Diario de Valladolid

51 FERIA DEL LIBRO / HOMENAJE

Recuerdos para honrar al maestro de las palabras

El Teatro Zorrilla de Valladolid rinde tributo al periodista Tomás Hoyas, fallecido el pasado enero

Jesús Capa, José María Nieto, María R. Mayor y Lola Leonardo.-ICAL

Jesús Capa, José María Nieto, María R. Mayor y Lola Leonardo.-ICAL

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Guillermo Sanz

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Siempre le gustaba recordad que tenía la misma edad que la Seminci. Sin embargo (y a pesar de ser un gran cinéfilo), antes que en la gran pantalla, Tomás Hoyas prefería bucear entre libros y escritos, empapándose de la palabra, espada que manejaba como un Cid de la literatura. Cuando su ilustrada pluma se quedó sin tinta el pasado enero las palabras, sus amigas, parecieron ponerse en huelga. Pocas (y todas amables) lograban salir de las gargantas cortadas por el impacto de la despedida de la gente que le conocía y quería, un elenco de amigos que ayer se reunió para revivir su figura a través de los recuerdos.

Atrás dejó Hoyas un legado de artículos, de palabras encadenadas dignas de ser recordadas, como las que casó con maestría en el artículo Flapigozo Congresito, que le valió el Premio Nacional Miguel Delibes. No es de extrañar por tanto que la memoria del escritor y articulista tuviera ayer un hueco en la Feria del Libro.

El Teatro Zorrilla reunió alrededor de una mesa y en los asientos del patio de butacas a varias de las personas que conocieron, disfrutaron y aprendieron de Tomás Hoyas. Este es el caso de la redactora jefe de DIARIO DE VALLADOLID-EL MUNDO, María del Romero Mayor, la columnista Lola Leonardo, el humorista gráfico José María Nieto y el artista Jesús Capa, que recordó cómo «El María Moliner siempre estaba encima de la mesa, junto a la copa y la cajetilla de tabaco». Todos ellos se permitieron el lujo de bucear en el baúl de los recuerdos para intentar hacer que los presentes sintieran que el hombre que conversaba con Valle Inclán nunca se había ido.

El escribidor, como se definía, dejó como legado un sinfín de anécdotas y de aprendizajes. María R. Mayor recodaba cómo Hoyas era un periodista que se rompía el molde de la teoría con elegancia. «Le conocí en el año 91 en la agencia Ical. La noticia pura y dura no se le daba bien porque tenía una riqueza linguística increíble. Un día se me ocurrió pedirle que se ciñera al sujeto, verbo y predicado... y no me lo perdonó», bromeó la periodista de DIARIO DE VALLADOLID-EL MUNDO, que recuerda con cariño los dardos que le lanzó Tomás Hoyas en algunas de sus indispensables columnas.

El desaparecido columnista «era muy exigente en su escritura, pero no un perfeccionista. La belleza no está en la perfección», entiende Lola Leonardo, que rememora sus viajes en coche cantando a pleno pulmón La flor de la canela de María Dolores Pradera. Para la que fuera su compañera de trabajo, «con Tomás se pierde a los periodistas que no son periodistas. Jugaba con el lenguaje de otra manera».

Tomás Hoyas hacía del trabajo un arte y del periodismo un periodismo de autor con una firma única. Cuando se ponía delante de un teclado la cara del articulista se iluminaba, como recuerda el humorista gráfico José María Nieto: «Podía ser muy cabezón... hasta que se sentaba a escribir. Él escribía siempre de una forma exquisita, tenía una actitud muy piadosa con la realidad. Le daba a la actualidad una calidad literaria. Hacía de la realidad un relato», describió con acierto el dibujante.

No sólo brindaron palabras los componentes de la mesa instalada en el escenario del Zorrilla. También los presentes quisieron compartir sus vivencias con el inolvidable periodista. Entre ellas la concejala de Cultura, Ana Redondo, que recordó cómo admiraba la escritura de Hoyas, la cual le sirvió de inspiración en más de una ocasión: «El articulista no es consciente del efecto que un artículo puede tener en el debate parlamentario».

RECUERDOS DE FORGES. España ha despedido también este año a uno de sus humoristas más brillantes: Antonio Fraguas Forges. El dibujante madrileño ya dejó su huella en cita literaria vallisoletana en el año 2016, cuando fue pregonero. Este año, la organización ha querido rendir tributo a Forges con una exposición de viñetas (que permanecerá en el Pabellón de la Feria hasta el próximo 10 de abril) en la que se puede disfrutar de la manera en la que cinco viñetistas (Sansón, José María Nieto, Orcajo, Álvaro y Moscas de Compañía) despidieron a su maestro.

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