Las cajas rurales aceleran su negocio crediticio y ganan 24 millones de euros, un 18% más

Las cuatro cajas rurales domiciliadas en Castilla y León ganan impulso y obtienen un resultado después de impuestos de 24,5 millones de euros en el primer semestre. Su apuesta inversora contribuye sustancialmente a mejorar sus beneficios respecto al conjunto del ejercicio pasado. Entre enero y junio, su resultado neto aumento un 18,3%.

Según los informes financieros publicados por la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito, las rurales de Zamora, Soria, Salamanca y Caja Viva casi triplican el ritmo de beneficios netos que obtuvieron al cierre de 2018 cuando registraron un avance del 6,6% al concluir el ejercicio con 38,7 millones de euros. Si los vientos de la desaceleración económica no tuercen la tendencia actual, las cooperativas de crédito de la Comunidad autónoma podrían acabar el año con un resultado neto de 45 millones de euros.

Las cuatro entidades obtuvieron en conjunto mejor resultado que la media nacional, cuyos beneficios después de impuestos aumentaron un 11,7%, hasta 355,7 millones, casi siete puntos por debajo de las que registró el sector en Castilla y León. Las cajas rurales de la Comunidad lograron el 6,9% del resultado total.

Los créditos a la clientela tienen la culpa de este repunte del negocio. Las cuatro entidades han reforzado un 10% su inversión crediticia al elevar esta cuenta del activo en 370 millones de euros en un año y traspasar la barrera de los 4.000 millones en créditos vivos.

Como no podía ser de otra forma en épocas en las que los tipos de interés se retribuyen a casi un cero por ciento, el ritmo de aumento de los créditos duplica el del ahorro que apenas avanzó un 5,9% hasta junio.

RESULTADOS BRUTOS

Los resultados antes de impuestos de las cuatro cooperativas de Castilla y León aumentaron un 20,8% en el primer semestre al alcanzar los 28 millones de euros, casi cinco más que el registrado entre enero y junio de 2018.

El comportamiento de las cuatro entidades no es homogéneo, aunque Zamora, Soria y Salamanca registran avances muy similares, entre el 19% y el 21%, mientras que Caja Viva, la alianza de las de Burgos, Fuentepelayo, Segovia y Castelldans, ronda el 10%.

La Caja Rural de Zamora encabeza el volumen de resultados con casi 11 millones de euros después de impuestos, un 19,8% más. Sin embargo, es la de Soria la que lidera el ritmo, al crecer un punto más pero con casi la mitad de beneficios netos: 7 millones.

El negocio de las rurales cobra fuerza, como lo demuestra el incremento de su tamaño. Los activos de las cuatro rurales suman 6.933 millones de euros, un 6,1% más que al cierre del primer semestre del año pasado. Son las cooperativas de Zamora y Soria las que más contribuyen a este incremento global del activo.

La entidad soriana aumentó un 9,3% sus activos, tres décimas por encima de la zamorana (9%). Un crecimiento más modesto tuvo la de Salamanca (5,6%) y mucho más Caja Viva, con apenas un 1% más de volumen de activos en un año.

También Soria y Zamora encabezan el ranking de incremento del crédito con avances del 13,3% y del 12,9%. Con indicadores más moderados se sitúan Caja Viva (7,1%) y la rural de Salamanca (3,7%). También en la cuenta del pasivo las cajas zamorana y soriana registran porcentajes similares de crecimiento de los depósitos; la primera con un 9,5% y la segunda con un 9,3%. Caja Viva está casi estancada en su volumen de ahorro de los clientes (0,2%) y la Caja Rural de Salamanca solo avanza un 5,2%.

La entidad salmantina registró en el primer semestre un dinamismo mayor en depósitos que en créditos (5,2% frente al 3,7%). El resto, cerró el semestre con un avance superior en inversiones que en la cuenta del pasivo.

Las cajas rurales de Castilla y León invierten en créditos el 70% de los depósitos que captan a sus clientes, algo más de un punto por encima del ratio del cierre del 2018. La cooperativa soriana es de las cuatro la que más porcentaje de ahorro dedica a préstamos: un 78,9%. Le sigue la de Zamora con un 75,1%, y ya por debajo de la media regional Caja Viva con un 65,6% y la de Salamanca con un 63,7%.

El margen de intereses, entendido como la diferencia entre lo que cobran por las inversiones crediticias y financieras que realizan y los intereses que pagan a la clientela y demás prestamistas por el dinero que éstos depositan en la entidad, bajó un 1,8% debido al fuerte descenso de la Rural de Soria (-26,5%), porque el resto se situó en positivo. El margen bruto aumentó un 5,9%.

La cuota de negocio en créditos y depósitos de las provincias en las que están implantadas las cajas rurales de Castilla y León revelan su importancia en el negocio financiero. De acuerdo con la UNACC, la Caja Rural de Zamora acumula en su provincia el 41% del negocio de los depósitos; la de Soria, el 49%; la de Burgos (Caja Viva) el 14,3%; la de Segovia (Caja Viva), el 13,5% y la de Salamanca el 14,9%. El peso de las rurales en el resto de provincias de la Comunidad es inferior, aunque en Valladolid controlan el 14% de un mercado muy diversificado. En Palencia, el 13%; en León, el 12% y en Ávila, el 12,4%. En conjunto, las cooperativas agrupadas en la UNACC soportan una cuota de negocio en créditos del 7,8%.

Por el contrario, la cuota de negocio en depósitos es algo inferior. En Soria, las rurales representan el 33,6%; en Zamora, el 28%; en Burgos, el 13%; en Salamanca, el 11%; en Palencia, el 9%; en Segovia, el 9%; en Ávila, el 6% y en León, el 5%. El sector representa en España el 9% del mercado.

Las cajas rurales se han hecho más fuertes en provincias donde las desaparecidas cajas de ahorro eran líderes. El ejemplo más sintomático es Soria, donde la conversión de EspañaDuero en banco mermó su cuota de negocio.

Las cajas rurales de Castilla y León forman parte del Grupo Caja Rural, que cuenta con más de 2.700 oficinas y cerca de 9.200 empleados con unos activos que rozan los 60.000 millones de euros y unos fondos propios de más de 4.000 millones de euros.