Teloncillo hila un tributo a los hogares remendones
La compañía estrena hoy en el Calderón su sexta coproducción con el teatro, ‘Coser y cantar’, homenaje a las «mujeres ‘tejedoras’»
Enormes botones de colores, acericos gigantes, alfileres que clavan su mirada al espectador, carretes de hilo que esconden en su interior evocadores universos, planchas que son algo más que planchas... Teloncillo vuelve a escena con un nuevo espectáculo para la primera infancia , Coser y cantar , que estrena hoy en ‘El Desván’ del Teatro Calderón con todo el papel vendido y recomendado para niños y niñas a partir de seis meses.
Es, en palabras de la compañía vallisoletana, Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2013 , un «homenaje a todas esas mujeres ‘tejedoras’ que nos rodean» sustentado sobre versos de Rafael Alberti, Ignacio Sanz, Charo Ruano, Liliana Cinetto y Cecilia Pisos . «Hilos para un corazón descosido, cantos para un siete en el calzón, cuentos para tejer tonterías, agujas para soñar en camisón. A nuestra protagonista se le lían los hilos con las palabras, los vestidos con los cuentos. ¿Tejerá cuentos? ¿Bordará canciones?», se preguntan.
«Hay un lenguaje muy cercano a nosotros, porque la nuestra era una generación menos consumista y nuestras abuelas lo remendaban todo », reconocía ayer en la presentación del espectáculo Ana Isabel Gallego, junto a una ‘vieja’ máquina de coser de esas que ya no se ven en los hogares, y menos funcionando, cuando antes formaban parte del paisaje común de todos. «Nos gusta tocar esos hilos de la memoria de los adultos», celebró la actriz y cantante.
Coser y cantar es el noveno espectáculo presentado por Teloncillo en un Desván que este año alcanza su décima temporada; es, también, su sexta coproducción junto al Teatro Calderón después de Azul, Nidos, La granja, La cocina y Olas . «Siempre tratamos de que todos nuestros espectáculos sean muy diferentes», advirtió Ángel Sánchez, que vuelve a ponerse a la guitarra para musicar los versos del espectáculo. El intérprete reconoció que ellos, al igual que el propio Desván, también han cambiado y evolucionado a lo largo de estos diez años. «Cuando empezamos con Muuu... íbamos a los teatros con dos maletas y una guitarra. No sabíamos muy bien qué desarrollo iba a tener el teatro para la primera infancia, que al final ha experimentado un cambio radical en las programaciones. Hemos evolucionado en fondo y forma, porque también hemos aprendido», apuntó.
Algo ha tenido que ver, también, el marco, el recoleto espacio del coliseo vallisoletano, donde los de Teloncillo han podido asimilar la reacción de su menudo público. «Aquí no hay ni trampa ni cartón. Cada artilugio ha de servir para atrapar la atención», explicó Gallego. Todo un desafío ante un público como el de la compañía.
Teloncillo ofrecerá dos pases diarios (11.00 y 12.30 horas) hoy y mañana, y el 22, 23, 29 y 30 de enero, y el 5, 6, 12, 13, 19, 20, 26 y 27 de febrero.