La Diputación de Valladolid avanza en la ampliación de la Fundación Joaquín Díaz
Presupuestadas en 427.405 euros, la Diputación licita las obras en un espacio contiguo a la Casona, adquirido en 2019, para ejecutar en 6 meses y acoger la biblioteca y fonoteca
La Fundación Joaquín Díaz, en Urueña, está más cerca de ver su sede ampliada con unas nuevas dependencias que serán destinadas, de forma prioritaria, a albergar la biblioteca, fonoteca y almacén del Centro Etnográfico. Casi cinco años después de que la Diputación de Valladolid adquiriese un abandonado inmueble –en una operación valorada en 40.000 euros– adyacente a la histórica Casona de La Mayorazga, la institución provincial acaba de licitar las obras de construcción, que deberán ejecutarse en un plazo de seis meses. El 31 de enero es el límite fijado para la recepción de ofertas. El presupuesto es de 427.405,52 euros (IVA incluido), según el proyecto realizado por el estudio de arquitectura Montaje Cooperativa de Producción Arquitectónica.
Con una superficie de 367 m2, el solar, que no cuenta con protección alguna, incluye un patio y diversas construcciones –serán demolidas por su estado, en algunos casos, ruinoso– que en su día servían de vivienda particular y de negocio de hostelería. Sobre ellas, la Fundación Joaquín Díaz levantará una edificación de 168,32 m2 que, entre otros espacios, contará con una sala general (154,28m2) que acogerá la librería histórica (47,52m2) y la librería nueva (42.56m2). Los trabajos contemplan también la urbanización del patio (162,51m2) y del zaguán (34,85m2).
Cuando la ampliación concluya, la Fundación Joaquín Díaz dispondrá de un acceso único para los dos edificios, a través del citado zaguán.
Así describen los arquitectos Saúl Alonso y Andrés Carretero la «sintética» distribución del nuevo espacio: «Se resuelve con dos elementos muebles, dos grandes estanterías, una nueva y otra vieja, para el almacenamiento de libros y discos. La primera según se entra, de nueva ejecución, que extiende el espacio de biblioteca en su interior mientras estructura el programa de la fonoteca en su perímetro; la segunda se corresponde con el mueble histórico antes citado, que se restituye en esta ampliación como elemento de cabecera de la misma, ayudando a determinar y organizar su diseño global».
La nueva sede pondrá fin a una carencia de la Fundación Joaquín Díaz, que, hasta ahora, no contaba con una biblioteca y distribuía por cuatro espacios lo que ahora se ubicará en uno.
Así se justifica en la memoria, en la que se remarca que los espacios del edificio del XVIII destinados a albergar los volúmenes del Centro Etnográfico no pueden considerarse como una biblioteca al uso. «No están diseñados para tal fin, ni son de uso exclusivo, sino que, colonizando diferentes ámbitos del edificio conviven con otras funciones, sean estas las de comunicación y tránsito, oficina y sala de estar. El considerable aumento de los fondos bibliotecarios, así como su catalogación, ordenación, gestión y preservación, hacen necesario el proyecto de ampliación y reconfiguración de los espacios existentes, con el fin de facilitar el trabajo tanto al equipo de la Fundación como a los investigadores invitados», señalan sus responsables, que remarcan en su memoria que su propuesta tiene una «clara voluntad de integración, respetuosa con el Conjunto Histórico, que preserva los valores del entorno protegido a partir de una estrategia de mímesis morfotipológica y ambiental».
Junto a su colección de instrumentos musicales, campanas, mandolinas o instrumentos mecánicos, la Fundación Joaquín Díaz conserva en sus anaqueles cerca de 50.000 referencias –libros, revistas, pliegos de cordel, partituras...– y atesora una colección de cerca de 15.000 fotografías.