Diario de Valladolid

«Con la despoblación nos enfrentamos a la terrible propagación de la nada»

La nueva delegada del Gobierno en Castilla y León aboga por aplicar «políticas de discriminación positiva» a los territorios más afectados

Clemente, Barcones, Puente, De Santiago-Juárez, Izquierdo y Salgueiro durante la toma de posesión.-ICAL

Clemente, Barcones, Puente, De Santiago-Juárez, Izquierdo y Salgueiro durante la toma de posesión.-ICAL

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Elsa Ortiz

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«Humildad, cercanía y empatía» conforman la máxima que ha guiado la trayectoria política de Virginia Barcones en un viaje que desembarca ahora en la Delegación del Gobierno de Castilla y León. Una máxima que continuará cumpliendo a rajatabla en su empeño por ser «útil» para todos los ciudadanos de su tierra, donde el diálogo y la colaboración serán herramientas clave.

Barcones es castellana y leonesa. La nueva representante gubernamental es natural de Berlanga de Duero, un pueblecito soriano de 900 habitantes que mira «con preocupación» al futuro.

ncertidumbre que se extiende a toda la región, en pie de guerra contra el acuciante problema de la despoblación. «Nos enfrentamos a la terrible propagación de nada, como en Fantasía, el reino creado en la Historia Interminable», alertó ayer en su discurso tras la toma de posesión del cargo.

Y precisamente en el combate de la «desertización demográfica» sembró el germen de su acción como nueva delegada del Gobierno. «Algo se ha venido haciendo mal en los últimos años para haber llegado a esta situación que me resisto a que sea irreversible», apuntó Barcones, comprometiendo «hasta el último» de sus «alientos» con una lucha que encierra el fin de «reequilibrar población y territorio».

Con este escenario de fondo y como primera pincelada a esta batalla autonómica, la dirigente soriana puso sobre la mesa lo oportuno de «aplicar políticas de discriminación positiva en los territorios más despoblados». Para echar el freno a la historia interminable en la que está sumergida la Comunidad, Barcones propuso convertir sus puntos fuertes –en materia agraria, cultural o medioambiental y al abrigo de personas «curtidas en el esfuerzo y el sacrificio»– en «oportunidades que devuelvan a Castilla y León la esperanza» en el futuro.

«El potencial de esta tierra es enorme y no está todavía suficientemente explotado. Su primer capital son sus gentes, pero también están sus universidades, ayuntamientos y entidades locales», aseguró la nueva delegada, entendiéndolo como una «sobrada capacidad para generar riqueza» y «ofrecer salida» a los 150.000 castellanos y leoneses en paro. En el centro de esta «prioridad», Barcones ubicó las «oportunidades a los jóvenes» para ofrecerles un «futuro que les permita arraigarse en la tierra en la que nacieron y en la que muchos quieren quedarse».

Diálogo

Los años de trabajo en Castilla y León que Barcones acumula a su espalda son, a su juicio, un aval para la Delegación del Gobierno. Recorrer «muchos rincones» de esta comunidad autónoma permiten a esta soriana «conocer de primera mano las principales reivindicaciones» de sus nueve provincias. Demandas «justas», «necesarias» y algunas incluso «irrenunciables» que ayer hizo suyas para «intentar» que sean atendidas desde el Ejecutivo central.

«Sé que mi papel es el de representar al Gobierno de la Nación en este territorio, pero igualmente sé que no estaría haciendo bien mi trabajo si no fuera a la vez la voz de las mujeres y hombres de la Comunidad en la Administración General del Estado», dijo postulándose como «puente de diálogo permanente» con los ciudadanos para que le permitan estar siempre en contacto con la realidad. «Y la realidad no se parapeta detrás de una mesa de despacho, no se esconde en un titular de prensa ni se reduce a la visión de círculo cerrado de personas afines», enumeró. «Escuchar a lo que sienten, disfrutan o padecen los vecinos es primordial para afrontar respuestas a sus demandas», añadió.

La labor política ejercida por Barcones hasta el momento está abanderada, como ella misma aseguró, por el diálogo directo. Premisa que marcará el camino que ahora emprende como «pauta de trabajo» en el «día a día» con ciudadanos, sindicatos, empresarios, agentes sociales, organizaciones agrarias, diferentes colectivos y movimientos sociales.

La dirigente soriana asumió esta nueva «responsabilidad» con «mucha ilusión» y de la mano de los «magníficos empleados públicos que demuestran cada jornada su vocación de servicio a la ciudadanía». Con estas palabras, Barcones puso en relieve la dedicación de los 37.000 hombres y mujeres de los que dispone el Gobierno central en Castilla y León. «Recogeremos las necesidades y demandas de la región para transformarlas en acciones», sentenció.

Por otro lado, la nueva delegada fijó la colaboración como el segundo pilar fundamental para alcanzar las metas autonómicas. «No hay acción de Gobierno que logre su objetivo si las diferentes instituciones que influyen sobre la vida de los ciudadanos no empujan en la misma dirección». En base a estas palabras, se puso al servicio de la Junta, las diputaciones y los ayuntamientos, a quienes ofreció «toda la ayuda posible para buscar soluciones de forma coordinada».

Para conseguir la «eficacia» con esta acción de Gobierno, la socialista abogó por la «creación de condiciones de crecimiento económico» con un «reparto equilibrado y justo de la riqueza» que facilite la «igualdad de oportunidades» de personas y territorios. «En este vasto territorio en el que todos somos indispensables caben paisajes, culturas, formas de entender la vida y relaciones humanas muy diversas. Eso nos enriquece», apuntó Barcones, dibujando un «crisol de civilizaciones» en el que no hay cabida para la marginación. «Iría en detrimento de todos los castellanos y leoneses», matizó para después rechazar «velocidades distintas» en el desarrollo económico que «ahondarían todavía más en la desigualdad».

Feminista

La delegación del Gobierno en Castilla y León seguirá la estela «marcada por la convicción» del Ejecutivo «feminista» de Pedro Sánchez, siendo su seña de identidad la igualdad de mujeres y hombres en todas las facetas de la vida.

«Reivindico mi condición de mujer, sin perder un ápice de cercanía, sensibilidad y empatía, lo que no me resta un punto de firmeza, serenidad o contundencia en la toma de decisiones», manifestó para después poner «especial acento» en la violencia de género. «Cada caso es una salvajada inasumible por una sociedad que presume de ser civilizada. Es una intolerable demostración machista de la ancestral dominación del hombre sobre la mujer», denunció la nueva representante gubernamental antes de pedir a la Guardia Civil y a la Policía Municipal una «especial diligencia» al abordar este tipo de delitos.

Barcones se conformó con que la «breve alocución» que acompañó la promesa –que no jura, como hizo Pedro Sánchez– de su cargo sirviese como una declaración de intenciones. «Prefiero que me vayan conociendo por mis hechos más que por mis palabras», recalcó.

La nueva delegada elevó un agradecimiento especial a al secretario general del Partido Socialista en Castilla y León. «Gracias Luis Tudanca por creer en mí. Gracias por dejar que a tu lado haya crecido políticamente. Tu generosidad y tu ejemplo son mi motor», apuntó tras mencionar a su «amiga y compañera» Ana Sánchez, secretaria de Organización del PSCyL.

También quiso resaltar los servicios prestados al Gobierno por su antecesora, María José Salgueiro. «Juntas mandamos el mejor mensaje a la sociedad, el de que nuestra democracia funciona y esta transición, que ambas compartimos, es buena prueba de ello».

La toma de posesión contó, además, con la presencia de la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente; el vicepresidente y viceconsejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez; el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Javier Izquierdo; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción; o el alcalde de Valladolid, Óscar Puente.

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