Diario de Valladolid

Kiko Gutiérrez estrenará en Valladolid ‘Soy un cuadro de tristeza’

El intérprete vallisoletano presentará en el Teatro Cervantes un drama carcelario atravesado por el cante de Loreto de Diego

Kiko Gutiérrez, en una representación

Kiko Gutiérrez, en una representación

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J. T. / Valladolid
Valladolid

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El próximo 3 de febrero, el Teatro Cervantes abrirá sus puertas a uno de los nuestros (19.30 horas), el actor vallisoletano Kiko Gutiérrez (1976), que regresa a la ciudad para presentar al fin Soy un cuadro de tristeza . Al fin, porque quien se formase en la extinta Escuela de Arte Dramático de Valladolid estrenó su espectáculo hace ahora dos años en el Teatro Tomás y Valiente de Fuenlabrada. Dos años sin que ningún espacio de la ciudad acogiese un espectáculo escrito –a partir de un idea original del actor– y dirigido por otros dos profesionales de la tierra como Roberto Chapu y Chiqui Rodríguez, formados también en las aulas de la citada escuela.  La cantaora burgalesa Loreto de Diego y el guitarrista manchego José Almarcha completan el equipo acompañando al intérprete vallisoletano en escena.

«Es una pena. Cuesta mucho mover un espectáculo teatral si no eres una compañía consolidada o si no cuentas con un rostro televisivo conocido en el elenco», reflexiona en declaraciones a este diario el actor, que encarnó durante 60 episodios al Alfredo Montero de Amar es para siempre . «Es un mal endémico de esta tierra: cuesta apoyar el talento autóctono y cuando te abren las puertas de un teatro es para ir a taquilla», abundó Gutiérrez, que volverá a llevar el espectáculo a la cartelera madrileña en primavera.

Soy un cuadro de tristeza une las dos «grandes pasiones» de Gutiérrez, el teatro y el flamenco, sirviéndose de letras populares del cante  para contar la historia de una promesa del baile, Juanillo, que acaba convertido en un despojo al dar con sus huesos en prisión. Una vida que acaba torciéndose, viéndose privada de su libertad.

De Diego también encarna a la madre del muchacho y Almarcha, al carcelero. Todo comenzó con una toná flamenca –‘Al subir por la escalera / en el primer calabozo / oí una voz que decía: ¡Lástima de tan buen mozo / con la libertad perdía!’, una carcelera –palo flamenco– que inspiró al actor para levantar este Soy un cuadro de tristeza .

En estos dos años, explica el responsable del proyecto, el espectáculo «ha ido creciendo en valor» gracias al rodaje, a la oportunidad de confrontarlo ante la audiencia, por ejemplo, de la Muestra Ibérica de Artes Escénicas. Los amantes del flamenco, abundantes en Valladolid, encontrarán «muchas referencias» al género en esta propuesta de La Santísima Producciones.

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