LA DESPEDIDA DEL MUNDIAL DE MOTOGP
Márquez persigue la Triple Corona en el GP de Valencia
El campeón catalán intenta convertir, de nuevo, al equipo Repsol Honda en campeón de escuderías, pese a la pésima temporada de su compañero Lorenzo. Márquez ha sumado, hasta ahora, 395 de los 430 puntos que tiene su 'team' y pelea, él solo, contra el poderio que representan Dovizioso y Petrucci (Ducati)
Es posible que en un deporte tan individual como el motociclismo, pese a que todos los pilotos reivindican que se prepara en equipo y que es, desde luego, trabajo de todos acabar consiguiendo las victorias (por supuesto de la fábrica que proporciona una moto ganadora, que pone a punto y mejora el equipo técnico de cada escudería), la tentación sea mirar, únicamente, los números individuales. Pero hay momentos, como el que nos ocupa, donde la aportación de un piloto a su equipo, a su fábrica, a su escudería, convierte sus gestas en algo más que conquistas individuales.
Ese ha sido y está siendo el papel importantísimo que Marc Márquez (Repsol Honda), hace ya muchas semanas campeón del mundo, de nuevo, de MotoGP (van seis títulos en siete años), está jugando tanto en la conquista de un nuevo cetro mundial de constructores para la firma Honda, vital para los japoneses pues esa es la única manera de poder publicitar, en sus motos de calle, que son campeones del mundo (el cetro individual de Marc no les concede ese privilegio), como en el intento, de nuevo, de conseguir el campeonato de escuderías, que ofrezca al gran patrocinador del equipo campeón, la compañía energética española Repsol, la posibilidad también de decir que son campeones.
MÁRQUEZ, SOLO ANTE DUCATI
Tanto en el caso de la lucha por el título de constructores como en el caso de la pelea por el cetro de escuderias, Márquez se ha estado enfrentando, él solito, durante toda la temporada, a la poderosa marca Ducati, a la que acabó derrotando venciendo en Motegi (Japón) y otorgando el cetro al presidente de Honda en persona, así como, en el Mundial de equipos, a los dos pilotos italianos Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci, que le aventajan en solo dos puntos (432 contra 430), a falta de la carrera que se disputa este fin de semana en Cheste (Valencia) y despide la temporada.
Tanto en un caso como en otro, es decir, tanto a la hora de ganar el Mundial de constructores para Honda como en el momento de intentar repetir título de escuderías para premiar a Repsol, Márquez no ha tenido, apenas, ayuda de los dos pilotos oficiales de la marca, el pentacampeón mallorquín Jorge Lorenzo, que está protagonizando la peor temporada de su dilatada vida, como del alemán Stefan Bradl, piloto probador que, a menudo, ha sustituido a Lorenzo en algunos grandes premios sin mejorar sus ridículos resultados.
UNA CAMPAÑA ARROLLADORA
Una vez conquistado (Malasia) su octava corona y rubricado, en el siguiente gran premio (Japón), el cetro de constructores, Márquez viaja hoy a Cheste (Valencia) con la intención de conseguir su 12 victoria de la temporada (Argentina, Jerez, Francia, Barcelona, Alemania, Brno, San Marino, Aragón, Tailandia, Japón y Australia) o, en el peor de los casos, que es lo que ha ocurrido hasta ahora este año, su séptimo segundo puesto (Catar, Italia, Holanda, Austria, Inglaterra y Malasia), lo que le permitiría redondear lo que todo el mundo considera ya como una de las temporadas más brillantes de un campeón a lo largo de décadas de Mundial.
Márquez se presenta en Cheste habiendo sumado 395 puntos de los 430 que tiene, en la clasificación por equipo, el team Repsol Honda, es decir, habiendo conquistado casi la totalidad de esos puntos, ya que Lorenzo solo ha aportado 25 y Bradl, 10. Mientras que, en el bando rival, en el team de la fábrica de Borgo Panigale (Italia), la cosa está bastante más repartida, de ahí la enorme dificultad que tiene la batalla que libra el piloto de Cervera ante el poderío italiano: Dovizioso aporta 256 de los 432 puntos que suma Ducati y Petrux, en una mala campaña, 176, es decir, 151 puntos más que Lorenzo, más de seis victorias.
Es posible, sí, en efecto, que alguien como Márquez (8 títulos mundiales, 133 podios, 81 victorias, 90 poles positions y 71 vueltas rápidas) pueda, por sí solo, alcanzar, de nuevo, la Triple Corona (títulos de pilotos, constructores y escuderias), pero se antoja muy complicado que, de nuevo, repita una gesta así ante dos pilotos como Dovi y Petrux, cuyo único objetivo el domingo será sumar dos puntos más que Márquezy Lorenzo, cuya mejor clasificación este año ha sido un 11 puesto en el Gran Premio de Francia, de Le Mans. El resto ha sido: 13, 12, 12, 13, 14, 14, 20, 18, 17, 16 y 14.
CAMPEÓN CON ANTELACIÓN
Yo hace tiempo que he hecho mi trabajo, pero sería muy hermoso poder ofrecerle a nuestro patrocinador principal, Repsol, la recompensa de un nuevo título de escuderías y, a la vez, repetir la Triple Corona, señala Márquez después de la gran fiesta, vivida, el pasado sábado, con su hermano Àlex, campeón de Moto2, en Cervera (Lérida). Vamos a Cheste con esa intención y esperemos que Jorge (Lorenzo) se encuentre mejor allí, donde ha ganado hasta cuatro veces en MotoGP (2010, 2013, 2015 y 2016) y pueda echarnos una mano para que consigamos nuestro objetivo.
El dominio de Márquez este año ha sido insultante para sus adversarios, para todos. El campeonísimo catalán se presenta en Valencia, a falta de una carrera, con 139 puntos más que Dovi, es decir, más de cinco victorias (125), 194 más que Maverick Viñales, 201 más que Àlex Rins (estos dos últimos se jugarán en Cheste ser tercero del Mundial de pilotos), 223 más que el rookie del año, el francés Fabio Quartararo, y la friolera de 229 puntos, es decir, más de nueve victorias (225), sobre el mito Valentino Rossi, que lleva más de dos años sin ganar y diez años persiguiendo su décimo título mundial.