La primera empresa de desokupación de Castilla y León nace en Valladolid: "Existimos porque la Ley está mal hecha"

El problema de la ocupación de viviendas de manera ilegal se ha convertido en una constante con la que muchos ciudadanos de nuestro país han tenido que 'aprender' a convivir con las diferentes situaciones a las que lleva esta problemática. Así es como los vallisoletanos y socios Luis y Gustavo decidieron poner en marcha esta empresa, pionera en la Comunidad, que intenta ser un “aliado en la  recuperación de inmuebles”. Los ejemplos de personas que tienen que "buscarse la vida" porque la casa que tenían en propiedad fue ocupada por los inquilinos es una secuela que arrastran, a lo que esta "rápida, novedosa y eficiente" empresa pretende poner solución. 

A sus manos han llegado todo tipo de casos, desde "caraduras" que ocupan la vivienda porque "quieren", hasta gente que "no tiene para comer porque los inquilinos han dejado de pagarles". "Las leyes están muy mal preparadas para los propietarios, nosotros existimos porque no están bien hechas y nos necesitan ", comenzaba Luis Núñez, uno de los socios de la empresa. El equipo "multidisciplinar", como ellos mismo se denominan en su página web, está integrado por abogados, procuradores, mediadores y agentes de campo formados con "dilatada y demostrable experiencia". 

Lo mejor de su trabajo, indica Luis es "cuando devuelves las llaves al propietario de una vivienda", aunque este problema también deja una parte negativa cuando abres la vivienda y "la mayoría de las veces se encuentra hecha un auténtico desastre".

DesokupaCYL, la única empresa a nivel de Castilla y León que nace en Valladolid realiza desalojos de viviendas que están okupadas desde hace tres meses y reconocen abiertamente que el  boca a boca es su mejor publicidad, además de confirmar rotundamente que  "el 100% de los casos han salido adelante positivamente y han sido desocupados". Tras estos primeros pasos la empresa abarcará más allá de la Castilla y León llegando a otras comunidades, "nos han llamado ahora de Madrid para la desocupación de un edificio", ha indicado Luis. También trabajan con inmobiliarias que les pasan sus cartetas de clientes."Ahora mismo lo que más trabajamos con las inmobiliarias es el caso de los inquilinos morosos o inquiokupaciones", ha explicado que "suelen llamarnos cuando el inquilino lleva sin pagar ya 6, 7 u 8 meses".

 

Lo primero que hace esta empresa pionera en Castilla y León es conocer y estudiar el caso en particular y todos los detalles que llegan a sus manos. "Intentamos organizarnos de forma sencilla y cómoda para el cliente, en una cafetería o en sus propias casas si nos lo piden". Uno de los problemas con los que se encuentran los dueños de las viviendas es el desconocimiento que tienen sobre la ley . Por ejemplo, no se puede cortar los suministros de gas o de luz ni tampoco entrar en una vivienda con las llaves, aunque sea de su propiedad. Partiendo de esta base, su cometido es asesorar y garantizar que los cauces legales serán las 'guías' durante todo el proceso, “evitando siempre los posibles riesgos que puedan aparecer”. 

La forma de trabajar o 'modus operandi' , como todos los quehaceres de la vida, cambia dependiendo de la situación particular. Explican, no es lo mismo una ocupación de vivienda o que una ' inquiokupación', es decir, cuando han dejado de pagar la cuota acordada en el contrato. En la primera   es "cuestión de negociar, de hablar de que no habrá represalias en la justicia puesto que el contrato es inexistente", en cambio los casos de inquilinos que no pagan es "diferente". Aquí existe un contrato de por medio y hay posibilidad de acceder. En este caso, “no queda otra que dialogar e intentar llegar a un acuerdo”. Cabe recordar que este caso trata ya de un delito y "puede acabar en el juzgado", donde aseguran que posteriormente "se le van a reclamar por todas las vías posibles lo que adeuda". Todo esto partiendo del estudio del perfil de la persona .

Los dueños de esta empresa vallisoletana lamentan que para algunos sean “como los malos de la película ”, por eso piden “más colaboración” con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. “Echamos una mano para que no lo hagan ellos, hacemos una labor positiva", aunque inciden que estas veces "son las menos".