Puente anuncia el fin de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad: "Ni integración ni soterramiento, aquí termina la historia"

"Aquí termina la historia" y "hasta aquí hemos llegado". Con estas y otras afirmaciones en el mismo tono y sentido, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, pone punto y final a la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) y, con ella, a la integración ferroviaria en la capital vallisoletana, que ser firmaba en 2017 por el entonces ministro de Fomento, el 'popular' Íñigo de la Serna, el propio Puente como alcalde de Valladolid y el consejero de Fomento entonces y hoy de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez Quiñones. "Ni integración, ni soterramiento, aquí termina la historia", incide Óscar Puente.

El ministro, en su comparecencia ante los medios en la Delegación del Gobierno tras la reunión del Consejo de Administración de la SVAV, anunciaba que este lunes se ponía en marcha el procedimiento de disolución de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad al entender que el actual convenio de integración ferroviaria "es papel mojado". La razón, en palabras del ministro de Transportes, es el freno a los tres pasos de Ariza, dos peatonales y de bicis, y otro para vehículos, toda vez que el Ayuntamiento y la Junta vuelven a rechazar su ejecución. 

"Hasta aquí hemos llegado. Se acabó ya lo que se daba", asevera Puente en sus declaraciones a los medios, para a renglón seguido afirmar: "Hay quien quiere seguir bailando la danza del soterramiento. Perfecto, agarrado a nosotros no lo va a hacer. Seguirá bailándola sólo, con los de la Mesa del Soterramiento o con quién quiera, con la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible el baile no sigue”

"Es libre de defender el soterramiento -continúa Puente-, es legítimo por parte del alcalde de Valladolid que crea que tiene el mandato y la misión de hacer el soterramiento, pero no nos puede hacer pasar a los demás por ahí, por lo que él diga, cuando no es posible". 

En este  punto de su intervención, Puente arremetía contra la Junta de Castilla y León, a la que le recuerda que el convenio la obliga a construir una estación de autobuses en los antiguos talleres de Renfe, "y se gasta más de cinco millones en renovar la actual".

El ministro de Transportes anuncia así que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) solicitará la reunión de la junta general para disolver la SVAV y si no hay acuerdo irá al Juzgado de lo Mercantil: "Hasta aquí hemos llegado, se acabó lo que se daba". Un camino hacia la Justicia que parece claro toda vez que, tal y como publicaba este periódico, para acordar la disolución de la SVAV en la junta general se precisa de mayoría cualificada, es decir el 75% de los votos de los socios. Algo que no sucederá ya que Junta y Ayuntamiento de Valladolid la rechazan.

"¿Esto a qué aboca a Valladolid?", se pregunta el titular de la cartera de Transportes, y él mismo responde: "A la nada. Ni habrá integración, ni soterramiento. Y soterramiento no lo habrá en ningún caso, nunca, por mucho que quien quiera seguir vendiendo el cuento".

Posteriormente en su cuenta de X, antes twitter, Puente reflejaba lo que había transmito a los medios, "la imposibilidad manifiesta de la Sociedad de cumplir su fin social y la parálisis de sus órganos de gobierno"

"He asistido al consejo de administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, en el que se constata la imposibilidad manifiesta de la sociedad de cumplir su fin social y la parálisis de sus órganos de gobierno. Esto pone fin a la integración ferroviaria en Valladolid", escribe en su tuit el ministro de Transportes.