Las ‘Visiones contemporáneas’ en el DA2 de un artista de Valladolid
El centro salmantino proyecta los trabajos del vallisoletano Diego del Pozo ‘Variaciones Keller’, ‘Tocar, no dominar’ y ‘Oído-Odio’
El DA2 de Salamanca despide el año cerrando el ciclo expositivo Visiones contemporáneas –dedicado a las últimas tendencias del cine y el vídeo en España– con el trabajo del artista visual, productor cultural y profesor de Bellas Artes en la USAL Diego del Pozo.
La propuesta, comisariada por Natalia Piñuel Martín y Enrique Piñuel Martín, exhibe tres trabajos audiovisuales del artista vallisoletano (1978), miembro de los colectivos artísticos Subtramas, C.A.S.I.T.A. y Declinación Magnética, así como del grupo de investigación Las Lindes.
Las obras proyectadas son Variaciones Keller (2018), Tocar, no dominar (2019) y Oído-Odio (2023).
Variaciones Keller y Tocar, no dominar conforman un díptico con el que Del Pozo reflexionó sobre nuevas formas de comunicación, por ejemplo, desde lo táctil, desde lo afectivo, trabajando a lo largo de un año con personas con ceguera con quienes indagar en los sistemas perceptivos, en la toma de conciencia de lo que se nos oculta y sus mecanismos.
Como punto de partida de su trabajo, el vallisoletano se inspiró en la novela de ciencia ficción La persistencia de la visión (1978), de John Varley: la historia de una comunidad autónoma y autosuficiente habitada por personas sordas y ciegas, y sus descendientes, que recibirá a un viajero que deberá aprender su complejo, rico y sensorial lenguaje.
Un referente presente también en Tocar, no dominar. «Hay algo de visceral también en esta historia, de contacto touching animal entre los cuerpos representados. Una narración basada en los detalles y los espacios oníricos donde se sitúan estos cuerpos. Al trasladar la ficción especulativa a la práctica, Del Pozo da cuerpo también a la teoría que le servía de base: las relaciones entre tacto y visión que plantea Donna Haraway, precisamente como un modo de transformar las políticas emocionales, de redistribuir de forma alternativa las economías afectivas», advierten desde el Domus Artium 2002.
Para su última propuesta, Oído-Odio –un trabajo que se presentó en los festivales de cine de Málaga y Documenta Madrid y que forma parte de la colección permanente del Museo Reina Sofía y del IVAM de Valencia–, el vallisoletano partió de una anécdota acaecida durante la pandemia, cuando se convirtió en noticia la detención de una mujer que practicaba running durante el confinamiento. Las imágenes fueron grabadas por el teléfono móvil de uno de sus vecinos, evidenciando falta de empatía, normalizando imágenes violentas –la mujer se resistió a la detención– y de odio.
Recuperando imágenes similares que recogían episodios de violencia policial o de crímenes machistas, Del Pozo propone «un ejercicio de escucha atenta para identificar estos mecanismos y podernos identificar con todos los colectivos y minorías sistemáticamente heridos por los puestos de poder», explican desde el DA2 de Salamanca.