Diario de Valladolid

Gabaldón: «Gullón no tiene techo porque es un proyecto de vida, de familia, de arraigo, de comarca, de tirar hacia adelante»

El Director General de Galletas Gullón señala, «Es verdad que lo que viene es incertidumbre, pero nosotros vemos el negocio a largo plazo, y lo tenemos muy interiorizado»

E.M.

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PABLO LAGO | AGUILAR DE CAMPOO
Valladolid

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Lo suyo es tenacidad vocacional. De niño, con diez años, ya había decidido que quería dirigir una empresa. Seguramente nunca imaginó que iba a coger una galletera en zozobra y con el oleaje interno azotando con fuerza y la iba a convertir en una de las industrias más grandes del sector de Europa. Y eso a orillas de un pueblecito de la montaña palentina. Facturar más de 400 millones en Castilla y León es una proeza. Hacerlo en galletas, una hazaña sólo al alcance de un ejecutivo de primera línea trajeado de humildad hasta las cejas. José Miguel Gabaldón es una figura imprescindible e irrenunciable de la economía, la industria, el empleo y el progreso de Castilla y León. Y lo es, además, latiendo en el corazón del mundo rural, a veces tan adverso.

Pregunta.- Este milagro que habéis obrado de Gullón en Aguilar de Campoo, en Castilla y León, en España y en el conjunto de Europa, ¿tiene techo? Porque cada año seguimos multiplicando panes y peces.

Respuesta.- No tiene techo porque es un proyecto de vida, de comarca, de arraigo, de gente, de familia, de luchar por unas cosas que hemos heredado de hace 130 años. Entonces no hay límite, es lo que nosotros vayamos pudiendo hacer porque nuestro objetivo siempre es ver la reinversión, tirar hacia delante, preservar la riqueza y la generación de empleo y valor aquí en la comarca. Todos esos valores hacen que te entregues en vida de una manera totalmente tranquila y con esos valores para seguir generando empleo que es lo que necesita la comarca. No lo veo como límites o techos, sino como capacidad de adaptarte, con la visión siempre de ir expansionando el negocio, que sabes que hay momentos buenos y no tan buenos, y la idea de continuar la tienes que tener clara.

P.-  ¿Tiene algún temor Gullón, si tiene algún temor Gabaldón y qué le diría a otras empresas que no tienen el músculo galletero que tiene Gullón, y otras empresas de la comunidad para afrontar lo que hay y lo que presumiblemente venga?

R.- Lo que es verdad es que lo que viene es una incertidumbre, pero nosotros en Gullón vemos el negocio de diferente manera, lo vemos a largo plazo. Entonces puede encontrar un ejercicio, o incluso dos o tres que la empresa vaya mejor o peor, pero la idea general del largo plazo, del negocio, de la ampliación, de aprovechar cuando viene el viento a favor y parar un poco si no viene a favor, todas esas cosas nosotros las tenemos tan arraigadas y tan interiorizadas que no vemos una crisis para ponernos nerviosos, sino al revés estamos tranquilos, hacemos un producto que con la crisis se revaloriza más porque las galletas no dejan de ser un producto, entre comillas barato, y el refugio cuando viene la crisis. Tenemos galletas de todo tipo, de un nivel de precio más bajo, más elevado, no vemos ahí ningún problema de continuidad, grave, tampoco tenemos problemas de deuda, somos una empresa que nunca hemos tenido, hemos comprado las cosas cuando hemos tenido dinero y si no no. En definitiva somos una empresa que tenemos esa manera de interpretar el negocio a largo plazo, de preservar el patrimonio de la familia, y por tanto las decisiones siempre son coherentes con el territorio y con el patrimonio de la familia y así vamos funcionando. Dicho esto, yo llevo 37 años dirigiendo Gullón y nunca había vivido una etapa como esta por diferentes motivos, la inflación tan tremenda que pone en peligro el consumo, el bienestar social, la gente ve que se minoran los ingresos y es un tema socioeconómico y político que no sabemos donde vamos a llegar. Con la inflación que teníamos en junio puede ocurrir cualquier cosa, pero se veía viniendo desde prácticamente desde junio del año 2021, cuando las economías empezaron a tirar fuerte se vio que no había respuesta de capacidad productiva a esa demanda tan tremenda, y ahí empezó la escalada de precios, nosotros lo vimos en junio. Lo que pasa es que con la guerra de Ucrania en febrero, todo el tema del transporte, la huelga, lo que pasó en China también con los problemas de suministro ha encajado todo tan bien para crear una tormenta perfecta como se dice que son tiempos malos.

P.- ¿Qué deberían hacer las administraciones según su punto de vista, o qué medidas concretas?

R.- No es fácil de responder, yo creo que realmente los políticos tampoco saben lo que hay que hacer. Ves a Estados Unidos y ellos siempre han ido un poco adelantados respecto de Europa, y ellos están elevando los tipos y quieren un poco ralentizar la economía para poder controlar la inflación y yo en Europa no lo veo tan claro, parece ser que van a hacer un poco lo mismo, pero mucho más bajo y los tipos van a subir. Ahora mismo los políticos tampoco saben enfrentarse a esta crisis de esta inflación tan rápida y tan alta.

P.- ¿Qué necesitan las empresas de la política y de la administración?

R.- Yo creo que necesitamos que el marco donde nos movemos se estabilice y sepamos donde vamos, que sepamos bien lo que quieren hacer. Un empresario siempre necesita estabilidad en el marco del desarrollo, no podemos estar por ejemplo con este incremento de materias primas porque para las empresas es tremendo, y tú intentas frenar el incremento de precios mejorando tus costes, pero llega un momento en el que no puedes y tienes que trasladarlo al consumidor, pero es que trasladas una subida mínima, pero ese desfase ya te ha vuelto a subir, y otra vez a subir. No sabemos que va a pasar con el petróleo, con el gas, y lo que va a pasar con las políticas sociales del Gobierno, con los impuestos, en fin, no sabes nada. Yo creo que eso es lo peor que puede haber para empresariado. Nosotros de todas maneras estamos tranquilos y no vamos a cambiar nuestra política de actuación, pero entiendo que los tiempos son muy turbulentos. y a las empresas pequeñas les viene fatal.

P.- Usted que dirige una gran multinacional y conoce el sector no solo hablo del galletero y agroalimentario, con el vigor que ha adquirido con la pandemia, y con la guerra de Ucrania, ¿augura que habrá desabastecimiento, no hablo de galletas, sino de determinados productos a final de año como se pronostica?

R.- Yo creo que no va a haber, se ha especulado mucho con el cereal, y yo creo que no va a haber problema en España. Esto al final lo pagas y lo tienes, ya el tercer mundo o países que lo van a pasar fatal porque no haya para todos y el precio va a ser inadmisible para poder comprarlo en esos países. Que falta de abastecimiento no va a haber, quizás un producto que venga de otros países de China, puede alguno que haya problemas de abastecimiento que tengas que estar muy centrado en que no te falte nada, pero no lo veo a ese grado, lo pasamos muy mal con el altoleico porque Ucrania es un abastecedor fundamental, casi el 60%, y ahí lo pasamos un poco mal, y nosotros aconsejados por el Ministerio y Europa tuvimos que hacer algunos cambios a grasas vegetales que no eran altoleico pero tampoco creo que vaya a haber ahora desabastecimiento.

P.- Teresa ha pasado a un segundo plano, fue un poco la piedra angular de Gullón con la alianza suya, ¿se mantiene la convicción en Gullón de que el beneficio y la inversión va a seguir a crecimiento?

R.- Sí, no hay ninguna duda. Eso es algo en lo que participamos todos y lo vemos como un arma nuestra, la reinversión, no con peligro, porque todos estamos en la misma línea. Nosotros seguimos con las inversiones y no nos afecta y está muy arraigado, la marquesa es quien manda y es la que tiene la mayoría de acciones, pero su hija Lourdes sigue la misma trayectoria que María Teresa y todos los demás también. Es algo que compartimos todos.

P.- Eso casi ya es una inercia con el gigante que se ha creado en Aguilar de Campoo, ya sería mucho más difícil volver a otros caminos de los cuales usted nunca participó, usted siempre tuvo la condición de que se podía invertir y crear una gran industria galletera en Aguilar de Campoo para todo el mundo.

R.- Esa idea siempre la he tenido tan clara que yo me vine aquí convencido de que venía adonde había nacido la galleta española, donde había que profundizar en los sistemas de fabricación, había que automatizarlos, había que ensanchar el campo y los mercados geográficos y el nacional también, ser más competitivo. La verdad es que vine aquí convencido de todo eso porque creía que era el sitio adecuado, y eso que en aquella época las fábricas estaban atrasadísimas, pero siempre lo he tenido claro.

P.- ¿Qué planes tiene Gullón para los próximos cinco años de inversión? ¿Qué expectativas y horizonte tiene de seguir invirtiendo?

R.- Somos transparentes en este campo, y nosotros invertimos lo que generamos porque no repartimos beneficio, y estamos un poco vigilantes y centrados en el tema de la exportación, creemos que hay posibilidades tremendas para Gullón porque cuando vas a cualquier país, Chile, Argentina, o incluso Brasil que es un país potentísimo en fabricación de galletas es que vas con productos saludables y te ven como una empresa fresca, joven, innovadora, y tenemos productos que encajan. La relación calidad-precio encaja en todos los países donde vamos, y creo que hay que potenciar todo el departamento de exportación y ahí es donde vamos nosotros a poner el objetivo en los próximos años. Después está todo el tema de inversión que naturalmente queremos hacer en Aguilar, pero también estamos abiertos porque está cogiendo una dimensión que hay que estar vigilantes a nivel internacional de cualquier oportunidad que haya, vigilar la competencia, las oportunidades de país a país, y obviamente es mi obligación y lo voy vigilando. Hoy por hoy las inversiones las hacemos aquí, tenemos en los próximos años todo el tema internacional a desarrollarlo, logísticamente se puede hacer porque fabricamos en bases de menos peso y el coste logístico no castiga tanto al producto como sin son formatos de mucho peso, y se sigue haciendo desde Aguilar de Campoo.

P.- ¿Se puede cuantificar de cuanto habla ese plan de inversión?

R.- Vamos a piñón fijo, invertimos y si ganamos, invertimos. Yo creo que soy más financiero, tengo al director financiero que me aconseja, pero soy malo porque todo el mundo habla del apalancamiento e ingeniería financiera, y hay que dejarse de tonterías e ir a una cosa sencilla, que no se complique, compra cuando tengas el dinero;cuando no, dedícate a generar y no lo compres. Vamos a un sistema muy clásico de gestión. ¿Cuánto vas a invertir? Nosotros lo que generamos lo dejamos en la hucha y cuando tenemos ese dinero empezamos a ver qué necesitamos y compramos. Que un año va peor, paramos y así vamos.

P.- Abro un capítulo sobre Castilla y León y usted comparte que es muy importante que empresas tipo Gullón, y no son solo 1.800 empleos, los 400 millones que generan, sino toda la inercia que hay. Ustedes generan empleo indirecto y generan una consolidación de consumo al sector primario con las garantías importantes. ¿Cuál debe ser el camino de la Castilla y León empresaria desde el punto de vista de Gullón? 

R.- Yo creo que Castilla y León necesita empresas de la dimensión de Gullón, es indiscutible porque somos empresas tractoras en todos los campos, somos también un ejemplo como empresas más pequeñas pueden empezar a exportar por ejemplo porque estamos en más de 180 países, y generamos mucho empleo de alta calidad, de ingenieros, de químicos, de licenciados, de abogados, de alguna manera de empleo de calidad. Y después el tema de consumo de materias primas de la zona es tremendo porque consumimos más de 140 millones de kilos de trigo, o más de 30 millones de kilo de remolacha, tenemos una capacidad tremenda de dar valor añadido a la materia prima de Castilla y León, y también en la España Vaciada hacemos otra labor también de una manera de fijar población en estas tierras que están un poco muy deshabitadas, en la parte norte de Palencia. Tenemos muchos empleos que son mujeres lo cual es una garantía por la que se casan, tienen sus hijos aquí, encuentran trabajo y hacen que permanezca la gente en la zona. Podría decir 50.000 razones porque creo que si hasta si fuera presidente de la Comunidad yo hasta me reuniría de una manera razonada y continuada con las empresas más punteras de Castilla y León para ver sus necesidades, cómo apoyarlas porque sino Castilla y León como España tiene empresas muy pequeñitas con un problema de subsistencia de cara a los años que vienen muy difíciles con esa dimensión.

P.- Muchas veces se pone el objetivo, el punto de vista, por ejemplo en Renault, que está en Valladolid, Palencia, que es una multinacional, ¿y usted cree que se le mima, o se la atiende al sector agroalimentario, tan estratégico para esta comunidad, por parte de las administraciones, Gobierno Central y el autonómico? Y usted ha dicho que cree que deberían hacer algo más.

R.- Particularmente Gullón siempre ha estado muy bien tratada con todos los gobiernos de Castilla y León. Hemos notado cercanía, cariño, buen trato, hemos tenido subvenciones importantes de la Junta, ha sido muy activa en este campo. Lo que pasa es que la industria agroalimentaria en Castilla y León es muy extensa, tiene territorios con una diversidad tremenda en agricultura, en productos fantásticos y todo forma parte de una oportunidad para Castilla y León de cara al futuro. Ya se está viendo que cada vez se vive más, la gente quiere llegar de una manera, todo el mundo se cuida cada vez más. El siglo XXI ha sido el de la salud, el XV fue el  de los descubrimientos, pero este es el de la salud y lo que comes es fundamental. Cada vez también hay más personas en el mundo, hay más clase media, hay países que acceden a un mayor poder adquisitivo, todos esos productos agroalimentarios que pueden ser de Castilla y León son una oportunidad. Es un sector muy estratégico y Castilla y León puede aprovecharse de él, tampoco digo que no se hagan las cosas bien, pero sería para estar mimado, no quiero decir que no esté mimado, pero es la gran oportunidad de Castilla y León en este sector por la diversidad que hay en la región.

P.- Usted decía antes que en tiempos de crisis, de incertidumbre, de certeza, que es lo que pide a la política, pero sin ánimos de meterle en un jardín, El nuevo Gobierno ha eclosionado algo que aportaba mucha estabilidad que es el Diálogo Social, que imagino que con 1.800 empleados entienda este elemento tan importante que es como marco de seguridad que es del Diálogo Social. ¿Qué opinión tiene usted del Diálogo Social?

R.- Yo creo que Castilla y León es un ejemplo como Comunidad. Los agentes sociales se han entendido siempre bien con el Gobierno regional, y es verdad que han tenido desde todos los presidentes Juan Vicente Herrera todos los años que ha estado lo bien que se llevaba y la paz social, Mañueco va por el mismo camino, y es un valor de Castilla y León y un ejemplo, en ese campo creo que no tenemos ningún problema. En Gullón fíjate llevamos décadas y décadas sin ningún tipo de problema y lo hace muy bien el tema social, hay mucha gente con mucha cabeza y los Gobiernos han sido muy centrados, y creo que todo el tema sindical está liderado con gente con mucha cabeza.

P.- Hablaba al principio de que el crecimiento de Gullón está ahora en los mercados internacionales, y empieza a ser un valor importante. ¿Alguna expectativa u horizonte hacia donde camina Gullón?

R.- En España es que la población no crece, envejecemos, y cuando te vas haciendo mayor con la mitad de comida tienes bastante y recuerdo que hace 15 años que te comías hasta el codo, unos bocadillos tan enormes, y somos un país en el que la población no va a crecer porque es un país que no va a crecer por los emigrantes, la natalidad es de las más bajas de todo el mundo, y es un mercado que no va a crecer. El crecimiento es imposible tenerlo a través del mercado español, y estamos en la distribución, en los clientes, y es muy difícil y hay que buscarlo fuera. En los demás países hay que aprender y estamos trabajando muchísimo en este campo, tenemos filiales donde las ventas sostienen a esa filial, en Portugal somos líderes en el mercado, en Reino Unido, en Italia, en Francia y también en Estados Unidos, y hay varios países vigilándose ya para si es rentable abrir o no unas oficinas.

P.- Habla usted de países desarrollados, ¿pero mercados emergentes?

R.- Mercados emergentes tienen bastante complicación para el tipo de empresa nuestra. Es muy complejo, la seguridad jurídica, la moneda, la divisa, nosotros no contemplamos porque hay oportunidades que pueden ser mayores, pero a no ser un país del mediterráneo que ofrezca un poco de seguridad, pero siempre miramos a los países europeos para crear estas filiales porque somos de los principales consumidores de galletas en el mundo, y con el euro y la tranquilidad jurídica y la seguridad nos sentimos a gusto.

P.- El mercado árabe, el Golfo Pérsico es un mercado con un nivel distinto.

R.- Es un mercado en el que estamos, bueno en el Norte de África exportamos muchísimo porque nuestros productos encajan bien, son países más pobres que tienen que pasar la etapa de estos productos más básicos españoles, que son más baratos en comparación con los europeos y yo creo que ahí se vende muy bien el producto y son consumidores a los que les gusta mucho el dulce. Ahora están poniendo algo de industria galletera, pero nunca han tenido industria, y son países muy importantes para la exportación. Lo de montar allí una fábrica es más complicado, es una oportunidad pero también tiene muchos peligros y no estamos contemplando eso.

P.- ¿En cuanto a exportaciones, Gullón en qué números se mueve más o menos?

R.- Unos 170-180 millones. Tenemos un 44%, pero hay unas oportunidades de miedo e incluso podíamos exportar más. Lo que pasa es que el tipo de negocio, aseguramos las ventas y muchas veces lo hacemos con pago anticipado para no tener ningún tipo de problema de seguimiento y gestión, creo que hasta se puede ir más rápido pero vamos así a través de filiales. Hay otros países donde tenemos directores sin ninguna estructura, y otros donde la venta es muy pequeñita, y lo hacemos a través de redes de distribuidores, véase por ejemplo África subsahariana o Asía, Pacífico.

P.- En esta conversación ha puesto en valor la situación estratégica de Castilla y León, del sector agroalimentario. La pandemia y las crisis han puesto en valor algo en lo que Europa llevaba demandando tiempo como es la seguridad alimentaria, ¿usted cree que es la gran baza que tiene jugar Castilla y León ahora mismo por ese potente sector primaria, la propia red de industrias que pueden ayudarlo? ¿Es la gran oportunidad para ser una parte de la despensa de Europa?

R.- Claro que sí, tenemos unas posibilidades altísimas en estos alimentos, pero lo que pasa es que la seguridad alimentaria no se puede poner ya en duda, es un activo que va con el producto y se sobreentiende que tienes que tener, sino es imposible. No puedes afrontar ni intentar conquistar mercados sin tener una seguridad alimentaria clara, cualquier problema o crisis que hay puedes desaparecer como empresa, y eso no te lo perdona nadie, ni la sociedad ni los consumidores ni los clientes, es imposible. Cualquier traza de mostaza, o la traza  de un alérgeno es que tienes que parar las fábricas, todo lo que es trazabilidad es algo inherente al producto, y cada vez más. 

P.- Han aparecido inversores en industrias importantes Cerealto recientemente, en el sector patatero están apareciendo fondos de inversión que quieren invertir en Castilla y León en este sector agroalimentario por el valor que está adquiriendo. ¿Es bueno o es malo? Es mejor el modelo de Gullón que sabemos que está aquí, que va a seguir aquí porque tiene sus pies y su casa.

R.- Yo creo que es bueno porque es una manera de negocio, el dinero va hacia la parte más rentable de los negocios, y es bueno que haya fondos que quieran invertir en nuestra tierra. Indudablemente es como cuando vas a un restaurante y la calidad de un bistec depende de lo que te sirvan, y la calidad hay que mirarla. Yo entiendo que una empresa como Gullón no tiene nada que ver porque somos gente de la zona, gente que tenemos un aval para enfocar la empresa, para generar conexión con nuestros conciudadanos, reinvertimos todo, y hay algo que te liga a la tierra, a la gente y eso es muy difícil porque los fondos eso no lo ven. Los fondos lo que buscan es rentabilidad de dinero y siempre están buscando si hay más rentabilidad en otro sitio y se van corriendo porque es así, y eso es bueno para las economías y tampoco hay que ponerlo mala cara porque lo que pasa es que no es lo mismo. Empresas familiares, de la tierra, que tienen un valor en la zona porque entienden que su misión en la vida es esa es un lujo.

P.- ¿Cuántas veces ha rechazado ofertas por Gullón en el último año?

R.- Es fácil de responder. Ninguna porque nunca hemos admitido ninguna.

P.- ¿Y en los últimos cinco años cuantas veces ha rechazado ofertas?

R.- Le digo lo mismo, porque jamás, nunca me he puesto al teléfono si ha llamado alguien, no he abierto ni una carta.

P.- Usted pretende vivir 130 años…

R.- Eso tampoco, yo entiendo que todo tiene sus tiempos. Es igual, si no estoy yo estará el que me suceda, y lo importante es que lleve las mismas ideas de no rendirse. Siempre digo lo mismo y digo que Aguilar es como la fuente de agua fresca y que cuando tengamos un problema no nos preocupemos, bebamos un trago de agua bien limpia, fresca y dejar pasar las tormentas porque lo importante es que nosotros tengamos la idea clara de seguir, de luchar, de no rendirnos, de buscar nuevas ideas, así es como se ha hecho toda la vida.

P.- Pese a que la humildad que le caracteriza, a pesar de que es uno de los grandes ejecutivos de este país por solvencia. ¿Cuál es la mayor satisfacción que tiene un empresario o un directivo cuando reflexiona y ve lo que ha construido?

R.- Yo diría que depende de las etapas de tu vida. La mayor satisfacción en este momento es generar empleo, eso es una felicidad enorme. Y es lo que da sentido a tu vida, cuando tienes 30 años no lo miras así. Estás aprendiendo, estás creciendo como profesional, buscas otras cosas, el tener éxito en el negocio, o hacerlo crecer, pero cuando llevas varios años así, vas profundizando un poco los valores humanos, tienes que tenerlos, desde la familia, desde jovencito, desde pequeño, pero a partir de determinados años, eso aflora con una fuerza tremenda, y cuando ves las necesidades de la gente, lo que cuesta ganarse la vida de una manera digna, tal y como ha evolucionado la sociedad con unos costes para vivir tremendos que no pueden soportar muchas familias, entonces te das cuenta de que tiene sentido tu vida, lo que estás haciendo, y generar valor y empleo y en una comarca como esta es la mayor satisfacción e incomparable con ninguna otra sensación.

P.- Decía que con 10 años quería dirigir una empresa, lo tenía claro. ¿Es un problema de este país que haya girado y que la gente no quiere emprender? La gente ha pasado de querer ser emprendedora, a que la gente joven quiere estabilidad, seguridad y lo más cercano al modelo del funcionario. ¿Es un problema para el país?

R.- Es un problema y gravísimo. Un país tiene que potenciar todas esas virtudes que requiere un empresario, el no depender, no acomodarte, tienes que tener gente que cree, que sea innovadora y que quiera luchar por su tierra, por su gente, que no tenga miedo a afrontar negocio, y cuando lo está dirigiendo que no le dé miedo el ensancharlo, el correr riesgo. Todo eso en una sociedad se necesita potenciar, sino estamos perdidos como país, y en España y en algunas regiones más que otras, se tiene una idea de funcionariado, de unos valores de comodidad, de seguridad, de no cambiar nada, de seguir todo igual. Eso es muy malo para un país, y de hecho los países que han roto con esas tendencias son países innovadores que están a la cabeza. El empleo no viene solo, no te lo da el Gobierno, el empleo lo crea el empresario y tienes que tener una clase empresarial fuerte y ambiciosa, el que no lo tiene es un país de segunda.

P.- Hemos hablado de muchas cosas y de muchos factores de Gullón, y se pone énfasis en la digitalización que parece que es la madre del cordero. ¿Es el único factor que tiene que tener una gran empresa hoy en día para el futuro? Parece que hay una obsesión con esto de la digitalización y hay otras cosas tan importantes como trabajar la logística, los recursos humanos, engranajes de concentrar la dirección, de no dispersarse. 

R.- Una empresa tiene que estar a la vanguardia, sino no te mantienes en los lineales de los supermercados, con una competencia tremenda tienes que estar a la vanguardia, y obviamente los tiempos están marcados por la digitalización. Y esa capacidad que tiene Gullón de ir 130 años acomodándose no la puedes perder, sin la digitalización no puedes mirar hacia otro lado porque se necesita para todo y para el futuro que viene. Yo hace varios años escuchaba como Ángela Merkel hablaba hace 10 años o 15 que Alemania preveía invertir 200 millones en digitalización, y oías eso y te dabas cuenta de que si Alemania dice eso es que esto va por aquí, o los americanos. Estamos en un mundo digital y va tan rápido que el que no empiece a introducirlo dentro de las empresas va a estar perdido. Nosotros ya estamos con la mayoría de la fábrica eliminando el papel. Yo recuerdo que cuando nosotros facturábamos la creme tropical, y veías 800 gramos, precio… y hoy en día 46.10 una… que no sabes ni lo que estás facturando, pero ya lo haces directamente. Hoy en día es imposible y tienes que estar en los procesos productivos, en la gestión normal de la administración y en todas las áreas, en la comunicación de las máquinas, tener todos los datos en un ordenador central. Estamos tan digitalizados que la fábrica no podría si nos falla el sistema del ordenador central no podemos producir ninguna referencia porque está todo tan articulado que es imposible, y va a ir a más, y creo que muy rápidamente.

P.- El problema de la demanda del empleo, hay determinados sectores que se quejan en medio de una crisis como la que hay que falta mano de obra como la construcción, la hostelería, ¿cómo se soluciona eso? ¿La solución que tiene Castilla y León es la de la migración?

R.- España no ha sabido de alguna manera planificar todo el tema de la población, de las edades… ha sido una falta de planificación total. Hemos caído en que la gente no tiene hijos y eso nos va a pasar factura. Hoy en día no hay trabajadores por ningún lado, buscas en la construcción y no hay, en cualquier oficio, los supermercados, las fábricas necesitan gente, y ¿qué está pasando en el país? Hay que ver toda la parte de migración que está supliendo, pero nos viene una parte que tampoco está formada, y cuando buscas un empleo de calidad no hay gente. Estamos intentando formar a toda la plantilla, a los que cogemos que nos vienen nuevos, pero el país tiene un problema tremendo y lo va a tener más fuerte porque no tiene una clase trabajadora formada para los próximos años, además de que no hay gente.

P.- Los gobiernos autonómicos, que tienen ciertas competencias, y hay falta de determinados trabajadores en sectores que se demandan, no sé si aciertan con los planes de empleo que se hacen para cosas que no se necesitan. ¿En esa parte deberían tener un poco más de diálogo el Gobierno y la Consejería de Educación con la FP, o las empresas porque falta esa parte en las que siempre se han quejado ustedes y la Empresa Familiar para conocer las necesidades y anticiparse?

R.- Cada uno tiene que hacer su trabajo, los políticos tienen que crear el barco donde se desarrollan las empresas y eso es un trabajo político, para eso están, y tienen que acertar, planificar y estar en contacto con las empresas para que todos los esfuerzos que se hagan sean los justos y adecuados en ese momento para el empresariado, y nosotros tenemos que generar empleo. Ese es el trabajo de cada uno, y yo no me quejo del Gobierno de Castilla y León porque sinceramente soy una empresa bien tratada, y hemos tenido el calor y la cercanía del Gobierno, pero efectivamente todas las regiones y España como país tiene que estudiar ese marco para que el desarrollo industrial y el empresariado esté a gusto y desarrolle empleo y haga su labor de empresario. Tienen que estar las medidas adecuadas, en el momento adecuado, en la necesidad adecuada e ir por delante siempre que se pueda para que el empresario tenga la vida más fácil.

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