Diario de Valladolid

El Nacional de Escultura enriquece su colección andaluza con una talla de Pedro Roldán

El Ministerio de Cultura depositará en el Colegio de San Gregorio una ‘Virgen de Belén’ del maestro del barroco sevillano, padre de la sin par Luisa Roldán, adquirida por 18.000 euros

Detalle de la talla de Pedro Roldán. | ANSORENA

Detalle de la talla de Pedro Roldán. | ANSORENA

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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El pasado mes de noviembre, a propuesta de la Dirección General de Bellas Artes, el Ministerio de Cultura ejercitó su derecho de tanteo sobre un altorreliev e en madera tallada, policromada y sobredorada, adquiriendo –tras abonar 18.000 euros a la sala Ansorena de Madrid– una Virgen de Belén que había sido incluida en  catálogo de subasta pública. 

La pieza, de 84 x 62 centímetros, ha sido asignada al Museo Nacional de Escultura de Valladolid , que procederá a custodiar la talla atribuida al maestro sevillano Pedro Roldán (1624-1699). Del Colegio de San Gregorio, precisamente, había surgido la iniciativa de compra.

«Esta adquisición contribuye a nuestro deseo de profundizar en el conocimiento y divulgación de la escuela andaluza, y también ayuda a poner en contexto la figura de su hija Luisa Roldán, lo que significó para ella su taller, lo que aprendió y las fuentes que tuvo», reconocía ayer en declaraciones a este diario la directora del MNE María Bolaños. 

Conviene recordar que e l Museo Nacional de Escultura acaba de renovar la disposición de su colección permanente para, entre otros objetivos, conceder mayor protagonismo a maestros de la citada escuela barroca –como los granadinos Pedro de Mena y los hermanos Miguel Jerónimo y Jerónimo Francisco García–, reivindicando a su vez la figura y el legado de la Roldana , «una excepción en la historia del arte europeo», como reconocía el pasado día 17 Bolaños. A la sevillana (1652-1706), que llegó a ser escultora de cámara de Carlos II y Felipe V, le dedica el MNE una sala completa.

«El de Pedro Roldán era uno de los grandes talleres de esa Sevilla de finales del XVII. Trabajó hasta casi el final de sus días, hasta el punto de que en el Museo conservamos trabajos suyos posteriores a los de su hija. Se convirtió en la figura dominante en una ciudad tan rica, y con unos conventos tan potentes, como aquella», explicó la todavía directora del MNE.

La Virgen de Belén no será la única talla de Pedro Roldán que se pueda contemplar en el Colegio de San Gregorio, que también conserva esculturas suyas como un San Ignacio de Loyola (1651-1700) que perteneció a la colección del Conde de Güell –fue adquirida en 1985–, que atribuía su factura a Alonso Cano, así como una Cabeza de apóstol (1667-1700) que también perteneció al empresario y político catalán.

Cuando apenas contaba con 14 años, Pedro Roldán ingresó en el taller de Alonso de Mena y Escalante, el más importante de los existentes en Granada, para aprender el oficio de escultor. Según Francisco Sabas Ros, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, «artista versátil», su obra « asume las formas dinámicas y monumentales del pleno barroco introducidas en Sevilla por el escultor flamenco José de Arce. Sus figuras resultan fuertemente expresivas por sus movidas actitudes y los potentes efectos de claroscuro provocados por los profundos y amplios plegados de los ropajes».

En su taller se formaron y colaboraron también, al igual que Luisa, otros de sus hijos e hijas que prolongaron el oficio familiar.

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