El Pucela tutea al Barça
Planta cara al líder en el Camp Nou y pierde por un penalti / Masip, el mejor del partido, detiene otra pena máxima al argentino / El Valladolid, que jugó con tres centrales, desaprovecha con pases malos sus frecuentes llegadas al área
Sería exagerado decir que el Barça sufrió para ganar al Valladolid. El raquítico 1-0 y las frecuentes llegadas al área de los blanquivioleta pueden animar a pensar en eso, pero también conviene reflejar que Ter Stegen no tuvo mucho trabajo y el mejor del Valladolid, y de los dos equipos, sobre el césped del Camp Nou fue Masip, un portero que salió de la Masía y que anoche a punto estuvo de amargar la fiesta a varios de sus excompañeros. El meta estuvo a punto de desviar el penalti de Messi que dio el triunfo al líder, le detuvo otro en la segunda parte y desbarató las ocasiones más claras de los azulgrana.
El Valladolid se va del Camp Nou con una sensación similar a la vivida en el Bernabéu en noviembre. Le jugó al Barça de tú a tú y se presentó ante la portería de Ter Stegen con facilidad. El problema es que falló una y otra vez a la hora de culminar los ataques. Añadan a eso los numerosos pases errados en contraataques en los que el Valladolid había sorprendido a la defensa del Barça, de la que sólo se salva Piqué. En una de sus numerosas intervenciones cortó un centro de Nacho a Ünal que estaba libre de marca para bajar el balón al suelo y chutar. Además, el central cortó con autoridad numerosos centros al área que buscaban al turco y a Sergio Guardiola
El duelo de anoche tuvo un guión similar al del Bernabéu con la diferencia de que el Madrid de entonces era un equipo roto y al Barça de ayer le salvaron el gol de Messi y el oficio de Piqué. El astro argentino era la gran duda antes del partido. Había opiniones para todos los gustos y muchos pensaban desde la propia Ciudad Condal y el propio entorno del Barça que tendría descanso con vistas al calendario inmediato con el estreno en octavos de la Champions y dos partidos casi seguidos contra el Madrid de Copa y Liga. Pese a ostentar el liderato, el Barça no muestar en la actualidad su mejor versión y Valverde optó por lo práctico. Con el mejor en el césped, el técnico estaba más tranquilo.
La lucha en el terreno de juego tuvo previamente otra en los banquillos. Sergio y Valverde no dieron pistas. Sergio llegó a Barcelona con importantes bajas y plantó a un Valladolid con muchos cambios. Apostó por tres centrales y alineó a Joaquín junto a Kiko Olivas y Calero, en el centro del campo situó a Anuar cerca de Míchel, Verde actuó de enganche y en el ataque Ünal acompañó a Guardiola.Pero por encima de todo había un claro objetivo, frenar a Messi. Aunque los entrenadores reiteran cada vez que se enfrentan a este Barça que vigilan a todos los rivales por igual, el astro argentino acapara marcajes múltiples. Un jugador le espera en el momento que recibe el balón y al menos otros dos le salen al paso si avanza hacia el área. En este sentido, Anuar y Joaquín realizaron un trabajo magnífico y provocaron varias pérdidas de balón y hasta una tarjeta amarilla que el colegiado le enseñó tras una airada protesta.
A Messi le costaba encontrar esos huecos que casi siempre sólo ve él, Alba y Sergi Roberto fueron muy previsibles, y fallones, toda la noche y el único que puso en algún aprieto a la zaga fue Dembélé.
El Valladolid no se limitó solo a defender. Sacó el balón jugado a ras de hierba y buscó la velocidad de Nacho por la banda izquierda. Al Valladolid le sobró lentitud en el centro del campo. Cogió a contratiempo al Barça en varias ocasiones pero no tuvo la velocidad que requiere un buen contraataque.
El gol de Messi al transformar un penalti de Míchel a Piqué -de esos que se pitan de ciento en viento- no alteró el guión del partido. El Valladolid buscó el empate, aunque con los mismos fallos en ataque, y se encontró atrás con su Ángel de la guarda, Masip, que sacó de quicio primero a Luis Suárez y después al mismísimo Messi. Con un centro del campo más rápido y delanteros más incisivos, el Valladolid habría hecho sufrir a este Barça que gana por inercia y que anoche jugó sólo a ráfagas. Masip detuvo un penalti al astro argentino y consiguió que el Valladolid llegase vivo al final del encuentro.