Valentía desde las trincheras
El Recoletas Atlético Valladolid suma un punto (24-24) ante el reforzado, rocoso e incómodo Bidasoa en un partido electrizante en el que ejerció de valioso flotador el portero César Pérez
El mundo está para comérselo, es un lugar para los valientes, para los que no dudan en desafiar a la lógica, para los que a base de actitud y determinación son capaces de hacer frente a dificultades como las que se presentaron ayer en Huerta del Rey en un partido trabado y ante un rival no solo rearmado con hasta siete extranjeros (cuatro franceses, dos chilenos y un brasileño) sino llamado a estar, gracias a una inversión en plantel que dobla a la vallisoletana, en la zona noble de la clasificación.
David Pisonero ya alertaba de la dificultad del envite cuando se sorteó el calendario en el mes de julio. «A ver si somos capaces de sumar algún punto antes de la visita del Barça en la tercera jornada». Y con coraje y valentía, mucha valentía, «su» Recoletas recibirá al todopoderoso FCBarcelona con tres puntos de cuatro posibles en su casillero. Ayer, en un envite complicado supo sacar arrestos para meterse en el partido y pujar por él después de un comienzo dubitativo, plagado de errores y condicionado por la férrea pero disciplinada defensa 6-0 del Bidasoa que cerró a cal y canto el camino al juego de continuidad que tanto le gusta al Recoletas. Lanzamientos errados, pases perdidos y faltas en ataque (hasta cinco) dejó sumido en la espesura a un conjunto vallisoletano que tuvo en su portero César Pérez, muy activo y efectivo durante todo el choque, un flotado al que agarrarse ante un Bidasoa superior que se puso tres goles arriba (3-7) llegado al ecuador del primer acto.
Casi condenados a luchar en las trincheras con todos o casi todos los ataques derivados al centro y por tanto a luchar ante la muralla defensiva irundarra, el partido necesitaba un giro ante tal atasco. Y al toque de corneta la segunda unidad fue la encargada de dar respuesta a todas las dudas. La valentía de David Pisonero por apostar por la joven perla zurda Miguel Martínez y por el extremo Dani Pérez, sirvió para dar la vuelta a la tortilla y marcharse al descaso con un más que esperanzador 13-11 en el electrónico de Huerta del Rey.
El Recoletas estaba pagando su mala selección de tiro, también lastrada en los lanzamientos de penalti donde desperdició hasta cuatro de cuatro jugadores diferentes. Por su parte el Bidasoa, con una buena portería, con el pequeño pivote chileno Esteban Salinas haciendo daño en los seis metros y con la actividad del otro Salinas, Rodrigo, y el francés Renaud-David como faros ofensivos del equipo, no solo fue capaz de olvidar las bajas de sus extremos titulares Crowley y Odriozola y la sequía de su brazo ejecutor Rudy Seri, perfectamente vigilado con la defensa 5-1 de los gladiadores azules, sino que pujó por el partido hasta el minuto final.
Una más que discutida exclusión de Serdio puso en bandeja el triunfo al Bidasoa a 3.10 para el final. Afortunadamente el trabajo defensivo y un inspirado César Pérez, voltearon los papeles a favor de un Recoletas que con un minuto para el final con uno arriba (24-23) y balón no fue capaz de poner la puntilla, regalo que aprovechó el Bidasoa para empatar a 18 segundos para el final. La última jugada de los de Pisonero, de pizarra, acabó muriendo estrellada en la muralla irundarra con un más que posible penalti no sancionado (24-24).
«Nosotros siempre ganamos un punto»
¿Se ganó un punto o se perdió un punto ayer ante el Bidasoa? David Pisonero no tiene dudas. «Nosotros siempre ganamos un punto. No somos el Barça y no podemos estar todos los días al nivel ofrecido en Cuenca», aseveró.
El entrenador del Recoletas Atlético Valladolid reconoció que «fue un partido como esperaba». «Defensivamente son una auténtica muralla. Nos ha costado mucho entrar en el partido y crear superioridades. Tuvimos opciones pero no estuvimos acertados de cara a portería. No hemos estado sueltos en ningún momento y al final han sido los detalles los que han marcado el choque», aseguró.
Detalles como los cuatro penaltis errados a lo largo del encuentro con la curiosidad de que fueron errados por cuatro jugadores diferentes e incluso acabó lanzando un inusual como es Abel Serdio, que también falló. Pisonero tenía su explicación. Su portero es mucho e planilla (de estudio del rival) y aunque no tenemos un especialista puro de tiro, solo Diego Camino, los lanzaron los que suele tirarlos».
El técnico vallisoletano también tuvo palabras para el debut de uno de los gemelos, Miguel Martínez, en un partido de tanta exigencia. «Hoy le ha tocado salir a un chaval de 18 años y eso, la verdad, es que nos define como equipo».