Diario de Valladolid

‘Tiempos modernos’, una historia de cambio desde el conocimiento

El Palacio de Villena, tras casi dos años de inmovilismo, retoma las exposiciones temporales para dibujar el contexto histórico que forjó la España del Renacimiento, en 1500, con obras de Berruguete, Memling, Alejo de Vahía o los Siloé

Un hombre contempla’Coronación de espinas’, del Maestro de la Sisla, junto a dos tallas de Gil de Ronza, ‘Ecce Homo’ y ‘La muerte’. M. A. S. - PHOTOGENIC

Un hombre contempla’Coronación de espinas’, del Maestro de la Sisla, junto a dos tallas de Gil de Ronza, ‘Ecce Homo’ y ‘La muerte’. M. A. S. - PHOTOGENIC

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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Un ejemplar del preciado Liber Chronicarum (1493), una historia universal de Hartmann Schedel basada en la Biblia y editada en Núremberg, unas pocas décadas después de la invención de la imprenta, recibe al visitante en el Palacio de Villena. A su lado,  la Suma de Geographia , de Martin Fernández de Enciso (1519). No es una simple anécdota. El siglo XV está a punto de expirar y lejos quedaban ya las epidemias de Peste Negra que asolaron el viejo continente. Europa, recuerdan estos días desde el Museo Nacional de Escultura, empezaba a ver cómo sus fronteras «se difuminan ante la fuerza integradora del conocimiento compartido». Frente a las tinieblas de la enfermedad o de las guerras, la luz del conocimiento. Se disponían a nacer los Tiempos modernos .

Y Tiempos modernos es la nueva propuesta que nace del Colegio de San Gregorio, y que pretende mostrar la transformación del arte tardogótico medieval que deriva en el renacimiento, en la obra de creadores como Berruguete, Ordóñez o Machuca.

«1500 es una fecha de referencia para mostrar todas las transformaciones que se producen en el mundo en un arco de tiempo muy breve», aseguró esta mañana en el Palacio de Villena Javier Andrés Pérez, uno de los comisarios de la muestra junto con Miguel Ángel Marcos. «Europa termina un período como la Edad Media, donde lo mítico está presente en el pensamiento, con la Edad Moderna, que representa el triunfo de la ciencia», matizó Pérez. La Suma , refleja por primera vez las dos orillas del Atlántico. «Es la ciencia moderna, que comunica todo el mundo global», abundó el comisario.

El Palacio de Villena, una de las sedes del Museo Nacional de Escultura, que con María Bolaños se dedicó a las exposiciones temporales, parece recobrar al fin cierto dinamismo que se puso fin con Non finito . 

Tiempos modernos comienza enmarcando temporalmente esta época de apertura, de continuos viajes –de ida y vuelta–, de intercambios. Así, no faltan en ese primer apartado ni un retrato de Juana I de Castilla ni un busto en piedra caliza del joven Carlos V , cuyas armas plasmó en alabastro Alonso Berruguete.

«El tránsito de personas, de conocimientos y experiencias, contribuye a la creación de la España del Renacimiento y a la aparición de un mundo moderno», defendió Pérez. Se exportaban materias primas y se importaba arte «en todo tipo de formato», puntualizó Marcos. Alabastros  labrados, ricos textiles, tallas policromadas, pinturas sobre tabla, trabajos en cerámica y hasta relieves en latón pintado como una lauda sepulcral.

«Todo lo que llega de fuera contribuye a formar el arte de los reinos hispánicos, con una importancia fundamental de esas producciones que proceden de los talleres flamencos, que se extienden por el norte de Francia, Bélgica, Holanda y sur de Alemania», reivindicó Marcos. También dejaron su impronta los maestros italianos.

En Tiempos modernos , por ejemplo, se exhiben a la vez tanto pequeñas tallas que, casi «con un carácter industrial» como las realizadas en Malinas, servían para un culto doméstico, como grandes esculturas surgidas de algún taller de Amberes fruto de importantes encargos. En Villena, por ejemplo, se exhiben un Cristo Varón de Dolores que ha cedido la catedral de Burgos, un relieve de Alejo de Vahía, Llanto sobre Cristo Muerto , hoy de la seo vallisoletana, una Virgen con el niño en alabastro de Desiderio da Settignano prestado por la catedral de Badajoz, o las Tablas de Hans Memling, de Almazán.

 «La muestra también se fija en las producciones que realizan los artistas extranjeros que vienen a los Reinos Hispánicos, una especie de tierra de promisión que vive un auge económico, político y social, donde hay muchas oportunidades, muchos encargos», subrayó Marcos en la inauguración. Así se pueden ver la talla de un San Pedro Mártir de Verona , de Gil de  Siloé, o un azulejo de Niculoso Pisano con una Virgen con el Niño .

En ese viaje de ida y vuelta, el último episodio de estos Tiempos modernos se reserva para recordar a «esos artistas locales que tienen el coraje de cambiar, de formarse en el extranjero, y que una vez vuelven aquí cambian el arte que se está haciendo. Lo que Gómez Moreno llamaba las ‘Águilas del Renacimiento’», resumió Marcos antes de citar a  Pedro Machuca, suyo es un Descendimiento , Diego de Siloé, de quien se muestra un Cristo atado en la columna , o a Alonso Berruguete, protagonista del último rincón con una talla, Sacrificio de Isaac , un alabastro, Alegoría de la redención , y una sanguina sobre papel del Profeta Daniel .

En total se han seleccionado 79 piezas, 21 conservadas en el propio Museo Nacional de Escultura. Entre ellas se encuentran tres nuevas adquisiciones que se presentan al público por primera vez tras pasar por el taller de restauración del Museo: las esculturas de Cristo yacente,  atribuida a Sebastián de Almonacid, y la ya citada de Gil de Siloé, así como la pintura de Pedro Machuca. El resto de piezas expuestas proceden de 34 instituciones ubicadas en nueve comunidades autónomas.

La muestra permanecerá en el Palacio de Villena hasta el próximo 17 de marzo.

 

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