Diario de Valladolid

David Argüelles despliega en su vuelta al relato un catálogo de inadaptados

El escritor y poeta vallisoletano publica con la Editorial Páramo ‘La dificultad de no ser nadie’, que presenta el sábado en Margen

David Argüelles posa con el libro de relatos ‘La dificultad de no ser nadie’.

David Argüelles posa con el libro de relatos ‘La dificultad de no ser nadie’.PHOTOGENIC

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Valladolid

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David Argüelles Redondo (Valladolid, 1969) ha dejado correr la tinta para alumbrar a una caterva de inadaptados, personajes atrabiliarios, tipos marginales dominados por sus obsesiones, sujetos fuera de sus cabales, criaturas atormentadas incapaces de encajar... A todos ellos, protagonistas de los casi 200 relatos que conforman su último libro, los convoca este sábado, a las 12.30 horas en la Librería Margen (calle Enrique IV, nº 2), para presentar 

La dificultad de no ser nadie junto al editor Javier Campelo.

Un volumen con el que el escritor regresa al catálogo del sello vallisoletano Páramo, y con el que vuelve al género con el que debutó, en 2012, con la publicación de Guijarros (Pol·len Edicions), libro de relatos al que seguirían poemarios como Criatura (Gallo Rojo, 2020) y Fisterra (La Vorágine, 2022).

La dificultad de no ser nadie se construye entre lo real y lo mágico, se apuntala en el absurdo, y transita por estilos tan diversos como el género negro y la ficción distópica.

«Es un libro que ha ido evolucionando a lo largo de estos dos últimos años», reconoce a este diario el autor del poemario Babel (Editorial Páramo, 2023). «Necesitaba cambiar. La poesía me ha ayudado a depurar el lenguaje y yo quería escribir unos relatos espontáneos. Es algo que también viene de mis lecturas, de Kafka, de Robert Walser, de Beckett y Ionesco, o de Valle-Inclán», explica Argüelles.

Jóvenes que de tanto perseguir ovnis se olvidan de vivir, de relacionarse. Profesionales de las mudanzas que buscan bragas como trofeo. Tipos que, a fuerza de buscar espacios controlables y reducidos en los que vivir, acaban desapareciendo en una caja de cerillas... Si algo comparten buena parte de los relatos que conforman La dificultad de no ser nadie es el carácter extravagante de unos personajes a los que nadie querría tener cerca.

«Hace poco leí un artículo del filósofo Santiago Alba Rico en el que hablaba de los freaks que poblaban las Cortes de los siglos XVI y XVII. Eran enanos o mujeres barbudas que deleitaban a la nobleza. Esa es la clave. Este libro es como un catálogo de seres deformes, inadaptados. Son, en algunos casos, casi hasta malformaciones del pensamiento. He querido llevar eso al lenguaje, sobrepasando límites y cruzando fronteras», apunta el escritor vallisoletano.

Y hasta desde el absurdo, Argüelles Redondo le habla al lector de cuestiones como la soledad en relatos como Semen, Frío, Abismo o La carnicería. «Las relaciones humanas, en general, están muy presentes en toda mi obra, y la incomunicación tan brutal y tan frecuente en estos días, en particular, es también un tema habitual, como la injusticia o el no encontrar un lugar y una manera de estar en este mundo que nos convenza... He querido mostrar la miseria humana, que conduce a la alienación y a la locura».

Y esa es otra de las constantes de este libro de relatos, en el que retrata exacerbada una evidente fragilidad mental. «Ha sido algo buscado. Aunque en este libro no hay apenas descripciones, siempre busco crear imágenes cuando escribo. He querido mostrar estados de ánimo. Vemos la cara monstruosa de esos personajes, pero detrás de esos rostros hay mucho más. La realidad, en sí misma, no me atrae como escritor, necesito retorcerla para mostrar otra cosa», defiende.

Esas imágenes, por momentos, se convierten en una suerte de trampantojo para jugar con la percepción del lector, al que sorprende con giros insospechados. Ocurre en relatos como Culpables –con su crítica velada a una sociedad individualista e indolente– y El coleccionista. Complicidades que el narrador persigue a conciencia.

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