Diario de Valladolid

La artesana que transforma el vidrio en arte en Valladolid

La vidriera María Alameda busca el cuidado del medioambiente y el uso de las nuevas tecnologías en la artesanía desde su taller Azidaglass

María Alameda en su taller de artesanía de vidrio Azidaglass.- PHOTOGENIC

María Alameda en su taller de artesanía de vidrio Azidaglass.- PHOTOGENIC

Publicado por
Patricia Martín

Creado:

Actualizado:

"Mi pasión por el vidrio empezó desde bien pequeñita. Tengo una imagen de la luz traspasando una vidriera de colores reflejada en el suelo y, ahí, fue mi primer flechazo. Empecé a nivel personal tanteando con la técnica de la pintura nervio en frío, para jugar con el material, me gustaba mucho dibujar y quise plasmar mi recuerdo de la vidriera" comienza a expresar la artesana de vidrió María Alameda, quien fundó en 2015 el taller Azidaglass.

Alameda viene de familia artesana, por lo que comenta que «desde bien pequeñita he tenido ese amor por el trabajo hecho con las manos». Asimismo, la vidriera cuenta con una gran formación profesional, al asistir a la Real Fábrica de Cristales de la Granja de San Ildelfonso, en Segovia, donde tuvo «un curso monográfico con un maestro italiano, Sante Pizzol, con el que aprendí la técnica tradicional de la vidriera emplumada, que es la unión de vidrio mediante tiras de plomo para conformar una placa de vidrio que va a tapar un vano, como una ventana o una puerta. También empecé a trabajar con la técnica tiffany, que es con cinta de cobre». En 2008, estudió el Grado en Vidrio en la Real Fábrica de Cristales de la Granja y, actualmente, imparte clases de vidrio en el Centro Regional de Artesanía de Castilla y León.

A lo largo de la historia, el oficio del vidrio siempre ha estado ligado al secretismo, por lo que Alameda, afirma orgullosa " formo parte de esta nueva ola de artesanos formados con estudios y que no vienen de una saga familiar del oficio y tenemos una formación de conocimiento muy amplia" y, continúa alegando "estamos entrando en una generación de nuevas artesanas y hay que dar visibilidad a las mujeres, porque hay muchas en este oficio; y, estamos luchando por cambiar esa conciencia de que, o nos formamos o los oficios se acaban".

Alameda declara que " la unión hace la fuerza", al nombrar que forma parte de la Federación de Organizaciones Artesanas de Castilla y León, la Asociación Catalana de las Artes del Vidrio y la Asociación de Restauración y Conservación de Vidrieras Española, entidades muy importantes en el sector vidriero.

En 2022, fue el Año Internacional del Vidrio, momento en el que se celebró la exposición "Vidrio 2022" por Susana Aparicio, donde estuvieron expuestos dos de su creaciones, el collar Rivera y el collar Racimo, realizados con botellas de vino de Ribera de Duero. Alameda, apasionada por su trabajo expresa que "el vidrio es la interacción con la luz y es maravilloso, pero tan genial es de particular como también es de difícil de trabajar, ya que es un material muy delicado".

Azidaglass cuenta con diversas líneas de trabajo y procesos de elaboración, la maestra vidriera declara que "inicié el taller con la línea de trabajo de elaboración más orientado a la joyería y a la bisutería en vidrio; para no solo quedarme con el aspecto de trabajar adornos que podamos usar, sino también de elaborar un matiz más artístico. Empecé con el vidrio borosilicato que permite hacer escultura en el soplete y cree una línea de trabajo más expositivo y artístico como la creación de flores".

En estos últimos años, Alameda ha trabajado con la técnica del soplete, que "se trata de la elaboración de vidrio blando o murano, un vidrio muy colorido y al trabajar con el soplete es muy agradecido, que me permitía hacer mini esculturas. De ahí que creara mi marca, Azidaglass, un nombre muy sensorial, acorde con este vidrio tan colorido y lleno de vida . Fue una época en la que trabajaba con tonos muy intensos, como el amarillo o el verde, por eso mi logo tiene esa gama de colores" afirma la artesana.

Además, María comenta que el tiempo que le dedica a cada proyecto relativo, acerca de su último pedido confiesa que "estoy trabajando últimamente, son los trofeos en vidrio, regalos y trabajos personalizados. El tiempo de trabajo depende de cada pieza, porque hay que hacer pruebas para saber cómo va a salir la pieza, si la curva de temperatura es la adecuada o el tipo de coloración".

Además, la vidriera apuesta por el uso de las nuevas tecnologías en oficios tradicionales, ya que otra de sus líneas de trabajo es la serigrafía, que se caracteriza por "la transferencia de imagen en vidrio, a través de su impresión en papel con película transportadora mediante la tinta de óxido de hierro, y una vez separada la figura y pegada en el vidrio, se cuece en el horno a 800º", María confiesa que "tenemos que saber remar a favor de los tiempos en los que estamos viviendo. Apuesto por aunar la tecnología y el trabajo artesanal siempre que sean un aporte creativo en la creación de las piezas, pero manteniendo el espíritu del oficio".

"Otro punto importante que intento seguir en mi taller, es el tener el menor impacto posible con el planeta de contaminación y poder reciclar todo lo que pueda. En un pedido a demanda, siempre intento ofrecer al cliente la pauta de usar vidrio reciclado, no siempre gusta, pero normalmente es algo que la gente acepta muy bien", declara Alameda, que continúa explicando otra de sus ramas «de ahí surge otra línea de trabajo, que es el reciclado de vidrio plano, es aquel que está en lámina, ya que da mucho juego para trabajar diferentes técnicas, por ejemplo, vidrieras o la conformación de piezas en tres dimensiones como son las lámparas».

Por otra parte, la artesana también trabaja con vidrios artísticos como el bullseye, específico para fusión para utilizarlo en las técnicas de vidriera, reciclado para soplete y la fusión de termoformados. Sus últimos proyectos giran alrededor del reciclado de botellería, para fundir las botellas y crear bandejas o termoformarlas. Además, María realiza vasos, jarrones, platos o joyería mediante la transformación de botellas en frío, con la ayuda de una gran sierra de vidrio lubricada con agua. Alameda afirma «estoy súper contenta e ilusionada con esta línea, porque está teniendo una gran aceptación, tanto en el mundo de la restauración como en el mundo bodeguero. Es un proceso bastante elaborado, pero cuando te gusta, lo disfrutas».

El taller Azidaglass trabaja mayoritariamente a demanda.  "Somos capaces de dar soluciones que la industria puede dar pero a un coste y un esfuerzo diferente. Todo el trabajo que podemos hacer los artesanos tiene una carga de diseño muy importante, por todo el amor, tiempo, esfuerzo, cariño y sudor que se pone en cada pieza. Pienso que a la hora de elegir un producto industrial o uno artesanal, se nota"  declara María, que continúa expresando que "está costando que la gente tenga ese amor por lo artesanal de nuevo, pero soy optimista y, en un futuro, la gente se va a dar cuenta que lo artesanal vale la pena y más con todo lo que está pasando a nivel mundial".

tracking