El PSOE sólo mantiene Ponferrada como bastión
Los socialistas pierden votos en todas las grandes localidades de la comunidad / El PP resta apoyos en nueve grandes núcleos, entre ellos Palencia y Ávila, vinculados a Pablo Casado / Medina del Campo lidera la caída de la participación
El desplome del PSOE en las elecciones autonómicas del domingo se constata en términos generalizados en todo el territorio en comparación con la cita de 2019 y, poniendo la lupa en las grandes ciudades, es decir, en aquellas que superan los 20.000 habitantes –incluidas las capitales y siete municipios–, se confirma que la debacle retumbó en los núcleos más poblados. En todos ellos, sin excepción, las siglas socialistas perdieron votos y únicamente en Ponferrada lograron, al menos, crecer en porcentaje de apoyo.
En el caso de la localidad leonesa, el partido del puño y la rosa acaparó el 39% de los sufragios emitidos en la anterior convocatoria y esta vez logró alzarse con el 40,24%, por lo que la diferencia, en positivo, es un punto superior. De ahí que el alcalde, Olegario Ramón, calificase el enclave como «reducto contra la intolerancia y el radicalismo», a pesar de haber contabilizado 1.188 papeletas menos –de las 12.605 a los 11.417–.
Por encima de ese porcentaje de votos a los socialistas respecto al total de los depositados en las urnas sólo se encuentra el ejemplo de Miranda de Ebro, donde concentraron el 43,82% de los votos del domingo. Se trata de una significativa proporción, teniendo en cuenta, además, que la localidad está enclavada en la provincia por la que se presentaba el candidato, Luis Tudanca, pero no deja de evidenciar un desplome, pues en 2019 ese índice era del 48,08%. Así que la caída supera los cuatro puntos de diferencia.
En todo caso, los ejemplos de Ponferrada y de Miranda, junto con Palencia, Segovia, Valladolid, Zamora, Laguna de Duero y Aranda de Duero, se mantienen como los reductos donde el Partido Socialista se encumbró como la primera fuerza el 13-F, pero en otros casos perdió esa posición a la que llegó en 2019, en beneficio de otras formaciones. En Ávila le han desplazado del podio Por Ávila y el Partido Popular; en León se ha quedado por detrás de Unión del Pueblo Leonés y del PP; en Soria le ha arrebatado el oro Soria ¡Ya!; y en Arroyo de la Encomienda se ha visto superado por el PP y por VOX.
En definitiva, buena parte de los votos que habían cosechado en la anterior convocatoria, se han diseminado, sobre todo, hacia partidos que reivindican la defensa concreta de una provincia.
La otra gran fuerza del bipartidismo, el Partido Popular, consiguió mantenerse como la opción más votada en Salamanca, tierra natal de su candidato a la presidencia, Alfonso Fernández Mañueco, y también en Medina del Campo, además de conquistar Arroyo.
Los populares lograron atraer más votos en esta cita que en la celebrada en 2019 en Burgos, Salamanca, Valladolid, Zamora, la ya citada Arroyo de la Encomienda, Laguna de Duero y Aranda de Duero. Sin embargo, perdieron sufragios en León, Segovia, Soria, Medina del Campo, Ponferrada, Miranda de Ebro, San Andrés del Rabanedo, Palencia y Ávila.
El descenso en estos dos últimos ejemplos escenifican un claro ‘castigo’ al líder nacional del Partido Popular, Pablo Casado, pues no hay que olvidar que él es natural de Palencia y que fue diputado de las Cortes Generales por la provincia abulense. Un territorio, además, en el que ha tenido especial presencia durante la campaña de Castilla y León.
Los grandes triunfadores de las elecciones del domingo en los dieciséis enclaves de la comunidad que superan la barrera de los 20.000 habitantes fueron los partidos vinculados a un territorio, es decir, Unión del Pueblo Leonés, Por Ávila (escisión del PP) y Soria ¡Ya!, junto con VOX, que experimentó un crecimiento exponencial en relación a la anterior cita electoral.
Los de García-Gallardo recibieron más apoyos en todos los grandes núcleos de la autonomía, aunque con diferencias. En la capital soriana es en la que crecieron de forma menos significativa, y eso que llegaron a duplicar los respaldos, pues los 1.610 sufragios de este año suponen un incremento del 97,5% respecto a los 815 de 2019. En el lado opuesto destaca el caso de Ponferrada, pues pasaron de 894 a 3.669, lo que implica haber cuadruplicado la cifra.
Y, frente a los vencedores, Unidas Podemos se desplomó pese a concurrir por primera vez como alianza y no llegó a un 5% de respaldo en Ávila, León (ciudad natal de su candidato, Pablo Fernández), Palencia, Salamanca, Soria, Zamora ni San Andrés del Rabanedo, mientras Ciudadanos se quedó reducido a la mínima expresión.
En las elecciones de 2019 la tasa más baja que anotaron los naranjas fue en San Andrés del Rabanedo, con un 12,97% de los sufragios, pero en Arroyo logró concentrar el 27,39%. Ahora, sin embargo, en todos los grandes núcleos está por debajo del 10% y, aunque mantiene Arroyo como el ejemplo de mayor peso, con un 9,05% de los sufragios, en Soria apenas han arañado el 0,76% de todos los depositados en las urnas.
Más allá de los partidos, la otra protagonista de la jornada electoral fue el retroceso en la participación. Sólo en la capital soriana votó más gente que en las pasadas y en San Andrés se puede considerar que se mantuvo el índice, pero en el resto de grandes núcleo se redujo. Los casos más significativos son los de Medina del Campo (cayó 8,84 puntos), Miranda (-7,15), Ávila (-6,47), Ponferrada (-6,45) y Zamora (-6,08).