Piden dos años y seis meses de cárcel a un hombre por allanar la casa de su ex en Valladolid

Fiscalía de Valladolid solicita una condena global de dos años y medio de prisión para un hombre que la próxima semana será juzgado por un jurado popular acusado de entrar a la fuerza en dos ocasiones en casa de su expareja en Ceinos de Campos en abril de 2022 y causar distintos desperfectos en la vivienda. Salvo que se produzca una conformidad de última hora, está prevista la constitución del jurado el día 10 de noviembre, viernes, con lo que la primera jornada del juicio se celebraría el lunes siguiente, 13 de noviembre.

Fiscalía tipifica los hechos como constitutivos de un delito de allanamiento de morado, otro leve de daños y un tercero de tenencia ilícita de armas, con la atenuante de alteración psíquica, y pide, por el mismo orden, quince meses de prisión, 400 euros de multa y un año y tres meses de privación de libertad, según fuentes jurídicas, informa Europa Press.

Los hechos objeto de la presente causa se remontan a las 04.00 horas del 24 de abril de 2022, fecha en la que H.P.O, de 55 años, enfadado porque su expareja había iniciado una relación sentimental con un amigo suyo, se personó en la vivienda de su antigua novia, en la calle Real de Ceinos de Campos, rompió a golpes la puerta de entrada y estalló contra el suelo varios envases de vidrio que portaba.

A la mañana siguiente, sobre las 11.00 horas, el acusado, aprovechando que la puerta seguía rota, entró en la vivienda de su ex sin su permiso y ya en el interior mantuvo una discusión con ella, que estaba acompañada de sus dos hijas menores y que en todo momento le pedía que abandonara el inmueble.

Durante la discusión, H.P.O. no cesó de dar voces y arrojó al suelo una botella de vino que portaba. El acusado, a pesar de que su exnovia le pedía insistentemente que se fuera, se mantuvo en el interior de la vivienda durante unos minutos, hasta que finalmente se marchó en dirección a la iglesia del pueblo, donde asistió a misa.

Además de los delitos de allanamiento de morada y daños leves, la acusación pública también le imputa la tenencia de armas, ya que el acusado acudió a misa portando un revólver antiguo en la parte trasera del pantalón cubierto por el chaleco. Se trataba de un arma fabricada en los años 20, en perfecto funcionamiento, sin registrar y para la que el acusado no contaba con permiso o licencia.

El encausado tiene diagnosticada una bipolaridad y estructura obsesiva de personalidad y, además, había tomado el día de los hechos un ansiolítico, de ahí la atenuante que la acusación pública le aplica al considerar que actuó con sus bases psicobiológicas disminuídas.