Diario de Valladolid

Compuesto y sin pívot

En el momento crítico de la temporada al Carramimbre no le queda más remedio que reinventarse tras la fuga de su americano Hayes / El club informó ayer que ya quiso marcharse en febrero

Bradley Hayes realiza un mate en el partido que enfrentó al Carramimbre con el Covirán Granada esta campaña.-J. M. LOSTAU

Bradley Hayes realiza un mate en el partido que enfrentó al Carramimbre con el Covirán Granada esta campaña.-J. M. LOSTAU

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Los imponderables y la casuística que rodea al Carramimbre Ciudad de Valladolid vuelve a meter al club en una encrucijada sin salida. Bradley Hayes abandona la disciplina del equipo por decisión propia rompiendo el contyrato que le unía al club carmesí de forma unilateral y deja al equipo compuesto y... sin pívot. Y lo hace en un momento crítico de la temporada, a falta de tres jornadas para la conclusión de la Liga regular en la LEB-Oro y con el Carramimbre jugándose sus opciones de acceder al playoff de ascenso. No hay vuelta atrás. La situación de Bradley Hayes, pívot que llegó al equipo con la vitola de ‘gran jugador’ fichado a un coste económico asumible para un club como el Ciudad de Valladolid, se fue enrocando hasta quedarse sin capacidad de movimiento. Porque a Paco García no le queda más remedio ahora que hacer borrón y cuenta nueva, dar rienda suelata a la improvisación y que su equipo, sin su torre de 2,13 metros, se reinvente. No hay otro camino tras la decisión del jugador, que como confesaba ayer el director deportivo del club, Pepe Catalina, ya vació su taquilla tras el último partido ante Oviedo. Un partido en el que curiosamente Hayes apenas intervino dado su bajo rendimiento y donde Paco García volvió a cargar contra él en la rueda de prensa posterior al encuentro llamándole ‘Phantomas’.

Pero la falta de sintonía o divorcio (como lo quieran llamar) del jugador con el entrenador y su forma de interpretar el baloncesto viene de lejos como ayer reflejó Pepe Catalina en una rueda de prensa convocada de urgencia en la que detalló cronológicamente y con profundidad la salida del jugador norteamericano. «Nada más llegar detectamos que Hayes dificultades para poder seguir el ritmo de los entrenamientos y eso nos generó una preocupación. Ya en pretemporada detectamos que no era capaz de marcar diferencias y que tenía tendencias a jugar abierto, aunque nosotros pretendíamos que jugase en el poste bajo. Fue la primera preocupación profunda que vimos y le trasladamos a la directiva que Bradley Hayes no nos iba a dar lo que necesitábamos».

El director deportivo reconoció que se planteó a la directiva cortarle tras el partido de Bilbao en la primera vueltay después tras una racha de derrotas. E incluso que el club dio el beneplácito para su salida teniendo en cartera a Jito Kok. Pero llegó el desfase presupuestario y todo se vino abajo. «Fue en febrero después del partido contra Bilbao (22 de febrero) cuando Hayes me transmite su decisión de marchar, pero después de explicarle que nos haría un daño muy grande y que su reputación no iba a quedar en buen lugar decide quedarse, aunque su actitud ya era diferente, forzada. Ya le habíamos perdido anímica y mentalmente como se demostró posteriormente en Ourense cuando fue descalificado. Lo fácil y lo cómodo hubiera sido haber puesto fin a esto en septiembre, pero eso no es posible en este club, así que lo hemos llevado lo mejor posible», sentencia Catalina.

Por su parte Paco García, que compareció en la rueda de prensa junto al director deportivo, indicó que no era cierto que hubiese un divorcio entre el jugador y él. «“No es verdad, solo hubo un incidente puntual, como con otros muchos otros jugadores. Mi trabajo es sacar el máximo rendimiento a cada jugador y con él lo he intentado por las buenas, por las regulares y por las malas. Él no ha respondido a las exigencias, pero yo no tengo ningún problema con él, es un buen chico. “Cuando madure será un jugador interesante, pero ahora mismo está desubicado y es un inmaduro total como jugador y como persona. Me duele que parezca que soy el máximo responsable por no haberle entendido o haberle sacado el máximo rendimiento, yo también me merezco un poco de cariño y un poco de respeto».

El técnico no dudó en trasladar toda la culpa al jugador. «La decisión de irse no ha sido del entrenador porque es él el que se marcha y el que deja colgado al resto de compañeros.Es él», replica.

Paco García también indicó que tars la fuga no queda otra que «buscar a nivel táctico otras maneras de jugar con un solo ‘5’ (Aboubacar)».

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