Diario de Valladolid

REAL VALLADOLID

Lección de carácter

El Valladolid tira de casta para empatar el primer duelo del playoff / Colosal Hernán Pérez, que igualó el partido tras el temprano gol de Araujo y lideró la reacción local / Los de Rubi acabaron con 9 tras ser expulsados Chica y Timor

Raul sale de la portería ante el remate de Chica, que fue expulsado por doble amonestación en el minuto 76.-J.M. Lostau

Raul sale de la portería ante el remate de Chica, que fue expulsado por doble amonestación en el minuto 76.-J.M. Lostau

Publicado por
Javier Álamo
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El Real Valladolid salió vivo del primer combate del playoff. Tardó más de 20 minutos en meterse en el partido, cuando ya había encajado un gol, borró del campo después a Las Palmas tras empatar Hernán Pérez y sacó a relucir su furia en el último cuarto de hora al quedarse con sólo nueve jugadores al ser expulsados Chica y Timor por doble amonestación. El desenlace del partido pudo ser mucho peor. Lo curioso es que en ese tiempo los hombres de Rubi tuvieron el balón y no pasaron apuros pese a su inferioridad numérica.

Pero el 1-1 es peligroso. La eliminatoria está abierta, aunque llegará al sábado con ventaja para los canarios, a quienes les sirve el empate inicial para salvar esta semifinal. El 1-1 obliga al Valladolid a presentar un plan ambicioso en el estadio Gran Canaria. Necesita al menos un gol y si marca dos, obligará a Las Palmas a ganar.

En el primer tiempo se vieron dos partidos completamente distintos. Salió con ambición el equipo canario y atenazó a un nervioso Valladolid que estaba fuera de sí. Rubi dejó en el banquillo a Mojica y apostó por un centro del campo con tres jugadores, André Leao, Rubio y Timor, pero ninguno de ellos acertaba a frenar la avalancha visitante. Roque dio el primer aviso a los siete minutos y lanzó fuera cuando lo más fácil era batir a Javi Varas. En la jugada siguiente, Araujo tuvo más sangre fría, aprovechó el fallo de Samuel y cruzó el balón con habilidad al fondo de las mallas. El delantero era el mayor peligro de Las Palmas y le bastaron ocho minutos para dejar muestras de su demoledor olfato goleador.

El Valladolid quedó aturdido. Los jugadores de Las Palmas tocaban el balón con criterio e incluso se adaptaban mejor a las zonas donde los charcos hacían casi imposible la circulación del balón. El partido pintaba de color negro, Roque estaba muy suelto por su banda derecha y al cuarto de hora desaprovechó una nueva ocasión para marcar. En las gradas de Zorrilla se escucharon los primeros murmullos. Se registró la mejor entrada de la temporada (19.100 espectadores) y el ruido era mucho más nitido de lo que se ha escuchado a lo largo de la temporada.

En el Valladolid sólo brillaba Hernán Pérez y fue precisamente él quien cambió el guión del encuentro. Recibió el balón en la frontal, se giró hacia dentro y soltó un zurdazo que propició el empate tras golpear el balón en el poste. Era el minuto 22 y el partido comenzaba una fase diferente con un Valladolid en estado de gracia que logró encerrar a los jugadores de Las Palmas en su área. De ahí al descanso asistimos a los mejores minutos que se le recuerdan al equipo de Rubi en los últimos meses. André Leao llevaba la batuta en el centro del campo, Rubio le auxiliaba de cerca para merendarse entre ambos a un equipo canario muy lastrado por la presencia del veteranísimo Valerón, que no aportó prácticamente nada. Ahora era al revés. El Valladolid tocaba y tocaba ante un adversario muy asustado que sufría episodios de pavor cada vez que el balón le llegaba a Hernán Pérez.

Los pequeños silbidos que se habían escuchado al filo del cuarto de hora inicial se transformaron en aplausos. El Valladolid le había dado un acelerón al partido, Chica se anticipaba en los tímidos contraataques de Las Palmas y Peña hacía las funciones habituales de Mojica con su llegadas. frecuentes al área. A la magnífica sintonía entre equipo y afición le faltó el premio del gol. Los jugadores de Las Palmas, desesperados, esperaban impacientes el descanso.El duelo se equilibró en la segunda mitad. Llegaron entonces los nervios. A Hernán Pérez se le empezaba a agotar el combustible, Óscar no encontraba el acceso al área y Chica y Timor vieron el camino del vestuario en los minutos 76 y 80. Ambos estaban amonestados y las durísimas entradas les costaron la segunda amarilla, la misma que el árbitro perdonó a David Simón al revolverse después de ser agarrado por Peña. El Valladolid sacó su carácter a relucir y curiosamente fue el dueño del balón durante los 14 minutos que jugó con dos menos.

tracking