Agustín González se despide de la Diputación de Ávila confiando en que la renovación será "buena"

La legislatura concluyó de manera oficial en la Diputación de Ávila y lo hizo con un Pleno casi de récord. En menos de diez minutos se finiquitó una sesión que se dedicó en exclusiva a la aprobación de actas de las últimas comisiones informativas y del Pleno del 1 de junio. Todas recibieron el sí por asentimiento. Cerrada la sesión el aún presidente en funciones de la institución provincial y que lo ha sido, recordaba, "durante once años y dos meses aproximadamente", Agustín González tomaba la palabra para agradecer "a todos2 su trabajo con el que le han hecho, afirmó, "menos pesado llevar esa cruz". "Por eso mi reconocimiento y afecto a ese buen trabajo que hemos hecho entre todos", dijo.

González invitó a todos a participar de una foto de familia tras la que proliferaron los abrazos de despedida, no en vano de los 25 diputados se renovarán 17 lo que se escenificará en el Pleno de constitución de la Diputación que será este jueves a las 19 horas. De esa renovación habló González en declaraciones a los medios y es que él, a priori, considera que "será bueno que vengan vientos nuevos". "Yo he tenido PSOE, UPyD e IU y ahora son dos portavoces más", lo que "no será un inconveniente sino cuestión de echar más horas de silla para consensuar, dar información, ser transparente y que conozcan todos los entresijos de la Casa".

Desde ahora y hasta que tome posesión el nuevo presidente no resta mucho trabajo porque según Agustín González: "Poco ha quedado en el aire porque hemos hecho una gestión muy permanente y constante y todo lo que estaba sobre la mesa prácticamente ha quedado rematado. Uno se va con el deber cumplido, feliz y agradecido por cómo han ayudado cada uno de los diputados".

Para los que se van un mensaje: "En estos cuatro años hemos hecho una gestión fructífera de atención a los municipios y a los alcaldes... que les ha dado tranquilidad porque ha tenido a la madre Diputación muy cercana para atender sus demandas y necesidades de cierta urgencia"; y para los que se quedan: "Pues que sigan en esa línea". Se aventuró a decir que a partir de ahora "un alto porcentaje de la gestión irá en esa línea pues si ha dado sus frutos no hay motivo para prescindir de ella".

A sus espaldas deja decía "una Diputación ordenada que lleva muchos años con la obsesión del equilibrio entre ingresos y gastos, minorando la deuda de muchos años" para que tomen otros las riendas. En once años la deuda de la institución ha pasado de 40 a 16 millones a grandes rasgos.

También a la disminución de la deuda se refería Tomás Blanco, quien ha sido portavoz del PSOE en esta legislatura y aseguraba que "no llega al 35 por ciento del presupuesto lo que la deja entre las más bajas del país". Blanco hizo especial hincapié en la importancia de las diputaciones sobre todo en provincias como Ávila. También hizo balance de una legislatura que ha sido "duro en lo económico, pero dando ejemplo con una gestión bastante más social por el equipo de gobierno y por la oposición", no en vano consideraba que en estos cuatro años los acuerdos han sido una constante.

Legilatura de acuerdos sí y convulsa también, pero convulsa en lo que se refiere al PSOE "sobre todo en los últimos dos años". Para Blanco era el cierre a 20 años de dedicación a lo público y se despidió también haciendo un alegato en defensa de la política. No obvió el "total abandono" de la Junta y el Estado hacia los pueblos que han sido "rescatados por la Diputación ya que la gente ha tenido ayudas de extrema necesidad como nunca, ayuda a domicilio, mantenimiento de empleo...". "Es la realidad", decía y en tono jocoso apuntaba: "Parezco el portavoz del equipo de Gobierno en vez de de la oposición".