Tudela de Duero
Alrededor de 250 alumnos y familiares del colegio La Milagrosa secundan la XI Marcha Solidaria
Los más de 1.000 euros recaudados irán a proyectos de cooperación y desarrollo de las Hermanas de la Caridad en Bolivia y para cubrir necesidades que Cáritas detecte en el munipio vallisoletano
Unos 250 participantes entre escolares y familias del colegio La Milagrosa de Tudela de Duero (Valladolid) secundaron hoy la XI Marcha Solidaria.-ICAL
Unos 250 participantes entre escolares y familias del colegio La Milagrosa de Tudela de Duero (Valladolid) secundaron hoy la XI Marcha Solidaria en un recorrido de cinco kilómetros. Los alumnos del centro educativo, un total de 170 de entre tres y 12 años, participaron además en un almuerzo con productos elaborados por las madres y padres, abonando una pequeña cantidad que se sumó a la recaudación de la marcha benéfica.
El dinero obtenido, más de 1.000 euros sumando la cantidad obtenida por los patrocinios obtenidos por los niños para realizar la marcha, se destinarán a personas necesitadas de Tudela de Duero a través de Cáritas, así como a impulsar proyectos de ayuda internacional en Bolivia que desarrollan las Hermanas de la Caridad en misiones repartidas por todo el país andino.
Los proyectos de cooperación y desarrollo que han contado en Bolivia con apoyo de los niños tudelanos y sus familias, en el caso de 2014, consistieron en prestar cuidados paliativos a personas que padecen cáncer y son atendidas por las Hermanas de la Caridad en Bolivia. “En años anteriores el dinero recaudado en la actividad solidaria se destinó a la compra de tierra para elevar edificaciones afectadas por inundaciones en el país andino”, tal y como señaló Tomás Gutiérrez Quevedo, director académico del centro educativo La Milagrosa de Tudela de Duero.
La XI Marcha Solidaria partió a las 9.15 horas del centro escolar para acudir toda la comunidad educativa hasta la zona lúdica de Santinos en Tudela, contando con un coche de apoyo y avituallamiento de bebidas. Allí se realizó una pequeña convivencia con juegos variados y, además, un grupo de madres y padres vendió los productos elaborados por ellos mismos para realizar un pequeño almuerzo solidario. Consistió en tortillas, bizcochos, empanadas, tartas y todo tipo de sandwichs.