Vox apuesta por "actualizar" la policía de barrio de Valladolid con más funciones

«No se va a eliminar la policía de barrio. El concepto de patrullaje a pie es propio de los años 90 y debe ser reemplazado por un modelo mixto que permita desplazamientos más eficaces, coherentes y responsables». Con estas palabras, el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado Toquero, respondió a la polémica generada por las declaraciones de Samuel Vázquez, portavoz nacional de Seguridad e Inmigración de la formación que lidera Santiago Abascal.

Vázquez había afirmado días atrás, a las puertas de la comisaría de La Rondilla y en presencia del edil vallisoletano, que la intención era sustituir la «fallida» policía de barrio por grupos de respuesta inmediata, más acordes –según señaló– con «una realidad criminal nueva».

Cuadrado Toquero dejó claro que a la policía de barrio hay que darle «el contenido más actual», pero sin perder el contacto directo con la ciudadanía, que es «fundamental» en su día a día. En este sentido, puso como ejemplo que los agentes pueden pararse a hablar con los vecinos, aunque deben estar disponibles para desplazarse rápidamente a cualquier punto de la ciudad si son requeridos.

Por ello, insistió en que se puede llamar «de proximidad, de barrio o como se prefiera», ya que «lo importante es el contenido». «Se va a actualizar, porque está desactualizada, pero no tiene nada que ver con la unidad de intervención rápida de los fines de semana».

Respecto a este grupo, explicó que funciona desde principios de año y fue creada mediante «una orden interna de servicio» emitida a la Policía Municipal. «Es como si jugara el Valladolid contra el Oviedo y se organiza un dispositivo para garantizar la seguridad del partido», subrayó, para añadir a continuación que su duración depende «de la conflictividad existente» en la ciudad.

El punto de partida, explicó, es el barrio de Delicias, por ser la «zona más conflictiva». Sin embargo, los agentes pueden desplazarse a otras zonas para intervenir. De hecho, apuntó que este fin de semana actuaron en la plaza Martí y Monsó y en la calle La Pasión, entre otras. «Todos los lunes me informan de las actuaciones realizadas. Están de apoyo a otras patrullas».

La unidad de intervención rápida está formada por cinco agentes y un mando, que se desplazan en un furgón. Cuando comenzó a operar, el concejal acompañó al grupo una noche para observar de cerca su funcionamiento.

Cuadrado Toquero recalcó que se está «modernizando» la policía de barrio, pero aseguró que «nadie va a hacer desaparecer esta figura». En esta línea, destacó que es «esencial» que los agentes sean visibles en las calles, algo que se está intentando promover.

Sobre las pistolas eléctricas, dejó claro que cada patrulla de distrito dispone de una, ya que, en su opinión, es mucho más fácil sacar «una táser que un arma de fuego». No obstante, se mostró prudente con este tema, pues la intención es «ampliar» su uso, aunque considera «necesario» formar adecuadamente a los agentes para su utilización.