Se prolonga la agonía
Luis César se sentará en el banquillo frente al Alcorcón al no encontrarle un sustituto de garantías pero no está asegurada su continuidad más allá / Djukic, posibilidad en la recámara
Luis César, de cara, con su ayudante, durante el entrenamiento del pasado lunes.-RVCF
Continúa el esperpento en Zorrilla. Luis César entrenará hoy al Real Valladolid. Y pasado. Y al otro. Y el sábado se sentará en el banquillo de Santo Domingo para dirigir al equipo frente al Alcorcón. ¿Quiere esto decir que el club confía de nuevo en su técnico? No. ¿Acabará el gallego la temporada? Responder a esa pregunta en el club en el que todo es posible, es más difícil que acertar una quiniela de 15. Pero la idea de relevarlo no ha cambiado. Una cantinela que suena tan creíble como la historia de Pedro y el lobo.
La continuidad del míster hasta el próximo sábado se la reveló a última hora de la mañana de ayer el propio Carlos Suárez a Radio Marca, de guardia a la entrada de las oficinas del estadio, cuando el presidente abandonaba el recinto. Antes hubo una cumbre del dirigente con los miembros de la dirección deportiva para valorar las alternativas a Luis César.
Tras las ofertas rechazadas por Joaquín Caparrós y Diego Aguirre, ninguno de los nombres de entrenadores sin equipo puestos sobre la mesa convencía lo suficiente. No se barajaron más alternativas y además se echaba el tiempo encima. Sería ridículo aguantar diez días a un entrenador con el que no se cuenta, tragando con la ya famosa rueda de prensa previa al Rayo entre medias, para echarlo casi en vísperas de un partido.
La gente de la casa tampoco figuró entre los posibles relevos. Víctor Fernández, entrenador del juvenil A, acudió a las oficinas, pero no con ese fin. Tampoco se han planteado en la institución subir a Miguel Rivera, pese al excelente papel que está realizando con el Real Valladolid B.
La baza de Álvaro Rubio, hombre de la casa y con el título de entrenador, se ve aún prematura por su inexperiencia, pero en un futuro puede desempeñar el papel que antaño desarrollaban Antonio Santos o Pepe Moré como pieza de interregno entre la salida de un entrenador y la llegada de otro.
Al futuro de Luis César se le abren ahora dos vías. Si el equipo gana en Alcorcón con un fútbol solvente (sólo ha derrotado a domicilio a los dos últimos), es posible que se le den más oportunidades. Si no, se buscará otra vía, aunque el club se ha mostrado incapaz de hacer las cosas a su debido tiempo en algo tan habitual como despedir a un entrenador y fichar a otro.
Esa vía puede venir de la mano de un viejo conocido de la afición blanquivioleta: Miroslav Djukic. La web pucelafichajes informó el lunes de esta posibilidad, que está sobre la mesa. Todo casa: el Partizan está a punto de despedir al técnico, pero no lo ha hecho porque pretende que éste renuncie a 600.000 euros que le restan por cobrar. Las posturas entre ambas partes están enquistadas y la rescisión puede extenderse más allá del fin de semana, pues tres técnicos se han negado a sustituirlo. ¿Qué hará entonces el Real Valladolid?
RELACIÓN Los problemas entre Suárez y el serbio desaparecieron
La salida del Miroslav Djukic del Real Valladolid al Valencia fue traumática. El club entendió que hubo incumplimiento de contrato, al comunicar tarde su salida y quedar renovado el acuerdo. El serbio exigía la misma cantidad en concepto de indemnización. Al final el caso acabó en los tribunales, que dieron la razón a Djukic en Apelación, aunque fueron indemnizados él y su equipo de trabajo con menos de 50.000 euros.
La brecha entre Suárez y el serbio se abrió, pero sobre todo entre aquél y Carlos Bucero, agente de Djukic y hasta entonces amigo íntimo del presidente. Con el tiempo la relación de éste con el entrenador mejoró hasta acabar recuperándose, aunque la fuerte amistad que mantenía con el representante se quebró del todo al sentirse engañado.
Los contactos entre Suárez y Djukic han sido frecuentes y es posible que se haya producido alguno de cara al regreso de un entrenador que dejó una excelente imagen, subiendo al equipo a Primera y manteniéndolo sin problemas en la temporada siguiente. Tras su marcha llegó JIM, con el que comenzó la cuesta abajo que tiene al equipo en la actual situación.
De Djukic se valora tanto su fuerte carácter, de lo que la plantilla está necesitada, como su orden defensivo. Sus entrenamientos no son el culmen de la modernidad pero sus equipos suelen tener carácter y estar en tensión.