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El último partido de Lalo

En un emotivo partido el MyWiGo Valladolid rinde tributo al que fue su ‘gran capitán’ con un triunfo ante Lleida basado en las señas de identidad que siempre transmitió su número 5, ya inmortal

Hansen, Álvaro García, Puente, Seara, Enciso, Feñe, De la Fuente, Mateu y Bustos, portan la camiseta giganta de Lalo García-Pablo Requejo

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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El baloncesto de Valladolid está en deuda con Lalo García, el ‘jugador del pueblo’ salido de un patio de un colegio (La Salle) que desafió la lógica para llegar gracias a su tesón y confianza en sí mismo a lo más alto. El tristemente desaparecido Lalo García, desde el cielo, se enfundaba por última vez su ya inmortal camiseta identificativa con el número 5.

27 años después de su debut en Badalona ante el Joventut (101-90) Lalo García, en espíritu, se enfundaba por última vez la camiseta que le llevó a ser el más grande, el jugador vallisoletano más grande de todos los tiempos. En un partido teñido de lágrimas y recuerdos, buenos recuerdos, el ‘gran capitán’ era despedido por un pabellón que aunque no respondió como debiera y como todos hubiéramos soñado, no dudó en rendirse a sus pies. El tributo, reconocido tributo a Lalo García en los prolegómenos del partido con su familia y muchos amigos a pie de pista, no hizo sino ejercer de espoleta para un MyWiGo Valladolid, que se conjuró para ganar el encuentro ante el Actel Força Lleida y brindárselo. Un brindis al cielo en toda regla ante la mirada infinita de un jugador que despertó cariño y admiración por igual entre dos baloncestos, el de ayer escrito en blanco y negro, y el de hoy ya en color. Dos baloncestos que quisieron estar al lado de Lalo en su último partido.

Con la dificultad añadida de saber controlar el estado de ansiedad provocado por la emotivo homenaje póstumo al gran estandarte del CB Valladolid, el MyWiGo se vio obligado a dar lo máximo de sí mismo para noquear a un rival, Lleida, que como él jugará (salvo carambola mayúscula que corone al conjunto vallisoletano como campeón) los playoffs de ascenso. Un partido comprometido en el que había que aparcar las emociones. Un partido con la mirada obligada puesta en esa camiseta con el número 5 que colgará por los siglos de los siglos del techo del pabellón Pisuerga.

Y el encorajinado y siempre comprometido para la causa MyWiGo Valladolid cumplió como no podía ser de otra manera. Y lo hizo con un triunfo a añadir a las múltiples muestras de cariño que recibió la familia de Lalo García ahogada en lágrimas de dolor por la terrible pérdida y lágrimas de felicidad al darse cuenta de la pasión que transmitió el número 5 a perpetuidad del Club Baloncesto Valladolid.

No fue un partido fácil como era de esperar. Pero el espíritu de Lalo y sus reconocidas señas de identidad (brega, lucha, capacidad de superación y grandes dosis de corazón) ayudaron al MyWiGo Valladolid a sacar el partido hacia adelante rumbo a la carrera por el ascenso por la vía deportiva (otra cosa será la vía de despachos). Así, con un pletórico Nikola Rakocevic (cuatro triples) y liderado a partes iguales por Uriz y Montañez, el conjunto de Porfi Fisac fue poniendo poco a poco sin hacer ruido los cimientos de una victoria trabada pero obligada. Y es que hasta el tercer cuarto el MyWiGo no pudo despegarse de un incómodo Força Lleida que aprovechaba los centímetros de su ‘gigante’ de 2.15 metros, Guerra, para martillear el aro vallisoletano desde más allá de la línea de 6,75 metros. Porque sin hacer un baloncesto brillante siempre dominado por su rival, los triples (13) le sirvieron para mantenerse a flote.

El incansable trabajo defensivo a cargo de Uriz y sobre todo Iván Martínez apretando la primera línea de pase sirvió para abrir una brecha que pacería definitiva (64-54) a cinco minutos para el final. Nada más lejos de la realidad porque Lleida obligó al MyWiGo (Uriz) a hilar fino desde la línea de tiros libres en los últimos segundo para asegurar una laboriosa y a la vez sentida victoria (72-68) con dedicatoria especial. ¡Va por ti, Lalo!

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