Nacho sale del hoyo

Nacho es uno de los jugadores blanquivioleta succionados por el Triángulo de las Bermudas, con subsede en Zorrilla. El mismo que se tragó a Míchel, para luego devolverlo, y aún mantiene recluidos a Toni y Cotán.

Titular indiscutible en los primeros partidos, Nacho pasó del once inicial al ostracismo con un pequeño paréntesis de tres partidos. De repente ya no entraba ni en las convocatorias, como si fuese un ministro destituido al que el partido ya no permite ni ser concejal en su pueblo. En este caso no le mató la corrupción. Fue el 2-3 ante el Numancia.

Hasta el sábado. El lateral no sólo volvió a la lista después de 15 jornadas sin jugar y ni siquiera ser convocado en las últimas 8, sino que regresó al verde con el uniforme de su equipo tras casi cuatro meses fuera.

«La verdad es que me sorprendió un poco jugar. Llevaba tiempo sin entrar en una convocatoria, lo hice el sábado y tuve que salir porque a Olivas lo expulsaron», comenta el defensa tras el entrenamiento de ayer.

Luis César no le ha explicado por qué ha estado tanto tiempo sin jugar. Tampoco le ha dado instrucciones sobre lo que debía mejorar para volver, según el madrileño. Lo comenta con un final de esperanza. «Tendrá sus motivos pero no me ha dado ningún consejo ni nada. Desde la última vez en que fui convocado he seguido entrenando con ganas, para que en cualquier momento que tenga la oportunidad, intentar aprovecharla».

¿Y Nacho por qué cree que salió del equipo? El lateral izquierdo se ha convertido en un carrusel maldito por que, además de él, han pasado Ángel, Moyano y Herrera. La cabeza de un futbolista da muchas vueltas cuando no juega. «Es cierto que la cabeza te juega malas pasadas, pero no sé por qué no he jugado. Ésa es la verdad. No sé decir qué ha pasado. El míster optó en su momento por otros compañeros y ya está».

Decía Míchel cuando no jugaba que fue una época en la que lo pasó bastante mal. ¿Cómo lo ha llevado él? «Muy mal también. Sobre todo porque empecé jugando. Cuando pasas de jugar a desaparecer se lleva mal. Llega un momento en que entrenas y entrenas, y ves que no vuelve a aparecer esa oportunidad. Pero siempre hay que estar preparado y ser positivo para que, cuando vuelvas, no desaparecer otra vez».

Ese mensaje de autoayuda explica que nunca llegase a dar por perdida la temporada. «No. En ese aspecto ya digo que soy una persona positiva y las cosas pueden cambiar en cualquier momento, como así ha sido».

En la media hora que jugó ante el Reus se le vio correcto en defensa y muy activo en ataque, con sus habitualmente precisos centros. ¿Puede abrirle su actuación las puertas del retorno? La cautela preside su respuesta. «No lo sé. Fue un momento puntual, porque tuve que salir por una expulsión. Desde el instante en que dejé de jugar tengo en la mente volver lo antes posible e intentar ganarme el puesto otra vez».

Sus sensaciones al volver al campo no fueron precisamente de relajación. «Es difícil porque salí sin calentar, con diez y ante un equipo que nos atacaba bastante. Intenté aportar en defensa y ataque lo que pedía el equipo y tuvimos la suerte de que pudimos amarrar el resultado y llevarnos los tres puntos».

¿Acusó la falta de ritmo? «Por supuesto que se nota. Es normal cuando llevas tiempo sin jugar. Por mucho que entrenes, el partido es a otro ritmo y otra intensidad. Creo que me adapté bien. Si tengo la suerte de seguir jugando, intentaré cogerlo lo antes posible».

Nacho finalmente reconoce que entrar en la convocatoria le condujo a pensar que podía jugar. «Siempre que entro en la lista estoy mentalizado de que puede pasar cualquier cosa».