CONSEJO DE GOBIERNO DE LA JUNTA
Sanidad refuerza el área tecnológica ante los continuos fallos de Medora
La Consejería crea la dirección general de infraestructuras y tecnología y reduce un 59% los altos cargos
El organigrama sanitario en Castilla y León cambia drásticamente tras la aprobación de dos decretos ayer en el Consejo de Gobierno a petición de la propia Consejería. En total, se reducirán en un 59% los altos cargos y se creará un nuevo centro directivo especializado en el área de Infraestructuras y Tecnologías de la Información, con el que Sanidad buscará evitar los errores informáticos producidos hace unos meses con el sistema Medora, como la pérdida de 15.000 radiografías de pacientes en Ávila, ya que según aseguró el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, «en la vida todo está relacionado». Al frente de este área estará la asturiana Susana García Dacal, quien ya fue directora general en Telecomunicaciones de la Junta entre 2011 y 2015.
La reducción de altos cargos se producirá en algunos de forma inmediata y otros de forma progresiva debido a la «complejidad del sistema sanitario», según explicó el consejero, quien aclaró que la modificación «no supone reducción de efectivos, pero sí de puestos administrativos». Es decir, los altos cargos que dejarán su puesto serán reubicados en otra área en función de sus competencias o especialidad profesional.
Los dos decretos tienen una misma finalidad, uno modifica la estructura de la Consejería de Sanidad, y el otro el organigrama de la gerencia Regional de Salud. En ambas facetas de la sanidad pública de Castilla y León se producen cambios estructurales, que pretenden «mejorar la organización» de cara al paciente, con citas más ágiles por ejemplo, y «modernizar» la institución.
Ambas secciones sanitarias, la Consejería de Sanidad y la Gerencia Regional de Salud estarán ahora más vinculadas y coordinadas. El titular de la Secretaría General de la primera, será la misma persona que a su vez asuma el cargo director económico presupuestario y financiero de la segunda. Es decir, la administración y gestión económica de ambas estará vinculada.
Dentro de la Consejería de Sanidad, los centros directivos también sufren modificaciones. Antes había tres, y de ellos, dos permanecen casi intactos, a excepción de leves modificaciones. Es el caso de la Dirección General de Asistencia Sanitaria y la Dirección General de profesionales.
El mayor cambio se produce en la antigua Dirección General de Investigación, Innovación e Infraestructuras, que desaparece para dividirse en dos, la Dirección General de Infraestructuras y Tecnologías de la Información que dirigirá la ingeniera en Telecomunicaciones Susana García Dacal; y la Dirección General de Innovación y Resultados en Salud que será capitaneada por el hasta ahora director general de Sacyl, Rafael Sánchez Herrero.
En el ámbito de la Gerencia Regional de Salud, que modifica su estructura por el segundo decreto, cada una de las áreas de salud en Castilla y León, en total once, agruparán sus tres gerencias en una sola. Aunque la medida se aplicará inmediatamente en 6 de ellas, Ávila, El Bierzo, palencia, Segovia, Soria y Zamora.
Actualmente estas áreas contaban con una Gerencia de Salud de Área, una Gerencia de Atención Especializada y una Gerencia de Atención Primaria. Las tres se unificarán ahora en una Gerencia Única de Asistencia Sanitaria. Para las cinco áreas restantes, el cambio se hará de forma progresiva debido a que la «complejidad hospitalaria lleva a ser prudentes y esperar para tomar esta decisión», explicó Sáez Aguado. El consejero detalló que en la práctica va a suponer, además de un leve ahorro, la mejora del servicio al paciente.
Menos citas y más agilidad en la realización de pruebas
El cambio en la estructura espera repercutir directamente en la atención al paciente, según aseguró ayer el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado. Los médicos de atención primaria y los hospitalarios estarán en contacto y «se establecerán protocolos» para diversas patologías que determinen la actuación a seguir y las pruebas que necesita el ciudadano. En la práctica, el médico de atención primaria, no solo derivará al paciente al especialista para que este tras una consulta le mande las pruebas necesarias, sino que será desde los centros de atención primaria desde donde se soliciten las pruebas pertinentes y así, que el paciente acuda al especialista ya con los resultados. Este procedimiento «hará más rápida la atención al reducir el número de citas», aclaró.
También se pretende coordinar una compra conjunta del suministro de medicamentos para hospitales y para atención primaria, que ahora se realizan por separado.