeitia no sirvió de guía, entre otras cosas porque Cáceres no era Juaristi (86-80).

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