Diario de Valladolid

Real Valladolid

Samuel Llorca: «Soy un guerrero»

A caballo entre los zagueros raciales de la vieja escuela el campo: «Si me tengo que matar con alguien, me voy a matar; defiendo lo mío y a los míos al máximo»

Samuel Llorca en un entrenamiento del Real Valladolid-M. A. SANTOS /  PHOTOGENIC

Samuel Llorca en un entrenamiento del Real Valladolid-M. A. SANTOS / PHOTOGENIC

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Samuel Llorca (Alicante, 1985) fue fichado para dotar de carácter a una defensa de indudable clase técnica pero con un punto de frialdad. En tres partidos de Liga y dos de Copa ya ha dejado su impronta de potencia no exenta de calidad.

Pregunta. - La pareja Rueda-Valiente apenas ha presentado fisuras, pero la lesión del catalán le ha permitido encaramarse al once inicial. ¿Llega para quedarse?

Respuesta. - A nadie le gusta entrar por la lesión de un compañero pero lesiones y sanciones forman parte de la vida de un futbolista. Hay que estar preparado para aprovechar la oportunidad cuando te toque. Luego decide el entrenador.

P. - ¿Qué tal se ha visto?

R. - Me he encontrado bastante bien. Aparte de los entrenamientos, los partidos de Copa me sirvieron para estar bien físicamente. Los resultados siguen siendo positivos y de eso se trata.

P. - Hablando de la Copa, en el partido de El Molinón se les vio muy sueltos y compenetrados a Herrero y a usted. Parecía que llevaban toda la vida jugando juntos. Y con Rueda también se ha acoplado bien en la Liga.

R. - Con cualquier central sientes esa compenetración. La pretemporada y los entrenamientos nos han servido mucho para eso. Nos hemos conocido y profundizado en el estilo de juego que quiere el míster. Lo bueno del Valladolid es que rinde a buen nivel y no nota la ausencia de nadie.

P. - Casi todos los jugadores destacan que este míster es de los mejores que han tenido en su carrera. ¿También para usted, que ha pasado por muchos equipos?

R. - Desde luego que es de los mejores que he tenido. No me atrevería a decir que el mejor, porque eso es muy difícil de valorar. Pero tiene una idea muy clara de lo que quiere y el trabajo va dirigido a eso.

P. - ¿A qué?

R. - A jugar bien al fútbol, tener la pelota, ser un equipo intenso, que apriete bien arriba y que domine la mayor parte del tiempo los partidos. El equipo lo está haciendo bien y para mí es un muy buen míster. Estoy muy contento de trabajar con él y de aprender cada día. Pero las valoraciones hay que hacerlas a final de temporada, aunque vamos por el camino correcto.

P. - Un camino del que se apartaron un poquito en Albacete. ¿El final apretado fue fruto de la relajación tras ir ganando 1-4 al colista?

R. - Por mi experiencia sé que este tipo de partidos se dan durante la temporada. Nunca nos habían metido más de un gol y tampoco fue nuestro mejor partido. Pero ganamos. Ganar fuera, sea a quien sea, no es fácil.

P. - ¿Ascenso o fracaso?

R. - El equipo tiene mucha calidad y experiencia. Seguro que llegaremos a metas altas. Pero estamos en octubre, quedan muchos partidos y de lo que se trata es de seguir esta línea, sin salirse, hasta junio. Vendrán rachas malas y habrá que saber llevarlas. Si conseguimos todo esto podremos hablar de éxito.

P. - El partido del domingo ante el Girona no es decisivo pero sí puede marcar la fortaleza del equipo tras dos empates en Zorrilla, además de estar el liderato en juego. ¿Lo ve así?

R. - Sí, sobre todo en lo de la fortaleza en nuestro campo. Las Ligas se ganan y se pierden en casa. No se nos pueden escapar los puntos aquí, aunque venga el líder. Es un rival muy compenetrado con jugadores que llevan tiempo juntos, pero nuestro equipo está hecho para pelear por los puestos de arriba y vencer en este tipo de partidos. Tenemos que ganarlos.

P. - En los últimos años se echaba de menos un jugador de su perfil: canchero, competitivo, que no se arruga en el cuerpo a cuerpo, no rehuye el choque ni tampoco los barullos cuando se emplean con dureza con un compañero.

R. - Si tengo algo bueno es que doy todo por mi equipo y mis compañeros. No digo que los demás no lo den, pero soy así. Dentro del campo, si me tengo que matar con alguien, me voy a matar. Me considero un guerrero. Defiendo lo mío y a los míos al máximo, se ponga quien se ponga delante. Hay que intimidar al rival, que se dé cuenta de quién tiene el mando, siempre con cuidado ante el árbitro.

P. - ¿Y es así fuera del campo?

R. - En absoluto. Fuera soy una persona normal que no me meto con nadie ni me gustan los jaleos.

P. - Usted ha venido cedido por el Celta, que está viviendo un apoteósico comienzo de Liga en Primera. ¿Piensa ganarse el retorno a Vigo la próxima temporada o le gustaría continuar en Zorrilla si se logra el ascenso?

R. - Tengo contrato con el Celta y allí he dejado grandes amigos en estos dos años. Está haciendo una temporada magnífica pero no me planteo nada. En el fútbol muchas veces no sabes hasta el final dónde vas a estar. No hay objetivos a largo plazo, porque demasiadas veces no se pueden cumplir.

P. - Que se lo digan a usted con sus dos graves lesiones de rodilla.

R. - Así es. Se lo decía a Roger, que no se desespere. Yo lo pasé muy mal, incluso me dijeron que podría tener que dejar el fútbol, pero ahora estoy recuperado física y psicológicamente. Ya ni me acuerdo. Creo que esa época de sufrimiento me dio más fuerza para ser quien ahora soy.

tracking