La frustración de los bomberos de Castilla y León ante el incendio de Jarilla: "No nos dejan ir y estamos a 5 minutos"

El bombero forestal de Castilla y León, Ángel Malanda, ha lanzado un contundente mensaje de frustración y desesperación en el programa Mañaneros 360 de TVE ante la orden que impide a su unidad helitransportada participar en las labores de extinción del incendio de Jarilla, cuyo humo es visible desde hace al menos siete días y que ya ha cruzado la frontera de Extremadura para adentrarse en la Comunidad, concretamente en la zona de Candelario, en Salamanca.

Malanda denuncia la inacción a la que se ven sometidos, afirmando que "no hay excusas para decir nos movilizamos, porque bueno al fin y al cabo si está en Cáceres, no en nuestra comunidad autónoma pues oye que arda Cáceres". La situación es especialmente sangrante para su equipo, ya que se encuentran en una base "a cinco minutos del incendio y mis compañeros están suplicando que vayamos allí". La decisión de mantenerlos en la base, según relata, proviene directamente del "Centro Autonómico de Mando, el CAM, que tiene sede en Valladolid y que esta mañana en llamada telefónica ha dicho que no hacía falta, que ya Extremadura nos mandaba unos helicópteros para cubrir nuestra zona".

Esta justificación, sin embargo, contrasta con la movilización de otros efectivos, lo que aumenta la impotencia de la brigada. "Sí que se están movilizando medios, tenemos a compañeros de la helitransportada de Salamanca, de Guadramiro, misma empresa, mismo operativo y ellos sí que han venido aquí y nosotros estamos a cinco minutos en modo helicóptero". Esta contradicción provoca una enorme frustración entre los profesionales, que ven cómo se les niega la oportunidad de hacer su trabajo. Malanda describe el estado de ánimo de su equipo de forma gráfica: "Mis compañeros están que se suben por las paredes". Su intervención televisiva se convirtió en "un grito de desesperación" con una petición clara y directa: "de verdad, dejadnos trabajar, queremos trabajar, nos gusta nuestro trabajo".

El bombero quiso dejar claro que su insistencia no responde a un interés económico, sino a una profunda vocación de servicio. "Fíjate lo que esto supone, somos trabajadores que vamos a cobrar hoy igual estemos en la base o estemos en el incendio", explicó, añadiendo el irrisorio incentivo económico que perciben: "Si vamos al incendio ganaremos 1,69 euros por cada hora que vayamos al incendio y queremos ir al incendio". Con estas palabras, Malanda define a su colectivo como "trabajadores podríamos decir masoquistas porque somos vocacionales, porque amamos el trabajo". Subrayó que su motivación no son "las condiciones, no por la precariedad, no por los salarios, no por los bocadillos", recordando episodios recientes como los vividos en León, donde estuvieron "tres días comiendo de bocadillo" y salieron adelante gracias a la solidaridad ciudadana, aprovechando para agradecer a "vecinas y vecinos por todo lo que nos han ayudado".