Inobat o el cuento de la lechera

Más de un año después de la firma del protocolo entre la Junta, el Ministerio de Industria y el Ayuntamiento de Valladolid con la eslovaca Inobat en octubre de 2022, la capital vallisoletana continúa esperando la llegada de la megafábrica de baterías eléctricas, en la que se prevé una inversión de 3.000 millones y más de 2.000 empleos .

Doce meses de un cuento de la lechera con anuncios de fechas de inicio de las obras de la planta, de su apertura, que desmienten los plazos; de creación de una sociedad, Inobat Iberia SL, con apenas un capital social de 3.000 euros en un despacho de abogados de Valladolid que ejerce como administrador único; y de quedarse fuera de la primera y de la segunda fase del Perte-VEC del vehículo eléctrico, al que solicitaban 100 millones de euros para la construcción de la gigaplanta y ahora anunciar que se presentarán a la tercera fase de ese mismo Perte-VEC, que se prevé pueda convocarse para el próximo mes de febrero de 2024.

Meses de anuncios, de reuniones en Eslovaquia, en la matriz de Inobat; en Valladolid en el Ayuntamiento, con la presencia del CEO y fundador de Inobat, Marian Bocek , y de presidente de la Junta de Inobat, Andy Palmer , con alcaldes y ministros. La última, este martes pasado entre Andy Palmer, Eva Driessen , el abogado Eleuterio Gordaliza , el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero , y el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona .

Más de un año en el que también se anunciaba la llegada de Switch a Valladolid, que prevé otra macrofábrica esta vez de autobuses eléctricos en Valladolid, que generará más casi 7.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, una inversión de 100 millones y para la que tiene comprados a Acor los terrenos de la antigua azucarera de la avenida Santander, donde se colocaba la primera piedra allá por el mes de marzo de 2022 y nada más se sabe.

La realidad es que la megafábrica de baterías de Valladolid continúa sin los fondos del Perte del vehículo eléctrico y sin una fecha para su puesta en marcha , ya que la de 2024 la propia compañía eslovaca la corrige y alarga a finales de 2025, apenas horas después de que Palmer la dijera en su encuentro con Carnero.

Inobat y Switch, dos grandes proyectos anunciados para Valladolid y para Castilla y León, que tienen vasos comunicantes. El primero, el de la incertidumbre, el de ese cuento de la lechera de anuncios, de ahora sí, pero que no terminan de concretarse.

Vaso comunicante como el hecho que Inobat Iberia SL y Switch Europe SL se encuentren alojadas en el mismo despacho de abogados de Valladolid. Concretamente en el primer piso del número 15 de la céntrica calle  Miguel Íscar de la capital vallisoletana. Dirección, esa primera planta de Miguel Íscar, 15, en la que también se encuentra Alzaez Abogados, el despacho del prestigioso abogado mercantilista de Valladolid, Eleuterio Gordaliza , administrador único de Inobat.

Y, por si esto fuera poco, los vasos comunicantes hacen que algunos cargos bailen de una de una a la otra. El primero, Andy Palmer, el presidente de  Inobat ahora, que antes llevaba el proyecto de Switch. Un Andy Palmer, el antiguo consejero delegado y vicepresidente de Switch Mobility que desaparecía de la dirección de la fábrica india al dejar el cargo por motivos personales , pero ahora renace en Inobat .

El de Palmer no es el único trasvase de cargos de Switch a Inobat. Eva Astrid José Driessen dejaba el cargo de presidenta de Switch en marzo de este año y ahora reaparece al lado de Palmer en Inobat. Ambos eran los que se reunían el martes con Carnero. Encuentro en el que Palmer volvía a garantizar que Inobat instalaría su gigafábrica de baterías en Valladolid y que arrancará en una primera fase en 2024 con hasta 500 empleos directos .

Un cuento de la lechera de fechas que la desmienten los plazos de la compañía . Y es que, apenas horas después de este anuncio, fuentes de la propia Inobat detallaban a este periódico que, en el mejor de los escenarios, las obras de la planta de baterías no arrancarán hasta octubre de 2024 . Una fecha que alargará, a decir de estas mismas fuentes, el inicio de esa primera  fase de producción de la fábrica con 8 gigas de potencia y entre 300 y 500 empleos se iría hasta finales de 2025, principios de 2026. O, lo que es lo mismo, hasta dentro de dos años no se pondrá fin a este cuento de la lechera de Inobat.

Y que los plazos administrativos son tozudos. Sin ir más lejos, para poder construir las ocho naves en un proceso que tendrá cuatro fases que ocuparán alrededor de 60 hectáreas en la zona de Palomares junto a la Ronda Exterior, se necesita la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valladolid , en la que ya está trabajando el Ayuntamiento, según señala Ignacio Zarandona. El concejal de Urbanismo deja claro que, pese a que están agilizando los trámites, hasta mayo o junio del próximo año no estará hecha esa modificación puntual del PGOU, dado que el terreno donde se instalará Inobat no está catalogado en su totalidad como industrial.

A partir de ahí, la empresa podrá solicitar la licencia de obra y la presentación del proyecto, para el que aún no se han iniciado la redacción del mismo desde Inobat , según señala el propio Zarandona a este periódico. La realidad de los plazos y trámites administrativos es tozuda y, por más que las palabras sigan hablando de cuentos de la lechera, el cántaro lo rompen los plazos.

A los que se le añaden los fondos para la construcción. Inobat Iberia sigue contando con un capital de 3.000 euros , por más que la eslovaca ya tiene cerrado el acuerdo con el gigante chino Gotion, por el que entra con el 25% en la matriz de Inobat, a la que inyecta 125 millones. Dinero que no llega directamente a Inobat Iberia, la sociedad que tiene su sede en Valladolid con apenas 3.000 euros y que es la que concurre al Perte, que obliga a que la sociedad tenga su sede social en España para poder a estas ayudas. El paso siguiente desde Inobat es iniciar el proceso para la compraventa de participaciones de Inobat Iberia y ampliar capital. Algo que todavía no se ha hecho.

Eso hace que Inobat Iberia, con sus 3.000 euros de capital social, sea quien concurra a solicitar esos 100 millones de fondos europeos en la tercera fase del Perte del vehículo eléctrico. Las fuentes de la empresa consultadas por este periódico dejan claro que el aval que garantiza la inversión es la matriz de Inobat que sale reforzada con su alianza con Gotion.

Habrá que ver si es así o se trata de un capítulo más de este cuento de la lechera o el de nunca acabar en el que vive Inobat desde que se anunciara su llegada a Valladolid hace ya más de un año, sin que de momento se haya producido más realidad que la firma de un protocolo y muchas reuniones que no terminan de bajar de las palabras a los hechos.