Diario de Valladolid

CLUB DE PRENSA

Aprovechamiento de la energía que se produce y más suelo, principales retos para el crecimiento industrial

La Junta de Castilla y León y los empresarios defienden que la Comunidad se beneficie de la producción que generan las renovables, con el objetivo de atraer más inversores en un entorno cada vez más competitivo

Pablo R. Lago, Carlos Martín Tobalina, José Manuel Jiménez Blázquez, Luis García Torremocha y Jorge Fuentes GonzálezJ.M. LOSTAU

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Valladolid

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Flexibilidad para adaptarse a la demanda de las empresas, rapidez en la tramitación administrativa, adecuados sistemas dotacionales, precio asequible del suelo y calidad los suministros. Ese es el mix que ofrece Castilla y León para atraer la actividad industrial a la Comunidad, pero debe acentuar o añadir varios ingredientes si quiere destacar en un mercado cada vez más competitivo. Entre los retos más urgentes destaca la ampliación del terreno disponible, el impulso de programas residenciales que faciliten el asentamiento de población en entornos con déficit de vivienda y el aprovechamiento de la energía que se produce en la autonomía para que se beneficien las empresas instaladas aquí.

Dentro de esas asignaturas pendientes, la defensa de un sistema que permita a la Comunidad beneficiarse de la energía renovable que se genera en el territorio fue una de las peticiones más reclamadas en el Club de Prensa organizado este miércoles por Diario de Castilla y León-El Mundo en el hotel Sercotel de Valladolid. Tanto los representantes del Gobierno regional como los empresarios participantes en la mesa de debate consideraron de vital importancia que se busque una solución para que la energía no se meta en el mismo ‘saco común’ ni se reparta por igual en toda España, sino que defendieron un aprovechamiento por parte de quienes más produzcan, como ocurre en la Comunidad.

A juicio de los ponentes, el precio de la energía es uno de los factores determinantes para las empresas a la hora de elegir dónde instalarse, teniendo en cuenta que hay países donde incluso se da de forma gratuita, expuso el viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta, Carlos Martín Tobalina, en alusión a Marruecos o Turquía.

«La energía es uno de los factores que determinan la implantación de una industria en un territorio», añadió el consejero delegado de Movilex Recycling Group, Luis García Torremocha, para defender que la energía se consuma en el lugar donde se produce. «La capacidad de generación energética de Castilla y León tendríamos que aprovecharla las industrias que estamos aquí», sostuvo antes de añadir que podría ser un reclamo para captar nuevos negocios.

Una opinión compartida por el director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental y consejero delegado de Somacyl, José Manuel Jiménez Blázquez, quien valoró que los combustibles renovables «van a ser un bien escaso» y eso provocará que las industrias busquen entornos que sean más competitivos.

«El futuro de Castilla y León en gran medida radica en los combustibles verdes. Hay proyectos asociados a los combustibles renovables con inversiones de 20.000 millones de euros en los próximos cinco años; es una inversión que no hemos conocido nunca y que nos puede llevar a ser la referencia de Europa en renovables», añadió.

Además de la energía, la falta de terreno también acaparó buena parte del tiempo de debate en la jornada titulada ‘Claves de futuro: industria, suelo y energía’. «Existe una necesidad de crear suelo urgentemente», subrayó Tobalina en otra de sus intervenciones, antes de contextualizar su razonamiento. «Estamos viviendo una época de consolidaciones de empresas y Madrid escupe constantemente proyectos de inversión. El 30% de la captación que tenemos viene de Madrid. Y Alemania también escupe. Hay una recolocación del mapa europeo de la industria y en Castilla y León tenemos déficit de suelo».

De ahí que hiciera hincapié en el «esfuerzo» del Gobierno regional por habilitar suelo, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una autonomía «muy extensa» en la que hay comarcas que necesitan más planes de inversión en industria, y puso como ejemplo Tierra de Campos. «Tenemos que invertir porque si no, nos desangramos», apostilló el viceconsejero de Economía y Competitividad.

El aumento de superficie debe ir acompañada de una política de precios asequibles, según añadió Jiménez Blázquez, porque las empresas «no están dispuestas a hacer grandes inversiones en suelo» sino que quieren centrar los esfuerzos económicos en sus procesos productivos. Teniendo en cuenta, además, que la demanda de superficie ha dado un giro radical en las dos últimas décadas en cuanto al tamaño, pues se ha pasado de buscar pequeñas parcelas de terreno a necesitar grandes extensiones.

Dentro de la terna de principales retos pendientes para lograr el asentamiento y el crecimiento industrial de Castilla y León, el director económico y financiero de Lonypack, Jorge Fuentes González, expuso las dificultades de encontrar vivienda disponible en determinados entornos, como en el caso de su empresa, ubicada en Villacastín (Segovia).

Según relató a partir de su experiencia, han tenido que habilitar servicios de autobús para la plantilla y han llegado a un acuerdo con un hotel que iba a cerrar para ofrecer 160 camas a sus trabajadores porque no hay oferta residencial suficiente en la zona o, al menos, no la hay en régimen de alquiler. De ahí que instase a la Junta de Castilla y León a extender a otros entornos el programa de construcción de viviendas que, por el momento, se va a desarrollar en Aguilar de Campoo, Ólvega, Guijuelo y la Ribera del Duero para paliar precisamente esa escasez habitacional.

Con este tipo de políticas, añadió Fuentes González, se atraería a Castilla y León población extranjera que ahora vive en las grandes ciudades y que están dispuestas a trasladarse porque no son reacias a la movilidad.

«Tenemos que duplicar el suelo industrial disponible a día de hoy»

La industria es un pilar tan importante en la economía de Castilla y León que representa el 20% del PIB regional –es decir, una quinta parte–, genera empleo de calidad y facilita el crecimiento del sector servicios. «Castilla y León es una comunidad autónoma cuya economía pivota mucho en el ámbito industrial; sin ella la economía es menos fuerte», destacó el viceconsejero de Economía y Competitividad, Carlos Martín Tobalina, para ensalzar el importante papel que desempeña este sector como «palanca» para el desarrollo de otro tipo de actividades y para el impulso del empleo.

Con el propósito de que continúe siendo «fuerte y potente», el objetivo de la Junta de Castilla y León es poner a disposición de los empresarios más suelo para posibilitar no sólo la llegada de nuevos negocios, sino también el crecimiento de aquellos que ya están instalados y buscan expandir su actividad, ya que existe un «déficit».

«Tenemos 150 millones de metros de suelo industrial en Castilla y León, 15.000 hectáreas, pero disponible sólo un 10%», aclaró Tobalina en referencia a los 357 polígonos que hay en la autonomía, antes de remarcar que la intención es «duplicar el suelo industrial disponible a día de hoy». El objetivo es que la Comunidad siga siendo «atractiva» y se aproveche su posición actual, «entre tres y cuatro por encima de la media española» en cuanto a industrialización, para que los inversores no busquen ubicaciones alternativas en alguna de las autonomías que lindan con Castilla y León a la hora de instalarse.

Eso sí, Tobalina puso el acento en la necesidad de que ese nuevo suelo que se oferte sea «a precios muy asequibles» porque si no, no lograrán atraer las inversiones.

Además de ensalzar el suelo como uno de los factores claves de crecimiento económico, el viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta de Castilla y León consideró que existen otros tres factores claves en el desarrollo: la internacionalización, la simplificación administrativa y la financiación.

«La energía es un factor crítico de competitividad en el futuro»

La disposición de suelo industrial a precios asequibles, la simplificación burocrática en los trámites administrativos, las facilidades de financiación o la disposición de mano de obra son algunos de los principales requisitos que inclinan la balanza de los inversores a la hora de elegir el territorio donde asentar su negocio y en ese análisis de toma de decisiones cada vez cobra más fuerza el factor energético.

La energía, de hecho, se ha convertido en un factor «crítico», a juicio del director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental y consejero delegado de Somacyl, José Manuel Jiménez Blázquez, quien dejó claro que se trata de un elemento «fundamental» porque se trata de un bien escaso y su precio tiende al alza. «La energía renovable en sus diferentes formas son un factor crítico de competitividad en el futuro; aquellos territorios que sean capaces de disponer de energía serán más competitivos que los demás», remarcó.

Con esta reflexión dejó claro que es necesario «seguir trabajando en la generación de energía y en las infraestructuras» para su transporte y defendió, como el resto de participantes en el Club de Prensa titulado ‘Claves de futuro: industria, suelo y energía’, el impulso de un modelo que permita a Castilla y León aprovechar la energía que se produce aquí, a fin de beneficiar a las empresas instaladas, antes de distribuirla a otras autonomías que son deficitarias. «Sería trágico que una industria termine ubicándose en otra comunidad porque tenga una oferta más competitiva, y que utilice energía que se esté produciendo en Castilla y León», consideró.

Más allá de este concepto, el consejero de Somacyl también defendió la necesidad de agilizar los tiempos administrativos. «Las administraciones tenemos que pensar en cómo reducir trámites porque una empresa necesita inmediatez y no va a estar tres años esperando a una decisión administrativa», destacó.

«Los grandes problemas de Madrid son una ventaja para Castilla y León»

El aterrizaje de Lonypack en el polígono industrial de Villacastín (Segovia) evidencia cómo Castilla y León puede resultar un territorio más atractivo que otros polos de referencia, por ejemplo Madrid. La empresa de loncheado y envasado se asentaba en Salamanca y, cuando quiso expandir el negocio, pensó en la capital del país tras comprobar que en la provincia charra no tenían el suelo que necesitaban para crecer. Aunque el precio y los tiempos de tránsito frustraron sus expectativas, encontraron en tierra segoviana lo que pretendían, casi por casualidad.

«Queríamos estar en el centro de España y lo más lógico era irse a Madrid, pero allí el metro cuadrado es intratable y el transporte se puede demorar una o dos horas. Un día volviendo desanimados vimos un polígono en Villacastín totalmente vacío, nos bajamos como Paco Martínez Soria y vimos la parcela perfecta», relató con ironía el director económico y financiero de Lonypack, Jorge Fuentes González para lanzar una reflexión: «Los grandes problemas de Madrid son una ventaja para Castilla y León».

Tan satisfechos están con la ubicación elegida –y con las facilidades y la rapidez de la Administración autonómica, según resaltó en sus intervenciones– que están inmersos en un nuevo proceso de crecimiento para desarrollar una fábrica de 36.000 metros cuadrados centrada en servicios a terceros.

El hándicap, eso sí, es que tuvieron que «abrir el polígono», construido en 2005 pero sin actividad hasta que llegaron ellos en 2018, según explicó Fuentes González, y se había quedado obsoleto a nivel energético. Por eso el director económico y financiero de Lonypack aprovechó para pedir a la Junta de Castilla y León que suscriba acuerdos con las compañías de suministros, a fin de que haya una actualización continua de las redes (una especie de mantenimiento) y se agilice así la instalación de empresas. «Los industriales lo que queremos es llegar y enchufar».

«Si hay una logística competitiva da igual dónde se instale una compañía»

«Veníamos para una compra inorgánica e hicimos una inversión». Así de contundente recordó el consejero delegado de Movilex Recycling Group cómo fue su llegada a Castilla y León, en concreto al polígono de Miranda de Ebro (Burgos). La empresa, especializada en el reciclaje y gestión de residuos, sobre todo de aparatos electrónicos, había iniciado su actividad en Extremadura y, buscando suelo donde construir nuevas instalaciones, encontraron aquí lo que necesitaban.

«En una reunión que tuve en Madrid, una persona del ICE –el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León– me dijo que no dudara en contactar con ellos si queríamos instalarnos aquí y vimos las distintas posibilidades que nos ofrecían», rememoró el consejero delegado de la empresa, Luis García Torremocha, antes de destacar la «disposición excepcional» y el «apoyo» que les brindaron, sobre todo a la hora de poder gestionar al mismo tiempo la autorización ambiental y la licencia de obras para agilizar «a la mitad» los plazos de construcción.

Fue una de las «claves» que les animaron a instalarse en Miranda, junto con el «acompañamiento financiero» y factores como el precio, que también tildó de «clave» para «atraer industria» y el transporte, «aún más clave». «Si hay una logística competitiva da igual dónde se instale una compañía», valoró Torremocha durante el Club de Prensa ‘Claves de futuro: industria, suelo y energía’.

En referencia al enclave elegido, valoró su ubicación estratégica gracias a la posibilidad de unir el puerto de Bilbao con el de Sagunto o como nexo entre Galicia y Cataluña.

A juicio del consejero delegado de Movilex, Castilla y León goza de «precios competitivos» para ser un foco de atracción y facilita un «acompañamiento» que se traduce en la resolución de rápida de «cualquier inconveniente». «Como empresario, es clave que alguien te atienda de manera individualizada», valoró.

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