El PP aparca la bajada de impuestos por la "complicada situación" del Ayuntamiento de Valladolid

En el Ayuntamiento de Valladolid se  avecinan tiempos de apretarse el cinturón y lo notarán los vecinos. De entrada, el concejal de Hacienda, Francisco Blanco de Paula, confirmó  ayer lo que ya había dejado caer el alcalde, Jesús Julio Carnero, y anunció que no habrá rebaja del IBI ni del impuesto de vehículos por ahora, una de las promesas electorales del regidor, aunque este matizó en su día que se hará a lo largo del mandato, cuando la situación lo permita.

Con el informe del interventor municipal presentado ayer por Blanco,  en la línea del elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, la AIReF, en el que se advertía que el sector municipal no había cumplido con el principio de estabilidad presupuestaria en 2022, el concejal dijo que no pueden «asumir» una bajada de impuestos y anunció la puesta en marcha de un plan de choque ante «la complicada situación económica» del Ayuntamiento debido «a las circunstancias heredadas».

El plan en cuestión es una especie de plan de ahorro del consistorio que afectará a las subvenciones. Aquí Blanco matizó que bajo el eufemismo de «reformular la planificación vigente en materia se subvenciones» lo que se esconde es «priorizar» las ayudas, lo que, a su vez, supone suprimir algunas. El punto de mira está puesto en aquellas que no son competencia del Ayuntamiento, entre las que mencionó la ayuda a la cooperación o la que se destinan al aprendizaje a lo largo de la vida. Todo indica que estas subvenciones peligran o, cuando menos, se recortarán.

Establecer «una estrategia de planificación de la gestión de recursos humanos, de la mano del Diálogo Social, que encauce el gasto de personal» es otra de las medidas previstas en el plan de choque. Traducido, el objetivo en este caso es ahorrar también en personal y ajustar la contratación en las diferentes áreas municipales.

Blanco, quien anunció las medidas en una comparecencia en la  que no estuvo el alcalde,  añadió que se realizará un control especia l «en los servicios donde el informe del Interventor ha detectado un singular incremento de gasto » y empezarán por la empresa de autobuses urbanos, Auvasa, que se someterá a una auditoria externa, aunque el exconcejal de Movilidad, Luis Vélez, matizó que ya todos los años se realiza una. El concejal advirtió de que «en Auvasa se ha disparado el gasto por la compra de autobuses»

Y ya que está de moda, como cuarta medida del plan de choque,  el Ayuntamiento recurrirá a la Inteligencia Artificial para su nuevo Plan de Digitalización, con el fin de conseguir una reducción del gasto corriente en el funcionamiento de los servicios municipales.

Las herencias suelen ser motivo de disputa y el estado de las cuentas dejado por el equipo anterior ha desatado una especie de guerra. Por un lado, el exconcejal de Hacienda, Pedro Herrero, reiteró ayer, en respuesta a Blanco,  que dejaron el Ayuntamiento «saneado», mientras el edil  que ahora ocupa su lugar acusó a los anteriores ocupantes del consistorio de ser «un ejemplo flagrante de mala gestión» y de haber  adoptado medidas «bastante a la ligera». Como ejemplo de mala gestión, señaló comprometer la gala de los Goya «sin tener un soporte financiero sostenible» y recordó que el incumplimiento tendría «una penalidad de tres millones de euros».

Entre las circunstancias heredadas , Blanco citó los 10,3 millones pendientes del pago de la compra de autobuses -el ex edil de Movilidad, Luis Vélez, aclaró que hay un calendario de pago pactado-,  el sobrecoste de 1,6 millones por los ascensores de Parquesol, y la denegación parcial, por parte de la Junta, del préstamo de 35 millones solicitado por el Ayuntamiento, que compromete las inversiones previstas y obligará a tirar de los remanentes de tesorería. 

El préstamo, del que la Junta sólo autorizó 9 millones al considerar que eran los únicos que estaban justificados para inversiones, ya provocó un agria polémica en la que el anterior alcalde, Óscar Puente, pidió a Carnero que reclamara ante el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y «no tragara» con el recorte.

De todas las circunstancias heredadas, el concejal hizo hincapié en la previsión de déficit de 37, 3 millones para 2023 recogida en el informe del interventor, que ya supera los  31 de 2022. Recordó Blanco que se han pagado 5,7 millones de intereses por la deuda y que el endeudamiento por habitante, también heredado, asciende a 754 millones. «El dato mata el relato», dijo el edil, a modo de resumen, para desacreditar la afirmación del equipo anterior cuando sostiene que las cuentas estaban saneadas.

El  plan de choque presentado ayer, tras ser analizado en una junta de gobierno extraordinario, sigue la recomendaciones del informe del interventor, elaborado a petición del  equipo municipal para conocer el estado de las cuentas, en el  que se recoge que «es esencial adoptar de manera urgente medidas para controlar el gasto de personal», pero también los gastos corrientes,  además de reformular la planificación de las subvenciones.

El informe  también incluye, entre las recomendaciones « ajustar» los costes de servicios como el transporte público, turismo y cultura, cuyo coste efectivo por habitante considera muy elevado. Incluso propone que no se aprueben nuevas bonificaciones o exenciones de impuestos.

El interventor pinta un panorama  difícil y recoge, en el capítulo de conclusiones, que  de cumplirse las previsiones  de cierre para 2023 «se agrava el  riesgo de sostenibilidad».

Sobre el ahorro, apela también a las previsiones y señala que, de cumplirse, «disminuirá (el ahorro) de manera muy preocupante», a la vez que llama la atención, en especial, sobre la situación de la Fundación Municipal de Deportes, que puede cerrar el tercer ejercicio consecutivo con un resultado negativo. 

Y una recomendación más para advertir de que «es vital» cumplir las recomendaciones de la AIReF «para no poner en grave peligro la sostenibilidad del Ayuntamiento y sus entes dependientes».

La tasa de basura volverá a aplicarse

La tasa de basura, suprimida por el anterior alcalde en 2015  como una de las primeras medidas al asumir la alcaldía, volverá a cobrarse, aunque no en 2024. La tasa reportaba 10 millones al Ayuntamiento y el interventor recomienda que se recupere. El concejal de Hacienda recordó que el pago de la tasa es una medida que viene de la Unión Europea y que se aplicará en su momento. El exconcejal Pedro Herrero confirmó que de haber seguido ellos en la alcaldía también tendrían que haberla recuperado pese a suprimirla en su día.