Valladolid evoca su vieja figura con el plano de Seco

Valladolid celebró ayer el Día Internacional de los Museos con una jornada de puertas abiertas en sus centros de exhibición en la que no faltaron visitas guiadas, talleres, proyecciones y hasta inauguraciones en algunos espacios.

Como la que tuvo lugar en el Museo de la Universidad de Valladolid, con la presentación de la muestra de Jesús Alonso, una colección de paisajes reunidos bajo el título Arriba, donde sopla el viento rudo y fuerte. En el Palacio de Santa Cruz, sede de la Fundación Jiménez-Arellano Alonso, se hizo lo propio con la exposición fotográfica de Sara Pérez López titulada Acariciar con la mirada.

En el Museo de Valladolid, su directora, Eloisa Wattenberg, y la directora general de Políticas Culturales de la Junta, Mar Sancho, inauguraron la muestra Valladolid 1738. La ciudad de Bentura Seco. «Esta muestra permite observar cómo ha cambiado la ciudad en los últimos 200 años», apuntó Wattenberg, que recordó a aquel «escribano vallisoletano» que, en el citado siglo, «dibujó un plano de la ciudad como nunca antes se había hecho, en alzado, dando sensación de relieve o de vista aérea». «Nos permite trazar una comparativa, buscar las diferencias y similitudes entre distintas épocas», advirtió Sancho, que remarcó el esfuerzo «didáctico» de los museos de Castilla y León para llegar a niños y jóvenes, celebrando, por ejemplo, 3.800 talleres a lo largo de 2015 a los que acudieron cerca de 70.000 muchachos. «Los museos son más que meros contenedores, son activos centros culturales de referencia».

Didáctico

En La ciudad de Bentura Seco, a través de una maqueta diseñada por Juan José Fernández y que se ‘ilumina’ a medida que la voz de José Delfín Val va hilando su relato, el público descubrirá los límites de la ciudad en el siglo XVIII, los puentes que cruzaban los ramales del Esgueva, el cerca de medio centenar de conventos que existían o la ubicación de las puertas que daban acceso a una ciudad de 10.000 vecinos.

Cerca del Palacio de Fabio Nelli, en Cadenas de San Gregorio, el Museo Nacional de Escultura recibía ayer a 1.133 visitantes. «Ha habido mucho movimiento para ser un miércoles, aunque el día fuerte será el sábado, con la Noche Europea de los Museos», advertían desde el MNE. El centro había organizado las visitas guiadas La memoria de las piedras y El cofre del tesoro, que se prolongaron hasta las siete de la tarde. La jornada se cerró con la proyección en el Palacio de Villena de El gran museo, de Johannes Holzhausen.

En el Museo Patio Herreriano, la coordinadora de la Colección Arte Contemporáneo, Beatriz Pastrana, dirigió una visita guiada en la que se mostraron las dependencias donde se trabaja en la conservación de las obras y se custodian los fondos que no se exhiben.