Objetivo: siete puntos
Los blanquivioleta pueden necesitar dos triunfos y un empate en los tres partidos finales, tras los buenos resultados de sus rivales en la última jornada / Athletic, Rayo y Valencia se juegan algo a día de hoy
Los jugadores blanquivioleta aplauden a su afición tras el triunfo ante el Girona en Zorrilla.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS
Tres jornadas. Nueve puntos. El éxtasis y la tortura están separados por esta cifra para los equipos que navegan en pos de la permanencia en Primera División. El pleno garantiza a cualquiera de los implicados la supervivencia, excepto Rayo y Huesca, a los que sólo les resta un hilo de vida que quieren mantener hasta el final. El resto deberá ganar al menos dos partidos para evitar la quema. Menos el Villarreal, impulsado hasta unos 40 puntos que le colocan al borde de la permanencia.
Siete son los equipos que luchan en las últimas tres jornadas ligueras para seguir en Primera División. Siguen a los castellonenses Celta, Levante y Girona, empatados a 37 puntos. Con 35, abriendo la zona de descenso, figura el Real Valladolid. El Rayo viaja a unos distantes 31, un punto por encima del colista Huesca.
Los blanquivioleta no lo tiene fácil, pero está en su mano ya que dependen de sí mismos. El Girona-Levante de la penúltima jornada se lo permite. Aunque ambos hagan tablas, el triple, cuádruple o incluso quíntuple empate deposita a los pucelanos fuera del descenso.
La competición ha querido que los de Sergio se enfrenten a tres rivales con algo en juego. El Athletic lucha por entrar en la Liga Europa, el Rayo por la salvación y el Valencia por ser equipo Champions. La esperanza del Real Valladolid es que madrileños y valencianos ya conozcan su destino cuando se midan a él.
Tras los pésimos resultados para los intereses pucelanos en la última jornada (puntuaron todos menos ellos y el Levante) serán necesarias dos victorias para atar la permanencia, y quizá un empate más. Es decir: 7 puntos de 9.
El Villarreal lo tiene más fácil. Visita a un Real Madrid convertido en cadáver ambulante y recibe al Éibar. Acaba en Getafe, quizá con todo decidido, por lo que entonces no habría miedo ante el hambre europea del rival.
El Celta se ha encontrado un final irregular. Si el Barcelona imita a su eterno rival y se deja ir, al no jugarse nada, tendrá mucho ganado. Tras recibir al campeón de Liga, los celeste visitan al Athletic, en plena lucha continental, y reciben al Rayo, quizá ya desahuciado.
El Levante se enfrenta a dos rivales por la permanencia. Recibe al Rayo antes de jugar en Gerona y se despide en casa del Atlético. Nada fácil si los de Simeone se lo toman como ante los blanquivioleta.
Tampoco es asequible el calendario del Girona. Visita Getafe y Vitoria, con el partido del Levante en medio. El Alavés tiene todo hecho. El Rayo es el único que se mide a tres equipos de su guerra: Levante, Real Valladolid y Celta. Muy duro calendario. El Huesca, tras recibir al Valencia, se enfrenta a Betis y Alavés, que no se juegan nada. Un aspecto éste que en el final de Liga cuenta más que la calidad.